Advierten impacto negativo de las redes sociales en la salud mental: uso excesivo afecta la atención, la memoria y la toma de decisiones

La búsqueda constante de recompensas rápidas puede generar hábitos impulsivos y dificultar el desarrollo de habilidades esenciales para la estabilidad emocional, financiera y física

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La comparación constante en redes
La comparación constante en redes sociales impacta la autoestima y la imagen corporal - crédito Freepik

“Múltiples investigaciones han demostrado que aburrirse puede ser beneficioso para incrementar la creatividad”. Esta afirmación, planteada por Jorge Enrique Torres, docente y especialista en evaluación clínica y tratamiento de trastornos emocionales y afectivos de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, desafía la percepción común sobre el aburrimiento en la era digital.

En un contexto donde la inmediatez y la estimulación constante dominan la vida cotidiana, la posibilidad de experimentar aburrimiento se ha vuelto casi un lujo, desplazado por la omnipresencia de las redes sociales. Sin embargo, según el especialista, permitir espacios sin conexión puede abrir la puerta a procesos mentales más profundos y creativos, una idea que cobra relevancia ante el creciente debate sobre el impacto de las plataformas digitales en la salud mental.

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Según advertencias de Torres, el uso excesivo de redes sociales está generando efectos profundos y, en muchos casos, invisibles en el bienestar psicológico. Más allá de su función como fuente de información, entretenimiento y conexión, las plataformas pueden alterar funciones cognitivas esenciales como la atención, la memoria y la toma de decisiones.

El uso excesivo de redes
El uso excesivo de redes sociales afecta la atención, la memoria y la toma de decisiones - crédito RITCHIE B. TONGO/EFE

Y es que estudios recientes, citados por el especialista de la fundación universitaria, sugieren incluso una relación entre el consumo desmedido de redes sociales y la aparición de síntomas similares al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (Tdah).

El análisis de Torres va más allá de los efectos superficiales, como la influencia en gustos o tendencias. El experto señala que durante años se ha discutido el impacto de las redes sociales en la autoestima y la imagen corporal. La constante comparación con otros usuarios, la búsqueda de aprobación externa y la exposición ha contenido poco realista pueden fomentar la autocrítica y la insatisfacción personal.

Según el especialista, el uso constante de estas plataformas refuerza dos patrones problemáticos: la necesidad de gratificación inmediata y la regulación de la conducta por consecuencias a corto plazo. “Un ejemplo de ellos es cuando no encontramos algún tipo de contenido llamativo y nos desplazamos indefinidamente por alguna red social, o también cuando experimentamos ansiedad ante el imaginario de recibir desaprobación por no hacer parte de alguna tendencia o tener el conocimiento sobre alguna temática que nuestro grupo social considera relevante”.

El uso excesivo de plataformas
El uso excesivo de plataformas digitales está relacionado con alteraciones en funciones cognitivas y síntomas similares al TDAH - crédito Freepik

La regulación conductual, según el docente se manifiesta en personas que buscan constantemente estímulos gratificantes, lo que puede derivar en compras impulsivas o hábitos poco saludables. Estas conductas, a largo plazo, afectan la estabilidad emocional, financiera y física.

El especialista advirtió que la exposición continua a recompensas inmediatas dificulta el desarrollo de la tolerancia a la frustración y la capacidad de postergar la gratificación, habilidades fundamentales para el bienestar psicológico.

Frente a ese panorama, Torres propone una serie de estrategias para mejorar la relación con las redes sociales. Recomienda utilizar la función de bienestar digital para conocer y limitar el tiempo de uso, aplicar filtros al tipo de contenido consumido y descargar aplicaciones que bloqueen el acceso a las plataformas que generan mayor impacto negativo.

Además, sugiere alternar el uso de diferentes redes sociales en periodos determinados, evitando la prohibición radical, ya que esta puede aumentar la atracción hacia la plataforma restringida. El especialista también destaca la importancia de incorporar la práctica de mindfulness o conciencia plena en la vida diaria.

Practicar actividades de forma consciente, prestando atención a las sensaciones que generan, ayuda a reducir la impulsividad y a fortalecer la autorregulación. Torres aconseja exponerse de manera breve pero regular a periodos sin redes sociales y permitirse experimentar aburrimiento, ya que este estado puede favorecer la creatividad y el pensamiento divergente.

Buscar alternativas de entretenimiento y
Buscar alternativas de entretenimiento y consultar especialistas mejora el bienestar digital - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Buscar alternativas de entretenimiento, reconectar con antiguos pasatiempos o explorar nuevas actividades también forma parte de las recomendaciones del experto. En casos donde los patrones de comportamiento problemáticos persisten, Torres enfatiza la importancia de consultar con un especialista, ya que el trabajo de psicólogos clínicos y psiquiatras puede ser clave para evaluar e intervenir en estos casos, incluso mediante el aprendizaje de nuevas habilidades o la modificación de procesos biológicos.

El abordaje del uso saludable de las redes sociales, según el análisis de Torres, comienza con la reflexión individual sobre los propios hábitos digitales. Preguntas como “¿Cuántas horas al día pasas conectado?”, “¿Revisas tus redes sociales durante los espacios de disfrute con tu familia?” o “¿Sustituyes horas de sueño reparador por pasar tiempo en internet?”, permiten identificar áreas de mejora y promover un uso más consciente de la tecnología.

El segundo paso, según el especialista, consiste en establecer acuerdos y normas de convivencia en el hogar para proteger el bienestar de todos los miembros. Entre las sugerencias se encuentran apartar los dispositivos electrónicos una hora antes de dormir y mantenerlos alejados de la cama, lo que facilita la preparación del cerebro para el descanso.

Disfrutar las comidas en familia sin la presencia de celulares fomenta el encuentro y la conversación, mientras que programar conversaciones mensuales sobre actualidad y tendencias digitales ayuda a verificar la información recibida y a fortalecer los vínculos de confianza.

Finalmente, se recomendó fijar en la rutina diaria horarios dedicados al cuidado de la mente y el cuerpo, como pasear, leer, meditar o realizar ejercicio físico. Estas actividades previenen que la conexión a las redes sociales invada los espacios necesarios para una vida equilibrada.