
A partir del lunes, cuando baje el impuesto PAIS diez puntos porcentuales (de 17,5% a 7,5%), el Gobierno comenzará a mirar de cerca si efectivamente, con el correr de las semanas, esa disminución se empieza a ver reflejada en los precios. Si bien el aumento de ese tributo fue aplicado de forma temporal -de hecho, en enero debería eliminarse por completo-, la decisión de bajarlo ahora apunta a generar una reducción fuerte de costos y que eso contribuya a reducir los valores finales de los productos. En el caso de los alimentos, ya el Gobierno había tomado hace algunos meses medidas para facilitar la importación y que ello genere mayor competencia localmente y, por ende, menores precios. Ahora, la decisión es bajar el impuesto a todos los bienes, por lo que podría esperarse un mayor impacto. ¿Qué dicen las empresas proveedoras? ¿Y el supermercadismo?
Concretamente, la medida tomada meses atrás apuntó a reducir el plazo de pago de las importaciones y suspender, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias para unas 3.000 posiciones arancelarias de materias primas, pero fundamentalmente bienes finales. En ese momento, la idea era lograr que las empresas locales reduzcan sus listas de aumentos, ante la amenaza de que los supermercados podrían salir a los mercados del exterior a buscar nuevos proveedores. El objetivo se logró, pero las góndolas no se inundaron de productos importados, ya que en muchos casos los precios locales siguieron más competitivos y, por otra parte, son procesos que llevan tiempo, habían afirmado las cadenas.
Con la decisión de reducir para todos los insumos y bienes finales el impuesto a partir del lunes, las compañías alimenticias comenzarán a revisar, de acuerdo a su estructura de costos, cuánta incidencia tienen los insumos del exterior y si pueden o no trasladar algo al consumidor. En principio, según fuentes de varios firmas, no habría demasiado impacto. Donde sí se podría reflejar una baja más directa es en los productos que son netamente importados.
“Va a impactar más fuerte en lo importado directamente por cada cadena que en lo que se compra en el mercado interno por una cuestión lógica de incidencia. Por ejemplo, en los productos que se compran en el exterior, como banana, palta, café, algo de harina, algo de pan, panificados y galletitas, ahí impacta de lleno. En lo que compramos nacional, el impacto es indirecto, según la incidencia que tengan los insumos y materias primas importadas en el producto final”, dijeron en una cadena nacional de supermercados.
La fuente agregó que si a esta medida de la baja del impuesto PAIS se le suma, en algunas semanas, menores aranceles para insumos, eso también puede contribuir a que bajen algo los precios. “De todos modos, si después entran los importados directos a precio más competitivo, debería generar todavía más presión al producto nacional para bajar de precio”, señaló.

“Va a ser difícil ajustar precios hacia adelante, sobre todo si la competencia internacional se incrementa. Pero nosotros venimos ya de un año en el que no hemos tenido aumentos en las categorías. Los márgenes se están volviendo muy finos”, precisó el dueño de una alimenticia nacional. Al contrario de lo que el equipo económico puede suponer, en las empresas proveedoras no están avizorando, por el momento, un gran impacto en el valor final de sus alimentos. “Ya tenemos muchas materias primas sin impuesto PAIS; tal vez nos impacta en la estructura de costos por el pago de fletes y de algunos repuestos, pero eso no tiene gran incidencia”, explicó el empresario.
“En líneas generales, la baja del impuesto PAIS nos podría afectar en el packaging y algún insumo, pero eso, en la matriz de costos, no es más de 10% en el total. Por eso, en nuestra cadena productiva no lo veo muy significativo el impacto, tal vez 3%, pero si tenés una devaluación del 2%, prácticamente en 2 meses el efecto es nulo. Sí puede servir para todo lo que tiene que ver con repuestos, inversiones a mediano plazo, pero más a mediano plazo”, dijeron en otra alimenticia de productos básicos. Lo mismo dijeron en otra de rubro similar: “Es muy buena noticia la baja del impuesto PAIS. Ayuda a mejorar los costos en las materias primas y los insumos importados, pero no tengo claro si eso va a tener impacto en baja de precios. Seguro va a ayudar a mejorar costos y que eso te permita seguir sosteniendo los precios”.
En las empresas reconocieron que el impacto se notará más en algunos productos que en otros. “Para un producto como el café, por ejemplo, es muy importante el peso de la materia prima sobre el precio del producto final. En otros, un insumo capaz que es un porcentaje menor sobre el costo final. Pero lo que sea, bienvenido y sirve. Suma un montón. La expectativa de que esto tenga un impacto directo en una baja masiva de precios, yo no la veo. Pero sí puede ocurrir en algunas categorías”, dijeron en una de las principales firmas del sector.
Los precios de los alimentos estuvieron impulsados, en los últimos meses, básicamente por el alza de los productos estacionales, como las frutas y verduras. El resto se movió en un rango inferior y el motivo es la fuerte contracción de las ventas que sufre el consumo masivo. Para septiembre, algunas compañías ya enviaron listas a los supermercados y según fuentes de sector, “la gran mayoría envió subas por debajo de la inflación”. “Hay pocas listas y por debajo del IPC. El que mandó incrementos en línea con la inflación, después ya está acordando la inversión promocional. De todos modos, en lo que respecta a la baja del impuesto PAIS desde el lunes, si hay bajas se empezarán a ver en los próximos 20 días a un mes”, dijeron las fuentes supermercadistas.
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