Jekyll y Hyde en una historia de pócimas e ilusiones: el nuevo universo fantástico de Tiffany Calligaris

La autora explicó cómo construyó Venenos que obsesionan, un thriller mágico con tintes oscuros y una voz narrativa más madura

Guardar
Calligaris adapta su voz narrativa
Calligaris adapta su voz narrativa para acompañar a lectores en distintas etapas de la vida - (Kathryn Hollinrake)

Tiffany Calligaris, reconocida como una de las voces contemporáneas más influyentes del fantasy latinoamericano, vuelve a sorprender a sus lectores con una propuesta que marca un nuevo rumbo en su trayectoria: una bilogía de fantasía oscura, ambientada en la lluviosa ciudad de Glasgow, donde la magia y el misterio se filtran en los pasillos de una universidad tan antigua como enigmática.

Con Venenos que obsesionan, la autora argentina apuesta por una historia más adulta, atravesada por crímenes, pociones e ilusiones, sin perder el sello fantástico que la ha convertido en una de las voces más queridas del género.

Desde su hogar en Barcelona, y en plena espera de su primer hijo, Calligaris comparte con Infobae los secretos detrás de este nuevo proyecto: las lecturas que la inspiraron, los desafíos de escribir para un público más maduro y su deseo de acompañar a sus lectores a lo largo de todas las etapas de la vida.

Proceso creativo e influencias literarias

El germen de Venenos que obsesionan se remonta a la fascinación de Calligaris por los clásicos literarios, en particular El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. Según relató la autora, este libro la acompañó desde la adolescencia y fue una fuente constante de inspiración: “Es una historia que me encantó, que releí varias veces. Tengo un montón de ediciones de colección. Hace mucho que quería incorporarlo a mis historias, por lo menos la idea del tónico que separa nuestra naturaleza del bien y el mal”.

Sin embargo, Calligaris decidió no realizar un retelling directo del clásico de Stevenson. “Nunca me terminó de convencer la idea de hacer un retelling, porque es un libro corto y siento que es perfecto así como está”, explicó. En cambio, optó por tomar el concepto del tónico y construir un sistema de magia propio, basado en pócimas, brebajes e ilusiones, que se integra de manera orgánica en el mundo de su bilogía.

La autora argentina apuesta por
La autora argentina apuesta por una narrativa más adulta en 'Venenos que obsesionan', fusionando magia, crímenes y realismo universitario

La autora también reconoció la influencia de otras obras y autores en su proceso creativo. Entre ellos, mencionó a la saga de Harry Potter, especialmente las clases de pociones, que fueron sus capítulos favoritos durante su juventud. Además, Calligaris citó a Agatha Christie, Sherlock Holmes y la serie de Cormoran Strike de Robert Galbraith como referentes en la construcción de la trama policial y el desarrollo de los misterios que atraviesan la historia. “Me gusta mucho el arte del thriller y estaba intimidada, pues es la primera vez que hago una investigación con sospechosos e ir plantando las pistas a ver quién es el culpable”, confesó.

Otra influencia significativa provino de la novela La novena casa de Leigh Bardugo, que, según Calligaris, la inspiró a crear una historia con un sistema de magia realista y una ambientación universitaria: “Es un libro que me fascinó. Lo terminé de leer y dije: ‘Me encantaría poder escribir algo de este estilo, meterme en algo que se sienta muy real en la vida cotidiana de la universidad, pero al mismo tiempo tenga magia’”.

Construcción del mundo y sistema de magia en “Venenos que obsesionan”

La creación de universos fantásticos es una constante en la obra de Calligaris, quien desrrolló una metodología propia para evitar contradicciones y mantener la coherencia interna de sus mundos. “Trato de no poner demasiadas reglas desde el principio, más si voy a hacer una saga, porque a lo largo de los libros es difícil no contradecirse”, explicó a lo largo de la entrevista.

En Venenos que obsesionan, la regla fundacional es la existencia de las artes ocultas, un sistema de magia reservado para quienes poseen la “chispa de la magia en la sangre”. Estos ocultistas pueden especializarse en una de tres ramas: pócimas, ilusiones o alquimia. A partir de esta premisa, Calligaris construyó una sociedad secreta que opera bajo la superficie de la vida cotidiana, con la Corte de James como institución central encargada de investigar crímenes relacionados con el uso de la magia.

La autora se documentó sobre alquimia y artes ocultas, recurriendo tanto a textos históricos como a tendencias contemporáneas, como la popularidad de rituales en redes sociales. Además, incorporó elementos prácticos de la química y la mezcla de sustancias para dotar de verosimilitud a las pócimas y brebajes que forman parte del sistema mágico. “Dividí todo lo que imaginaba entre lo que ya estaba en mi cabeza y cosas más prácticas, ya sea de química o cómo se mezclan sustancias”, detalló.

El primer libro de la bilogía se estructura en torno a un caso autoconclusivo, siguiendo la lógica de una investigación policial. Los protagonistas, Lucero Nieves y Benedict Knight, son agentes de la Corte de James y deben resolver crímenes donde se sospecha la intervención de las artes ocultas. Esta estructura permite que cada volumen aborde un caso distinto, mientras los personajes evolucionan a lo largo de la serie.

Tiffany Calligaris explora la fantasía
Tiffany Calligaris explora la fantasía oscura y el thriller en su nueva bilogía ambientada en Glasgow - (Kathryn Hollinrake)

Ambientación y género: dark academia y realismo mágico en un entorno universitario

Venenos que obsesionan se inscribe en el subgénero dark academia, una decisión consciente de Calligaris, quien buscó crear una atmósfera cargada y envolvente en un ambiente académico. La historia transcurre en una universidad de Glasgow, ciudad que la autora describe como “temperamental, gris, lluviosa”, lo que contribuye a la ambientación sombría y misteriosa de la trama.

La obra combina elementos de realismo mágico con la vida cotidiana de los personajes, integrando el sistema de magia en el día a día universitario. Según Calligaris, su intención era dirigirse a un público más adulto, con un lenguaje y temáticas que abordan cuestiones como el sexo, las drogas y los conflictos propios de la vida universitaria. “Mi idea era que sea como un poco más adulta, para un lector un poquito más grande que juvenil, porque tiene un lenguaje ya más para adultos”, afirmó.

Evolución de la voz narrativa: de la literatura juvenil a la adulta

A lo largo de su carrera, Calligaris transitó distintos registros narrativos, adaptando su estilo según la edad de su público objetivo. En la entrevista, la autora reflexionó sobre este proceso: “La misma voz cambia un poco dependiendo de la edad del lector para la que está pensada la escena del libro”. Reconoció la influencia de autores como J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis, cuyas obras le enseñaron a equilibrar la profundidad de los mundos fantásticos con la accesibilidad para distintos tipos de lectores.

El salto hacia una narrativa más oscura y adulta en Venenos que obsesionan representó un desafío para Calligaris, quien debió ajustar su lenguaje y abordar temáticas más complejas. “Me costó sentirme cómoda, porque estoy acostumbrada a cuidar un poco más el lenguaje con todos los libros que vengo escribiendo. Sabía que para dar ese salto, que se sienta como una atmósfera más adulta, universitaria, donde hay asesinatos, accidentes, sexo, drogas, había que manejarlo con naturalidad”, relató.

La autora también compartió su experiencia al escribir para públicos más jóvenes, como en su libro inspirado en El lago de los cisnes - Cisne de Noche y Cristal - y su continuación inspirado en El cascanueces - Hadas de Sueños e Invierno -, donde debió aprender el vocabulario del ballet y adaptar la narración a un ritmo más ágil y accesible para la edad a la que estaba destinada la historia.

Calligaris adapta su voz narrativa
Calligaris adapta su voz narrativa para acompañar a lectores en distintas etapas de la vida

Por otro lado, el desarrollo de este nuevo universo implicó un proceso editorial riguroso y prolongado. Calligaris comenzó a escribir la bilogía varios años antes de su publicación, alternando este proyecto con otros compromisos editoriales. “Veneno fue el libro que más edición tuvo. Lo había arrancado a escribir hace varios años como un proyecto secreto, y fue cambiando bastante porque a veces cambiaba de idea y volvía para atrás”, detalló.

La edición final se realizó junto a un editor español de la editorial Urano, quien aportó una mirada exigente sobre el sistema de magia y la distinción entre la voz juvenil y la adulta. “Fue un desafío que le di la bienvenida, porque a veces como escritor uno se puede sentir cómodo y está bueno que alguien venga y te sacuda un poco para seguir mejorando”, afirmó Calligaris en la entrevista.

La autora también mencionó que la elección de publicar con el sello de Urano respondió a su afinidad como lectora con el género dark academia y su admiración por autoras de la casa como Victoria Schwab.

Relación con los lectores y el impacto de las redes sociales

El vínculo entre Calligaris y sus lectores evolucionó con el auge de las redes sociales. En sus primeros años como escritora, la interacción se limitaba a eventos presenciales, pero hoy la autora recibe comentarios y opiniones de manera instantánea a través de plataformas digitales.

Además, con el auge de las redes sociales, la literatura afrontó un nuevo paradigma donde las etiquetas van más allá del género principal. “Ahora hay un montón de etiquetas, un montón de categorías que cuando yo era chica ni siquiera existían. Es como venir de una pecera chica que cada vez se va agrandando más”, reflexionó.

Calligaris reconoció que la categorización actual de los libros, impulsada por bookstagrammers - perfiles que se dedican a compartir contenido literario vía Instagram - y blogueros, puede resultar intimidante, pero también enriquecedora.

“A veces hay categorías en las que no pensé que mi historia entraba, pero al mismo tiempo es divertido porque trato de saber en qué género estoy escribiendo, para qué edad de lectora, y después seguro me voy a ir descubriendo que piso otras cosas”, comentó.

El proceso creativo de Calligaris
El proceso creativo de Calligaris incluye influencias de Harry Potter, Agatha Christie y Leigh Bardugo - (Kathryn Hollinrake)

Próximos proyectos e inquietudes personales

En la actualidad, Calligaris se encuentra enfocada en la segunda parte de la bilogía y en el desarrollo de nuevas ideas, algunas orientadas a un público infantil, motivada en parte por su experiencia personal de su primer embarazo. “Tengo ideas para otros libros, pero recién empiezan a ser ideas muy desde el principio. Ahora, estando embarazada, empecé a pensar en historias que le pueda contar a mi hijo, pero que son mucho más infantiles que ‘Venenos”, compartió.

La autora expresó su deseo de acompañar a sus lectores en distintas etapas de la vida, adaptando su voz y sus historias a las necesidades de cada público. Además, manifestó su entusiasmo por compartir con su futuro hijo los libros que la marcaron en su infancia, como El señor de los anillos, Harry Potter y Eragon.

Con Venenos que obsesionan, Tiffany Calligaris no solo se adentra en territorios más oscuros de la fantasía, sino que también extiende un puente entre los mundos que construyó y los lectores que crecieron con sus historias. A través de una narrativa más madura y una ambientación que combina misterio, magia y sensibilidad, la autora reafirma su capacidad para reinventarse sin perder su esencia.

Desde las brumas de Glasgow hasta los rincones secretos de la Corte de James, esta nueva bilogía invita a descubrir un universo en el que lo oculto se entrelaza con lo cotidiano, y donde cada página guarda el eco de una voz que supo madurar junto a su audiencia.

Mientras planea seguir escribiendo para nuevas generaciones —y para su futuro hijo—, Calligaris demuestra que la fantasía no tiene edad, solo distintas formas de latir. En su camino, sigue hilando palabras con la misma pasión que la vio empezar, y regalando a sus lectores no solo historias, sino también refugios, preguntas y posibilidades.