
El gobierno porteño decidió extender el calendario escolar en aquellos colegios que fueron tomados por sus estudiantes en las últimas semanas. La extensión de las clases será obligatoria para todos los estudiantes y la cantidad de días variará de acuerdo a cuánto haya durado la medida de fuerza en la institución.
De acuerdo al calendario escolar establecido para este año, las clases finalizaban para todas las secundarias el 2 de diciembre. A partir de esta nueva resolución, en las escuelas que fueron tomadas, las clases regulares se extenderán de acuerdo a los días que hayan permanecido cerradas. Luego, los estudiantes tendrán el período de apoyo para la evaluación y promoción previo a las mesas de examen, y el ciclo lectivo finalizará el 23 de diciembre.
Si bien la resolución es obligatoria para todos los alumnos, aquellos estudiantes que participaron de las tomas corren riesgo de quedar libres y perder su condición de alumno regular por faltas injustificadas en caso de no cumplir con el 85% de asistencia del bimestre.
“Establézcase la extensión del período de clases regulares fijado por la Resolución N° 52- GCABA-SSCPEE/21 y sus modificatorias para el ciclo lectivo 2022, en aquellos establecimientos educativos de nivel secundario que se hayan visto afectados por la toma del mismo”, dice la resolución que firmó hoy la ministra de Educación, Soledad Acuña.

Durante las últimas dos semanas, una veintena de colegios porteños fueron tomados por sus estudiantes. El Mariano Acosta comenzó la ola de tomas que luego continuó el Lengüitas y a la que se sumaron, entre otros, el Mariano Moreno, el Esnaola, la Osvaldo Pugliese, la Agustín Tosco, la Claudia Falcone, la García Lorca, la Escuela de Cerámica N° 1, la Rodolfo Walsh, la Julio Argentino Roca, el Nicolás Avellaneda, el Danzas N° 1, la de Teatro, el Yrurtia y el Liceo 5.
Los reclamos que más se reiteraron en los colegios giraron en torno a cambios en las viandas escolares, mejoras edilicias, rechazo a las prácticas laborales obligatorias en empresas y a la “persecución política” a los centros de estudiantes. Todas las medidas de fuerza se levantaron el jueves de la semana pasada.
“Nuestra obligación como adultos es enseñarles a los chicos a dialogar y a participar, pero entendiendo siempre que hay otros derechos que deben respetarse y que todas esas diferencias deben poder convivir en una misma sociedad. Vamos a seguir dialogando con los estudiantes como lo hicimos durante todos estos años de gestión. Sin embargo, también vamos a seguir siendo firmes respecto a los límites que supone la convivencia democrática; los espacios de diálogo están abiertos, pero siempre que las escuelas estén abiertas”, expresó Soledad Acuña, ministra de Educación porteña.
Tal como señala el “protocolo anti toma” que entró vigencia en 2018, los padres que autorizaron la medida de fuerza de los estudiantes deben pagar los gastos que se desprendan de esos daños. El gobierno porteño, a su vez, busca trasladar el costo de cada día de aulas cerradas. Los padres del Mariano Acosta, de hecho, fueron notificados de un pedido de 1.5 millones de pesos por día de ocupación en concepto de sueldos de docentes y no docentes, que se haría extensivo a las otras escuelas.
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