Salario mínimo 2026: qué es el salario vital móvil impulsado por la OIT que el Gobierno tendrá en cuenta para definir el ingreso

El organismo internacional propone ajustar los sueldos según el costo de vida y las particularidades regionales, con soluciones específicas para cada zona nacional y sin fórmulas universales

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La OIT advierte que el
La OIT advierte que el cálculo del salario vital debe adaptarse a las realidades locales y regionales del país - crédito OIT

El debate sobre el salario mínimo en Colombia se encuentra en un punto de inflexión, impulsado por la reciente atención que ha recibido el concepto de salario vital móvil propuesto por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Este enfoque, que ha sido adoptado como parte de un acuerdo del Consejo de Administración de la OIT, introduce nuevas variables en la discusión sobre el ingreso necesario para garantizar una vida digna a los trabajadores y sus familias.

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La Organización sostiene que “los salarios decentes son fundamentales para el desarrollo económico y social”, una premisa que orienta el análisis sobre cuánto debe percibir un trabajador para cubrir la canasta básica de productos y aspirar a una mejor calidad de vida.

En Colombia, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ha estimado que el salario vital debería situarse en torno a dos millones de pesos por trabajador, considerando las necesidades de una familia de cuatro personas, de las cuales, en promedio, una y media tiene empleo.

El debate sobre el salario
El debate sobre el salario mínimo en Colombia se intensifica con la propuesta de salario vital móvil de la OIT - crédito Leonel Cordero

Sin embargo, la OIT advierte que el cálculo de este ingreso no puede limitarse a una cifra única, sino que debe atender a las particularidades locales y regionales.

El organismo internacional enfatiza que cualquier política salarial debe reflejar las diferencias en los precios de bienes y servicios esenciales —como alimentación, vivienda, salud y educación— según las circunstancias de cada país y región.

Además, la Organización Internacional del Trabajo subraya la importancia de incorporar variables como el crecimiento económico sostenible y las transformaciones estructurales orientadas a incrementar la productividad.

De este modo, rechaza la aplicación de fórmulas universales y aboga por soluciones adaptadas a las realidades nacionales y locales.

La preocupación de la OIT surge de la persistencia de una amplia masa de trabajadores en el mundo que perciben salarios muy bajos en relación con el costo de vida, lo que contribuye al aumento de la pobreza. El salario vital, según el organismo, no solo busca garantizar condiciones de existencia dignas y promover la equidad de género, sino que exige una metodología de cálculo transparente respecto al tamaño de la familia y el número de asalariados en el hogar.

El organismo internacional subraya la
El organismo internacional subraya la importancia de considerar precios de bienes y servicios esenciales en cada región - crédito Lynne Sladky/AP

En su análisis, la OIT identifica como factores determinantes de los bajos salarios la distribución no equitativa del valor, la baja productividad total de los factores, la informalidad y la debilidad de las instituciones y de los sistemas de cumplimiento de la legislación.

Por ello, el organismo insiste en que cualquier incremento salarial debe estar respaldado por un entorno propicio para el desarrollo de empresas sostenibles y por medidas que impulsen la productividad. Solo bajo estas condiciones, afirma la OIT, es posible lograr un crecimiento salarial sostenible.

La transición de la economía informal a la formal constituye otro eje central en las recomendaciones de la OIT. El organismo considera indispensable que los esfuerzos por implementar salarios vitales incluyan políticas que fomenten la formalización laboral, en línea con sus propias recomendaciones sobre la materia.

En consecuencia, la discusión sobre el salario vital móvil, si se aborda desde la perspectiva de la OIT, trasciende la simple exigencia de establecer un salario mínimo que cumpla con todos los requisitos. El debate requiere considerar el estado de la economía, las características del mercado laboral y la evolución de la productividad, elementos que han sido evaluados de manera recurrente en las negociaciones de la mesa de concertación salarial en Colombia.

La conclusión de la OIT es categórica: “Los salarios decentes son fundamentales para el desarrollo económico y social”.

OIT sugiere ingreso digno de 3 millones para familias colombianas

El Gobierno de Colombia propone
El Gobierno de Colombia propone un salario mínimo de 3 millones de pesos para 2026, según la OIT - crédito Leonardo Muñoz/EFE

El Gobierno introdujo una nueva referencia en las discusiones sobre el salario mínimo para 2026: según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un ingreso considerado “digno” para una familia de cuatro personas debería situarse en torno a 3 millones de pesos.

Esta cifra, presentada por el ministro del Trabajo Antonio Sanguino, se perfila como un insumo central en la mesa de concertación salarial, de acuerdo con declaraciones del funcionario.

El cálculo de la OIT se basa en la cobertura de necesidades básicas del trabajador y su núcleo familiar, incluyendo alimentación, vestuario y otros gastos esenciales. “Aún le debemos a los trabajadores un salario mínimo vital”, expresó Sanguino, quien remarcó la intención del Ejecutivo de reducir la brecha entre el ingreso actual y el costo de vida real.

El contexto económico reciente respalda las expectativas oficiales para la negociación. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de desempleo en septiembre fue de 8,2%, la más baja del siglo, mientras que la inflación se mantuvo en 5,51% en octubre. El Producto Interno Bruto (PIB) creció 3,6% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo de 2024, el mayor repunte en tres años.

Durante la administración del presidente Gustavo Petro, el salario mínimo ha registrado un aumento acumulado cercano al 37,6%. En el primer año de mandato, el incremento fue del 16%, ajustado para responder a una inflación que entonces rondaba el 13%.

El proceso de negociación ya tiene fechas clave. El 27 de noviembre se conocerán los resultados oficiales del Dane sobre productividad, un dato técnico fundamental para definir la fórmula del incremento salarial.

El Gobierno consolidará su posición en los próximos días, utilizando información técnica del Ministerio de Hacienda y del Banco de la República.