Remodelación en marcha: 7 claves para reformar y renovar una vivienda

Comprar la vivienda implica un cambio significativo que, en muchos casos, requiere destinar dinero extra para reformas que permitan adaptarlo a las necesidades del nuevo propietario. Las renovaciones demandan planificación y un presupuesto claro para evitar gastos inesperados que compliquen el proceso.

Un aspecto clave es decidir qué ambientes deben renovarse primero. Los expertos suelen recomendar priorizar espacios como la cocina o el baño, ya que son los que más uso reciben y suelen requerir trabajos más complejos. Además, resulta esencial evaluar si la obra se realizará por etapas o de forma integral, según la urgencia y los recursos.

A continuación, 7 tips elaborados sobre qué se debe tener en cuenta al momento de iniciar una reforma para evitar dolores de cabeza a futuro.

Uno de los aspectos esenciales al abordar una refacción es determinar cuáles son los ambientes que necesitan atención inmediata.

Según Maximiliano Olmi, de Arquitecto x Hora, “los baños, seguidos de las cocinas, suelen ser las áreas que concentran las mayores modificaciones antes de una mudanza”.

Estas áreas no solo tienen instalaciones complejas como cañerías y conexiones de gas que, en muchos casos, ya superaron su vida útil, sino que también son fundamentales para la habitabilidad de una casa.

La duración de las remodelaciones varía según el espacio. “Un baño estándar requiere entre tres y cinco semanas de trabajo, mientras que una cocina puede demorar entre cuatro y seis semanas, según los elementos adicionales como muebles y aberturas”, explicó Olmi a Infobae.

La arquitecta Gabriela Correa, especialista en proyecto, dirección y ejecución de obras nuevas y remodelaciones, coincidió en señalar que los baños y cocinas son prioritarios, destacó además que, de acuerdo con el alcance de la obra, “los plazos aceptables para una reforma completa en estas áreas pueden oscilar entre cuatro y seis semanas”.

Otro tema crucial es el presupuesto necesario tras adquirir una propiedad.

Es importante incluir un porcentaje adicional al costo del inmueble para adecuarlo a condiciones óptimas.

“Si se adquiere una propiedad por USD 90.000, planear un 20% adicional es razonable para hacerlo habitable; en cambio, para un nivel premium, este porcentaje puede alcanzar hasta un 60%”, comentó Olmi.

Desde el sector argumentaron que el porcentaje puede variar en cómo se encuentre el estado del inmueble. Tanto en CABA como en el Gran Buenos Aires, el mercado inmobiliario se encuentra en una zona de oportunidad. Aunque los valores de los usados aumentaron un 10% interanual, todavía es posible encontrar unidades de hasta tres ambientes por menos de USD 100.000 en barrios como San Telmo, Chacarita, Villa del Parque, Saavedra y Barracas, entre otros.

Correa detalló que se necesita de un 20% extra para un departamento pequeño, como un dos ambientes de 38 metros cuadrados, puede ser suficiente para darle funcionalidad y estética, “mientras que un nivel premium requeriría al menos un 40% como mínimo”.

Una inspección profesional antes de comprar es imprescindible para prevenir problemas ocultos.

Tal como afirmó Olmi, este tipo de revisiones permiten “detectar vicios ocultos en la estructura o instalaciones que no son visibles a simple vista”, además de calcular posibles costos de reparación.

“Muchas veces, el asesoramiento surge porque los futuros propietarios detectan indicios como humedad, hundimientos o grietas en pisos y paredes”, añadió.

Antes de comprar una vivienda, se recomienda revisar con atención paredes, pisos y techos durante la visita previa, además de abrir las canillas para comprobar la presión del agua.

Por otro lado, Correa recalca que, en edificios, es menos frecuente encontrar problemas estructurales serios, pero en propiedades individuales o en planta baja es esencial prestar atención a elementos como grietas, hundimientos y el estado de las capas aisladoras. “Detectar estos aspectos tempranamente no solo facilita planear las refacciones, sino que también asegura la inversión a largo plazo”.

Mudarse antes de terminar una refacción puede ser una necesidad urgente para cientos de familias que buscan dejar de pagar alquileres, por ejemplo, o independizarse si viven con sus padres.

Olmi mencionó que, en estos casos, se prioriza completar áreas clave como “un baño funcional, dormitorios y la cocina, para dejar los ambientes sociales para después de la mudanza, como el living”.

Sin embargo, también advirtió sobre las complicaciones de trabajar en casas habitadas, especialmente debido a la suciedad y el polvo que generan diferentes sectores en obra. Es recomendable ajustar las remodelaciones al presupuesto disponible para evitar gastos excesivos antes de la mudanza.

Como solución práctica, sugiere completar primero las obras sucias, y dejar aspectos decorativos o no esenciales para después: “Diseñar la iluminación pero instalar los accesorios más tarde, por ejemplo”, dijo Correa.

Aun así, ambos expertos coincidieron en lo complicado que resulta convivir en una vivienda en construcción.

Errores al planificar el presupuesto generan inconvenientes durante la obra.

Según Olmi, uno de los problemas más frecuentes es no calcular adecuadamente los costos de imprevistos, como cañerías deterioradas o materiales con medidas específicas que requieren ajustes extras. Añadió que “definir todos los detalles por adelantado, minimiza imprevistos y asegura cumplir con plazos y presupuestos”.

Varias veces los propietarios llegan con ideas y expectativas poco realistas, y complican el desarrollo del proyecto.

Correa sostuvo: “Para evitar sorpresas, es vital dedicar suficiente tiempo tanto al diseño como a la elaboración del presupuesto. Cuanto más desarrollado esté el proyecto inicial, menos errores en tiempo y costo habrá en la ejecución”.

A la hora de elegir materiales, Olmi y Correa destacaron alternativas económicas y versátiles para lograr terminaciones de calidad sin disparar los costos.

Los pisos vinílicos SPC (Solid Polimer Composite y en español, Compuesto de polímero sólido, que se hacen con PVC y polvo de piedra caliza), el microcemento y el cuarzo sintetizado para mesadas son algunas de las opciones que permiten modernizar los espacios a precios razonables. “Además de la variedad, estos materiales se instalan en menos tiempo que las opciones tradicionales”, contó Olmi.

El costo de los materiales para construcción subió 150% interanual, con costos retrasados que se mantuvieron en ascenso durante 2024. Recién desde agosto comenzaron a estabilizarse o a ubicarse por debajo de una inflación que cayó drásticla mEete en septiembre.

Refaccionar distintos ambientes por metro cuadrado tiene un costo base de USD 900, mientras que construir desde cero para una casa nueva (con terreno propio o edificar sobre construcción preexistente) parte desde USD 1.500 por m2.

Por otro lado, Correa enfatizó que algunos elementos, como revestimientos para paredes, mesadas y carpinterías, representan los mayores costos dentro de un proyecto de remodelación: “Son inversiones considerables, pero elevan el valor de la propiedad significativamente”.

Dejar los detalles estéticos para el final de la obra garantiza que estos se integren adecuadamente con las renovaciones estructurales previamente realizadas.

Olmi recalcó que, si bien estos detalles deben estar diseñados desde el principio, “es durante las últimas semanas de la obra cuando se ejecutan, ya que son lo más visible y quedan expuestos con la vivienda terminada”.

En esta misma línea, Correa afirmó que es fundamental priorizar aspectos funcionales y estructurales, como instalaciones eléctricas y sanitarias, antes de abordar tareas decorativas. “De este modo, se reducen errores y se evitan modificaciones innecesarias que puedan retrasar el proyecto”, aconsejó.

Para lograr un diseño interior efectivo en espacios como el living y los dormitorios, hay que equilibrar funcionalidad y estética. Se aconseja priorizar muebles versátiles, iluminación adecuada y una paleta de colores que genere armonía. Detalles como textiles agradables, alfombras y cortinas pueden transformar un ambiente, haciéndolo más cálido y confortable. Además, es importante tener en cuenta el tamaño del espacio para elegir elementos que no lo sobrecarguen visualmente.

Las tendencias actuales incluyen el uso de tonos neutros combinados con acentos en colores tierra, muebles minimalistas de líneas rectas y materiales naturales como madera y fibras vegetales.

“En los dormitorios, se busca un ambiente relajante con cabeceros tapizados y textiles en tonos suaves, mientras que en el living predominan los sillones modulares y los detalles en metal o piedra que aportan modernidad y personalidad al espacio”, concluyó Correa.