Irán puso fin al apagón de Internet, por ahora

¿Qué sigue para Irán? Un frágil alto el fuego con Israel ha frenado el lanzamiento de misiles, pero los iraníes están nerviosos por lo que vendrá después. Algunos temen que un régimen humillado se repliegue sobre sí mismo y se vuelva más represivo. Sin embargo, la guerra también permitió que una nueva generación de generales marginara a los clérigos, que han gobernado desde 1979. Al silenciarse las armas, el régimen relajó algunos de sus controles.

Durante el conflicto, las autoridades impusieron un apagón de internet de tres días, el más largo en años. Estas restricciones son frecuentes en Irán. El régimen las utiliza a menudo durante las protestas, antes de las elecciones o incluso para evitar que los estudiantes copien durante la temporada de exámenes. En 2023, Access Now, un grupo de defensa, contabilizó 34 apagones; solo India y Myanmar tuvieron más.

Esta vez, sin embargo, el motivo podría ser diferente. La reciente interrupción parece haber tenido como objetivo frustrar amenazas extranjeras. El 17 de junio, hackers vinculados a Israel atacaron el Banco Sepah, uno de los mayores prestamistas de Irán, y saquearon 90 millones de dólares de Nobitex, una plataforma iraní de intercambio de criptomonedas. Las autoridades iraníes afirmaron que el apagón se impuso para proteger a los ciudadanos de nuevos ataques. Las autoridades también cortaron las llamadas internacionales entrantes y prohibieron el uso de teléfonos móviles a los funcionarios, lo que sugiere una preocupación más amplia sobre la vigilancia o la infiltración.

IODA, un equipo de investigación del Instituto Tecnológico de Georgia, una universidad estadounidense, registró una interrupción casi total del 18 al 21 de junio. Incluso las redes privadas virtuales (VPN), la solución alternativa habitual, fallaron. Un análisis independiente realizado por el profesor Simon Angus, del Observatorio IP, un grupo de investigación de internet de la Universidad de Monash en Australia, muestra que solo el 1% de las direcciones IP monitoreadas (dispositivos conectados a una red informática) funcionaban. Su ubicación sugiere que probablemente estaban vinculados a universidades, bases militares y aeródromos administrados por el gobierno.

La interrupción del servicio bloqueó el acceso a información vital. Los iraníes no recibieron las alertas en redes sociales del ejército israelí sobre los ataques. Pegah, una iraní de 37 años residente en Londres, perdió el contacto con su familia en Teherán justo cuando discutían cómo escapar. “Fue un momento muy oscuro”, dice.

Los datos de Google Trends muestran que el interés en las aplicaciones de mensajería iraníes, como Rubika y Bale Messenger, se disparó en los últimos días, quizás porque la gente buscaba mantenerse conectada. Otras soluciones alternativas reflejan una fuerte demanda de conexiones seguras con el mundo exterior. Las búsquedas de VPN y Starlink, el servicio satelital de Elon Musk, también se dispararon, reflejando el repunte registrado durante las protestas generalizadas de 2022. Se cree que decenas de miles de iraníes utilizan Starlink, prohibido en Irán, a pesar de la necesidad de introducir dispositivos satelitales de contrabando. La televisión por satélite, que solo emite programación iraní, siguió disponible durante la guerra aérea. Pero Pegah, quien finalmente recuperó el contacto con Teherán, comentó que sus familiares y amigos estaban desesperados por obtener perspectivas internacionales al respecto.

Antes de la guerra, había indicios de que el régimen facilitaba la conexión de los iraníes con el mundo exterior y entre sí. El régimen desbloqueó oficialmente WhatsApp, una aplicación de mensajería, a finales de 2024. Desde el último bloqueo, Instagram, una red social, también es accesible, aunque esto podría ser un fallo técnico más que un cambio de política.

No está claro si todo esto refleja cambios más amplios. Los datos de IODA muestran que más del 80 % de las direcciones han vuelto a estar en línea, aunque quizás con velocidades más lentas que antes de la guerra. Pero la conexión irregular de Irán, al igual que su tregua con Israel, podría no durar mucho.

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