El crudo relato de una campeona olímpica sobre el trato “tóxico” con su entrenador: “Me rompió”

La nadadora Rūta Meilutytė, medalla de oro en los Juegos de Londres 2012, se sumó a otras 16 denuncias contra el coach Jon Rudd

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Ruta Meilutyte, en una competencia
Ruta Meilutyte, en una competencia en 2024 (Insidefoto di andrea staccioli/Alamy Live News)

Con el testimonio de la nadadora olímpica Rūta Meilutytė, emergieron nuevas acusaciones sobre un presunto ambiente “tóxico” dentro del club de natación inglés Plymouth Leander, bajo la dirección del entrenador Jon Rudd. La lituana, quien se alzó con el oro en los 100 metros estilo pecho en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, declaró que el enfoque de Rudd en la dieta contribuyó al desarrollo de un trastorno alimentario y depresión durante su carrera. Esta denuncia, junto con la de otras 11 exnadadoras, ha puesto bajo escrutinio el entorno que, según ellas, marcó profundamente sus vidas.

Meilutytė, actualmente con 28 años, relató en una entrevista en el Reino Unido que el régimen impuesto por Rudd “me rompió”. Llegó al Reino Unido desde Lituania en 2010 para entrenar con él y, dos años después, se convirtió en la persona más joven en ganar los 100 metros estilo pecho con apenas 15 años. Sin embargo, no todo era gloria detrás de su éxito. Según afirmó, le confesó al entrenador que se provocaba vómitos para perder peso, a lo cual él respondió con una burla: “Bueno, al menos te deshaces de las calorías”. También aseguró que, antes de una competición importante, el entrenador le dijo que su cuerpo no era adecuado para su desempeño, alegando que su “trasero estaba gordo”. Estas experiencias, sumadas a otros comportamientos, llevaron a su salida del club en 2017.

Las acusaciones contra Jon Rudd trascienden el caso de Meilutytė. La medallista olímpica Cassie Patten, quien ganó bronce en Pekín 2008, y la campeona de los Juegos de la Juventud de la Commonwealth, Phoebe Lenderyou, también han señalado prácticas abusivas. Patten afirma que Rudd la obligó a entrenar con una lesión en el hombro, lo que terminó prematuramente con su carrera en 2011. Por su parte, Lenderyou expresó que las demandas del entrenador agravaron un trastorno alimentario que ya padecía. Estas revelaciones han generado cuestionamientos en torno a la gestión y supervisión en el club durante el periodo de Rudd.

De acuerdo con una investigación conducida por Swim England en 2012, la cual incluía declaraciones de hasta 17 testigos, tanto Rudd como su asistente Lindsay Trimmings deberían haber sido suspendidos de sus roles en Plymouth Leander. Pese a estas recomendaciones, no se tomaron medidas en su contra. Andy Salmon, director actual del órgano rector Swim England, expresó: “No sé por qué Rudd no fue suspendido, y estoy profundamente, profundamente apenado por los perjuicios causados a las personas afectadas por estos fallos”.

El impacto de estas decisiones, o la falta de ellas, ha generado amplio debate ahora que Jon Rudd se encuentra a un paso de convertirse en el director de alto rendimiento del equipo olímpico de natación de Arabia Saudita. Además de sus funciones como entrenador principal en Plymouth Leander desde 1989 hasta 2017, tenía también responsabilidades de protección y supervisión para velar por el bienestar de los atletas, lo que aumenta la gravedad de las denuncias.

Rūta Meilutytė se había mudado
Rūta Meilutytė se había mudado al Reino Unido desde Lituania para potenciar su carrera (Credit Image: © Chuck) Myers/Mct/MCT/ZUMAPRESS.com)

Frente a las críticas, Plymouth Leander ha tomado distancia de los hechos denunciados. En un comunicado, el club aseguró que está “profundamente preocupado” por las acusaciones, pero también afirmó que ahora la organización es “fundamentalmente diferente” desde la salida de Rudd. Asimismo, Plymouth College, que mantenía una asociación con el club, confirmó haber terminado su relación institucional.

El caso de Rudd y Plymouth Leander no ha sido un hecho aislado. Swim England anunció que está revisando un total de 1.500 casos de salvaguardia llevados a cabo en todo el país entre 2002 y 2022. Esta extensa revisión representa un esfuerzo tardío para abordar problemas históricos en la gobernanza del deporte en Inglaterra. “Claramente, la organización no actuó de acuerdo con las recomendaciones independientes hechas en ese momento. Y lamento mucho, en nombre de Swim England, por cualquier sufrimiento que eso pudiera haber causado”, agregó Samon, en declaraciones reproducidas por The Sun.