Padres y docentes difieren en la percepción de los logros de lectocomprensión en la secundaria

En un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociales de UADE se detalla que el 74% de las familias considera que sus hijos entienden lo que leen, mientras el 70% de los docentes ven dificultades serias

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Tres de cada diez estudiantes
Tres de cada diez estudiantes de los sectores más favorecidos no logran alcanzar el nivel mínimo en lectura (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Es posible que familias y docentes observen escenarios distintos a la hora de evaluar cómo los adolescentes se enfrentan a la lectura? Según el reciente estudio de opinión pública realizado por el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de UADE (Universidad Argentina de la Empresa) la respuesta es afirmativa.

Este estudio realizado en el área metropolitana de Buenos Aires se focalizó en “analizar las percepciones sobre cómo el nivel socioeconómico, la edad, la localidad de residencia y el tipo de institución educativa (pública o privada) afectan el desarrollo de habilidades lectoras en los jóvenes”.

Una realidad que marca que “en Argentina, tres de cada diez estudiantes de los sectores más favorecidos no logran alcanzar el nivel mínimo en lectura y de que a pesar de que los estudiantes más ricos de Argentina son los segundos más ricos de América Latina, sus resultados en la prueba PISA de comprensión lectora son peores que los de sus pares de Chile, Uruguay, Colombia, Perú y México”.

Mientras el 74% de los
Mientras el 74% de los padres considera que la habilidad de sus hijos para entender, interpretar y asimilar textos es buena o muy buena, el 70% de los docentes reporta que los alumnos enfrentan problemas para comprender textos complejos (Imagen ilustrativa Infobae)

¿Ensayo sobre la ceguera?

A partir de la realización de encuestas online en septiembre de 2024; con una muestra de 586 casos (370 padres y 216 docentes), el CIS observó la disparidad entre familias y educadores a la hora de entener qué entienden los chicos cuando leen.

El informe detalla que “Mientras el 74% de los padres de adolescentes en secundaria considera que la habilidad de sus hijos para entender, interpretar y asimilar textos es buena (40%) o muy buena (34%)”; desde el espectro docente los números sorprenden, ya que “un 70% reporta que los alumnos enfrentan problemas para comprender textos complejos. Solo un 5% de los hogares reconoce que la lectocomprensión de sus hijos presenta deficiencias.”

Por otro lado, en lo que respecta a la importancia de la comprensión lectora, “casi todas las familias coinciden en que desarrollar estas habilidades es esencial para el futuro de los adolescentes. En ese orden, para el 55% de los docentes el bajo nivel de lectocomprensión de los estudiantes está afectando su rendimiento en otras áreas académicas”.

Entre las cifras indicadas se destaca que “el 74% de los padres afirma que sus hijos casi nunca o muy raramente tienen dificultades para comprender textos escolares. Por su parte, el 62% de los docentes menciona que los estudiantes tienen serias dificultades para identificar las ideas principales de un texto”.

"En un entorno dominado por
"En un entorno dominado por los estímulos digitales, es fundamental que los docentes conecten los textos con los intereses y las experiencias de los jóvenes”, dice Julio Levin, responsable del área de Educación de UADE. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una cuestión de método y de presencia

Julio Levin, responsable del área de Educación de UADE, señala que es imprescindible “incorporar enfoques dinámicos y efectivos, y el uso de textos variados y relevantes” en una realidad donde se observan serias deficiencias en la lectura y comprensión de lo que se lee.

Y agrega: “En un entorno dominado por los estímulos digitales, es fundamental que los docentes conecten los textos con los intereses y las experiencias de los jóvenes”.

Según el informe, las dificultades principales detectadas son “identificar las ideas centrales de un texto, recordar lo leído y la falta de interés”. Sobre este último punto, el CIS indica “ La falta de interés en la lectura es un problema que las familias reconocen con un 29% de menciones, mientras que los docentes remarcan esta cuestión con un 50% de menciones

Es interesante remarcar que ante esta realidad dispar entre lo que se ve en las escuelas “9 de cada 10 familias aseguran tener herramientas adicionales para fortalecer la comprensión lectora, y 5 de cada 10 hogares utilizan refuerzos fuera del horario escolar. No obstante, según los docentes un 70% de los estudiantes no emplea estas herramientas de manera efectiva”.

Otros de los datos arrojados marcan que “Las percepciones más negativas respecto de la lectocomprensión crecen entre los hombres, los hogares encuestados de nivel socioeconómico medio y entre quienes envían a sus hijos a instituciones de gestión estatal”.

Transformar la realidad ¿es posible?

A la hora de pensar en las dificultades para leer y comprender, la encuesta indica que “Alentar la lectura dentro de las familias, facilitar el acceso a bibliotecas locales y promover la participación de los jóvenes en concursos y talleres de literatura son las tres iniciativas más mencionadas por los hogares en el momento de proponer acciones que mejoren la comprensión lectora de los adolescentes”.

Además, “el 90% de las familias cree que las escuelas deben ampliar sus actividades de extensión para favorecer la transferencia de saberes y fortalecer la lectocomprensión. En el ámbito escolar, un 65% de los docentes considera que las actividades extracurriculares relacionadas con la lectura no son suficientes ni adecuadas para mejorar la lectocomprensión”.

Por otro lado, “9 de cada 10 hogares creen que exponer a los jóvenes al consumo de noticias, ensayos u otros géneros literarios puede mejorar sus habilidades interpretativas, mientras que 8 de cada 10 consideran que las plataformas de lectura también pueden ser útiles. Un 58% de los docentes señala que los estudiantes no cuentan con el hábito necesario para aprovechar estas plataformas, lo cual reduce su efectividad”

Finalmente, “9 de cada 10 padres se muestran dispuestos a involucrarse en iniciativas para mejorar la lectocomprensión, y 8 de cada 10 creen que sus hijos también participarían. Un 60% de los docentes indica que, a pesar de la disposición de los padres, las barreras logísticas y la falta de tiempo son factores que limitan la participación en iniciativas comunitarias de lectura”.

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