“La inteligencia artificial no te va a reemplazar. El que te va a reemplazar es el que sepa usar la inteligencia artificial”. Desde que ChatGPT irrumpió en escena, la pregunta en torno a la inteligencia artificial se convirtió en un tema crucial en las agendas públicas y privadas. Lo curioso es que, a pesar de que se habla cada vez más de la tecnología, son pocos los que usan. La IA pudo haber saltado el círculo de expertos y participar en el diálogo general, pero hay barreras que los usuarios aún no logran franquear.
El desconocimiento se llena de fantasías que, muchas veces, son emergentes de la desconfianza, la confusión, el miedo. Y así aparecen lugares comunes, como la frase que abre este artículo. Adriana Caballero, fundadora de Yeira y facilitadora de bootcamps y talleres de IA para Virtual Educa, habló con Ticmas sobre esas ideas equívocas. “Todo el mundo repite esa frase incansablemente”, dice, “y la realidad es que no por saber usar las herramientas vamos a conservar nuestros empleos”.
Para Caballero, la inteligencia artificial necesariamente va a transformar muchos procesos, va a automatizar tareas, va a tender a la eficiencia. “En ese punto”, dice, “muchas tareas humanas se van a acortar, pero eso no significa que se pierdan oportunidades”.
—¿Cuáles serían esas oportunidades?
—Las que corresponden a actividades más creativas, las que requieran un enfoque más ético y más humano.
—La primera orden que se le da a la IA tiene una vuelta creativa: es la primera vez que uno le habla. Pero eso también se va automatizando y las órdenes entran en un ciclo de estandarización. ¿Cómo se hace, entonces, para mantener la creatividad?
—Ese es uno de los campos que más me gusta hablar, porque mi raíz es más artística. Hablamos de la creatividad como si fuera exclusiva del humano, y la verdad es que la inteligencia artificial puede ser más creativa que nosotros. Aquí hay que entender que es una herramienta que busca potenciar nuestras capacidades. El prompt es lo más significativo, porque es la semilla que plantamos y que germina. Somos más creativos con la inteligencia artificial. Nos potencia. A veces se necesita un equipo multidisciplinario que nos ayude a detonar la imaginación, pero no siempre podemos rodearnos de él. Ahí es donde entra la inteligencia artificial.
—¿Cómo es un bootcamp de AI?
—Son sesiones intensivas para quienes buscan que la inteligencia artificial acelere sus procesos. Pero, nos asentamos desde un enfoque crítico antes que en cómo usar una herramienta puntual, porque eso va a cambiar mañana. Además, son herramientas diseñadas específicamente para que cualquiera las pueda usar.
—¿Cómo trabajan el pensamiento crítico?
—Lo importante es conocer qué hay detrás de la tecnología. A la tecnología no la trajeron los aliens; la hicimos los humanos para los humanos. Entonces hay que entender que hay un pensamiento humano detrás, que hay sesgos; también hay que entender cómo funciona técnicamente. Para que, cuando trabajemos con cualquier otra herramienta, entendamos cómo usarla. Si entiendes las bases de la tecnología, puedes usar cualquier cosa y adaptarte a los cambios.
—¿Qué se llevan quienes toman el bootcamp?
—En la era de la inteligencia artificial, el pensamiento crítico es algo que debemos de trabajar en todos los niveles educativos y en cualquier momento. Lo segundo es desarrollar una habilidad para abrazar lo digital como una herramienta que potencia tus habilidades. Y otra cosa más es comprender el enfoque práctico. No solamente reflexivo, sino práctico de cómo interactuar con la herramienta va a ayudarte en tu día a día. Eso hace que tengas una perspectiva más amplia, cambiar opiniones y decir, sí, es una herramienta valiosa para mi día a día.
—¿Además de ChatGPT usan otras herramientas?
—Buscando abrazar la mayor parte de inteligencia artificial generativa, que es lo que ha democratizado el acceso. Vemos ChatGPT y Midjourney, pero también vemos otras como Sintesia para videos, y Smurf, que es para audios. Buscamos que los participantes vean la amplitud, que no tiene que ver sólo con los resultados. También vemos algunas herramientas académicas.
—¿ChatPDF?
—ChatPDF es interesante. Tenemos otras que son específicamente para el análisis científico: te dan referencias o hacen búsquedas de documentos científicos. ChatGPT tiene un enfoque transversal, pero, cuando tú estás realizando un trabajo doctoral de investigación, no es una herramienta en la que te puedas ni fiar ni apoyar porque no es para eso. Por eso, insisto, es importante el pensamiento crítico.
—Otra frase hecha dice que la inteligencia artificial va a revolucionar el aula. A casi un año de ChatGPT: ¿cambió el aula?
—Es una pregunta compleja, porque han pasado muchas tecnologías y la educación no ha cambiado. Pero es natural que no haya cambiado, porque la educación es conservadora en ese sentido y no se va con la primera cosa. Aunque a veces queremos que la educación avance más rápido, y su naturaleza es lenta porque analiza. Ahora bien, a diferencia de otros tipos de tecnologías, sí veo que empieza a haber cambios más profundos. Como ahora todo es más rápido y más fácil, los estudiantes ya están ahí, y empezaron a verse cambios en las evaluaciones, en las calificaciones. Incluso el concepto de plagio ha cambiado.
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