Carolina Cuervo recordó el final de su relación con el famoso actor Fabio Rubiano: “Había una diferencia de edad de 17 años”

La actriz y presentadora Carolina Cuervo evocó públicamente su relación con el actor Fabio Rubiano, un vínculo que se prolongó durante más de 12 años y terminó en 2011.

Durante una entrevista en el programa La sala de Laura Acuña, Cuervo hizo referencia a la manera en que ambos gestionaron la exposición mediática que conlleva su profesión.

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“Yo duré con Fabio del 99 al 2011. Uno tiene que aprender a guardar su privacidad… pueden decir lo que sea, hay que aprender que no importa lo que pase afuera. Fue una relación muy larga, duradera… Fabio me lleva 17 años, había una diferencia de edad. El final de nuestra relación fue muy amoroso por parte de los dos, como comprendiendo que ya era momento de soltarnos. Tengo una excelente relación con él hoy en día”, explicó la actriz.

Cuervo destacó la decisión consciente de mantener la relación lejos del ámbito público, a pesar de que ambos eran figuras reconocidas en la televisión y el teatro, especialmente por su coincidencia en la serie Francisco, el matemático.

“Lo curioso es que mucha gente nos decía: ‘No sabía que ustedes eran pareja’. Nosotros no éramos íntimos de las redes sociales, no existía Instagram, y tampoco salíamos a hablar de nuestra relación. Siempre lo mantuvimos muy alejado de eso”, añadió.

Según la actriz y escritora, esa discreción les permitió conservar un espacio propio. “Creo que eso fue importante, porque a mí no me gusta… yo trato de exponer mi vida personal lo menos posible, y pues es personal y ahí quiero que se quede. Me hace falta tener esa privacidad. A veces es difícil porque estás expuesto”.

El cierre de la relación, en palabras de Carolina Cuervo, se produjo de manera respetuosa y consciente, lo que les ha permitido preservar una buena amistad. “Tengo una excelente relación con él hoy en día”.

Tras esa etapa, Cuervo formó una nueva familia y, en 2015, se casó con Javier Delgado, productor y cofundador de la plataforma Boonet, quien ha enfocado su carrera en impulsar el sector audiovisual colombiano e iberoamericano desde el ámbito de la producción.

Cuervo, con una carrera que inició desde la infancia y que ha abarcado televisión, cine y teatro, reconoció que las dudas sobre la viabilidad de la profesión la han acompañado durante años.

“Uno en esta profesión... tiene cosas maravillosas, pero tiene otras que son difíciles, son duras y arduas”, expresó. A lo largo de la charla, la actriz relató cómo encontrar su propia voz y consolidar una identidad artística independiente ha sido uno de sus mayores desafíos, especialmente bajo la mirada pública que genera pertenecer a una familia influyente del medio audiovisual colombiano.

La influencia de Toni Navia fue fundamental en su formación, pero también una fuente constante de retos personales y profesionales. “Yo no quiero que me reconozcan porque soy la hija de Toni Navia”, admitió entre lágrimas, recordando las ocasiones en que sus logros eran atribuidos exclusivamente a su parentesco y no a su mérito personal.

Cuervo explicó que este escrutinio la llevó a esforzarse por marcar distancia y demostrar su talento de manera autónoma. Al tiempo que agradece el privilegio de haber crecido bajo la guía de una mentora experimentada, reconoce el impacto emocional de ser hija de una figura destacada: “Me hace falta tener esa privacidad. A veces es difícil porque estás expuesto”.

A pesar de los desafíos, Carolina recuerda con afecto su infancia rodeada de cultura, poesía y ambiente artístico, elementos que contribuyeron de forma esencial a su desarrollo profesional y personal. Actualmente, la relación con su madre ha evolucionado hacia una etapa más cercana y serena, donde el cariño y la compañía prevalecen. “Ahora cada visita es valiosa y lo más difícil es enfrentar el paso del tiempo y anticipar un futuro sin su presencia”, reflexionó la actriz.

Este testimonio evidencia el esfuerzo de Carolina Cuervo por construir una carrera genuina y reconocer la importancia de los lazos familiares sin dejar de buscar su propio lugar y autenticidad dentro del arte colombiano.