Profundo dolor en el deporte argentino: murió Enriqueta Duarte, la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha a nado

La heroína de la natación protagonizó la hazaña en 1951. Durante su carrera, también representó a Racing

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El deporte nacional está de luto. Es que el mensaje que emitió el Comité Olímpico Argentino (COA) cautivo a los amantes de la natación con un profundo dolor.

El Comité Olímpico Argentino lamenta el fallecimiento de Enriqueta Duarte, atleta olímpica y pionera de la natación argentina. Acompañamos a su familia, amigos y seres queridos en este doloroso momento", fue el texto que publicó la institución, junto a la foto de una de las heroínas más recordada de la historia albiceleste.

Su legado comenzó a escribirse en la década del cincuenta. A pesar de que los organizadores intentaron disuadirla debido al fuerte oleaje y las condiciones adversas, Enriqueta Duarte decidió lanzarse al agua con solo una malla, gorra y antiparras, ya que en ese entonces no existían los trajes de neopreno. Fue una de sus tantas aventuras.

En esa jornada de marzo de 1963, la nadadora porteña se percató de que la habían dejado en un punto incorrecto y debió nadar 8 kilómetros adicionales para alinearse con el Centro Cívico de Bariloche antes de iniciar el cruce oficial del lago Nahuel Huapi. Aunque la distancia prevista era de 10 kilómetros, ella completó 18 kilómetros en 2 horas, 54 minutos y 4 segundos, mientras que el público local la ovacionaba desde la orilla.

Previamente, el 16 de agosto de 1951, se había convertido en la primera mujer latinoamericana en cruzar a nado el Canal de la Mancha, cubriendo los 35 kilómetros que separan Gran Bretaña del continente europeo en un tiempo récord de 13 horas y 26 minutos. Esta hazaña la posicionó en el tercer puesto de la clasificación general y le permitió superar el récord sudamericano, hasta entonces en manos de Antonio Albertondo y Daniel Carpio.

Nacida el 26 de febrero de 1929 en el hospital Rivadavia, Duarte creció en el barrio porteño de Palermo junto a su madre, Enriqueta Ibarra García, su padre, Roque Duarte, y su hermano Jorge. Aprendió a nadar a los 9 años en el Club Obras Sanitarias de la Nación, donde su papá trabajaba, y desde entonces se inclinó por los estilos pecho y crol.

A los 12 años, el 14 de febrero de 1942, ganó su primera competencia en estilo pecho en un torneo interno del club, disputado en una pileta de 33 metros. Su desempeño motivó al entrenador a sugerir a sus padres que se integrara al equipo de natación, lo que llevó a la familia a reorganizar su vida para apoyarla en su incipiente carrera deportiva.

Duarte se graduó como maestra en la Escuela Normal Superior Presidente Roque Sáenz Peña, donde fue capitana del equipo de natación y lideró la obtención de los títulos intercolegiales en 1944, 1945 y 1946. En ese último año, ganó campeonatos nacionales en todas las categorías y realizó su primer viaje internacional para competir en el Sudamericano de Río de Janeiro.

En 1948, representó a Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres, participando en los 100 metros libres (30°), 400 metros libres (19°) y en la posta 4 x 100 metros (10°). Al año siguiente, compitió en el Sudamericano de Buenos Aires y en 1950 comenzó a practicar esgrima y a estudiar derecho en el edificio de Figueroa Alcorta, donde le ofrecieron ser profesora ad honorem de natación. Allí se enteró de que Antonio Albertondo había cruzado el Canal de la Mancha el año anterior, lo que despertó su interés por ese desafío, a pesar de su experiencia exclusiva en natación de piscina.

El cruce del Canal de la Mancha, organizado por el diario Daily Mail de Londres, admitía solo a 20 nadadores. En 1951, se inscribieron 1.551 aspirantes, pero el cupo para nuevos participantes se redujo a 12, ya que los que habían completado la travesía anteriormente tenían prioridad. Duarte logró asegurarse un lugar entre los seleccionados.

El día de la competencia, el mar se encontraba muy agitado, lo que llevó a Duarte a prepararse mentalmente para una travesía de 22 horas. Sin embargo, a las seis horas de nado, divisó los acantilados blancos de Dover, lo que le dio un impulso decisivo para continuar. Finalmente, completó el cruce en 13 horas y 26 minutos, estableciendo un nuevo récord sudamericano y convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana en lograrlo.

La proeza del Nahuel Huapi en 1963 no fue la única travesía en aguas abiertas que sumó a su historial. Duarte cruzó el lago en cuatro ocasiones más y, en 1965, realizó el cruce del lago Lácar. Entre 1985 y 2006, se consagró campeona master de natación en torneos nacionales, sudamericanos, panamericanos y mundiales. En 1998, cruzó los ríos Orinoco y Caroní en Venezuela, llegando primera en su categoría entre 600 nadadores.

Durante su carrera también representó a Racing Club de Avellaneda, y la entidad bonaerense, a través de su Departamento de Historia y Archivo, publicó una serie de fotos inéditas, defendiendo el escudo de la Academia. Su recuerdo permanecerá para siempre y su legado será eterno.