Unión, sonrisas y una ilusión incontenible: el detrás de escena de la preparación del equipo argentino para la Billie Jean King Cup

Desde este viernes, la Selección femenina buscará avanzar a los Qualifiers del torneo por equipos más importante del mundo. La intimidad del grupo en la previa de los cruces con Suiza y Eslovaquia

Guardar
Entre risas y entrenamiento, Las
Entre risas y entrenamiento, Las Guerreras construyen la química que las hará más fuertes en la cancha (Crédito: Prensa AAT/Florencia Agulló)

Desde que pisaron suelo cordobés, las integrantes de la Selección Argentina de Tenis Femenina YPF comenzaron a trabajar en un ambiente de camaradería que se percibe a simple vista. Aunque el tenis suele ser un deporte individual, Las Guerreras muestran una unidad poco habitual: no hay egos ni exigencias extravagantes; todas comparten rutinas, charlas y risas en un mismo plano de igualdad.

Con la mente puesta en lograr la clasificación a los Qualifiers 2026, las albicelestes mantienen una rutina estricta, casi sin distracciones: del hotel al club y del club al hotel.

Los espacios de relax llegan en el búnker nacional, ubicado a pocos metros de una de las canchas auxiliares del Córdoba Lawn Tenis Club, donde el grupo se reúne para distenderse y fortalecer el espíritu de equipo, mientras de fondo suena reguetón a todo momento: “Luigi (Giovannini) es cordobesa y la que se encarga esta serie de musicalizar”, comentó Julia Riera.

Julia Riera destaca la buena
Julia Riera destaca la buena energía que mantiene al equipo unido, incluso con las jugadoras que no están citadas en Córdoba (Crédito: Prensa AAT/Florencia Agulló)

Una de las escenas en las que se pudo percibir a simple vista la buena energía del grupo fue durante la noche del lunes, en el cocktail de bienvenida que compartieron las tres delegaciones. Las argentinas, Solana Sierra, Lourdes Carlé, Jazmín Ortenzi, Julia Riera y Luisana Giovannini, siempre estuvieron con una sonrisa, contagiaron su alegría, bailaron, improvisaron el clásico “trencito” que nunca falta en las fiestas y, micrófono en mano, se animaron a cantar, demostrando una vez más que la unión y el disfrute también forman parte del espíritu de Las Guerreras.

Sierra, pese a ser la número uno del equipo, se mueve como una más y no tiene exigencias especiales: “Es algo lindo, me da confianza. Pero como dije el año pasado, también fui la número uno y no cambia tanto. Estamos todas unidas por el mismo objetivo”, aseguró la marplatense.

La pergaminense Riera, quien cuenta con un récord de 18 triunfos y 6 derrotas en la Billie Jean King Cup, destacó el buen clima dentro del equipo. Según contó, todas las jugadoras se llevan muy bien y el cuerpo técnico cumple un rol clave para mantener la unión del grupo, en especial la psicóloga del equipo, Nelly Giscafré, quien aporta siempre buenas energías y equilibrio emocional. A su vez, Carlé se distingue por su alegría constante, un carisma que contagia a todo el plantel.

Más que un equipo en
Más que un equipo en preparación: en Córdoba se respira pertenencia, alegría y compromiso compartido entre Las Guerreras (Crédito: Prensa AAT/Florencia Agulló)

La capitana Mercedes Paz es pieza fundamental en la construcción de la armonía de Las Guerreras: “Creo que con Flor Labat (subcapitana) transmitimos algo muy importante: que una puede haber sido tenista, pero que la amistad y el compañerismo trascienden con el tiempo. Siempre tratamos de remarcar que, en las competencias por equipos, lo esencial es construir el equipo. Muchas veces las individualidades no suman, sino que restan”.

Y continuó: “Se percibe en la buena energía que hay, incluso con las jugadoras que no están en esta convocatoria. Hoy hay una gran profundidad en el tenis femenino argentino. La semana pasada, once jugadoras estuvieron en Tucumán y todas nos desearon buenas vibras cuando viajábamos a Córdoba. Esa unión y ese deseo compartido de que Argentina logre el objetivo de clasificar es algo que me emociona y que habla del presente que estamos viviendo”.

En un deporte donde la soledad suele ser rutina, este equipo eligió el camino opuesto: el del compañerismo, el compromiso y la alegría compartida. Las Guerreras no sólo entrenan para ganar una serie, sino para dejar una huella en esta nueva etapa del tenis femenino argentino.

Por estas horas, en Córdoba se respira algo más que un equipo en preparación: se respira pertenencia. Pase lo que pase en la cancha, ya construyeron lo más difícil de conseguir: la unión del equipo.