Colombianos aseguraron que estuvieron a punto de vomitar al probar platillo que está prohibido en 18 países: de qué se trata

Su textura cremosa hace que lo acompañen de pan y otros productos untables con los que el comensal puede concentrarse en la sensación de llevárselo a la boca

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Su textura cremosa hace que
Su textura cremosa hace que lo acompañen de pan y otros untables con los que el comensal puede concentrarse en la sensación de llevárselo a la boca - crédito Danny PRK / Facebook

En sus vacaciones por París, el creador de contenido caleño Danny PRK, su novia y hermano probaron uno de los platillos tradicionales de la cocina francesa que, por su proceso de preparación, ha sido vetado en casi una veintena de países y tachado por colectivos animalistas y defensores de los derechos de los animales como una abreacción de la gastronomía.

“El resultado”, según comentó, “no fue para nada bueno, porque todos sabíamos cómo estaba hecho (...) Podría decirse que es una insignia del país y un estándar de lujo. Pero, detrás de su sabor, hay una práctica tan inhumana que ha hecho que sea prohibido en 18 países”.

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En el Viejo Continente es considerado una exquisitez culinaria, pese a los reparos de fundaciones, como Animal Legal Defense, que han expuesto las terribles condiciones en las que se mantiene al animal, del que se toma el “hígado gordo”, como se traduce del francés.

Al final de la experiencia, insistió que no vale la pena ni el sufrimiento de los patos y ocas - crédito Danny PRK / Facebook

Se llama foie gras y, básicamente, es un hígado enfermo de un pato. Es un animal que está sufriendo de hígado graso. Para lograr esto, los hacen sufrir en una jaula del tamaño de su cuerpo para que no se puedan mover y después de eso les introducen un objeto de 20 o 30 centímetros para rellenarlos de comida en contra de su voluntad y hacer que su hígado se agrande hasta diez veces su tamaño”.

Lejos de sumarse a la clientela frecuente de este tipo de restaurantes y avalar el gavage o alimentación forzada, Danny explicó que “quería entender por qué la gente lo defendía tanto. Por qué es que es un plato tan exclusivo y tan deseado. Quería saber por qué para ellos vale la pena tanto sufrimiento que hay detrás de su preparación. Así que nos fuimos a un barrio muy famoso de París y elegimos un restaurante de la zona en la que, por lo general, todos los locales son muy bonitos, muy lujosos y sirven esto como entrada”.

Los patos para foie gras
Los patos para foie gras son mantenidos en cautiverio, en pequeñas jaulas en las que no logran moverse - crédito IGUALDAD ANIMAL

Su propósito era grabar las reacciones de su novia y hermano, además de la suya, “en tiempo real y entregar nuestras opiniones verdaderas. El foie gras viene acompañado de pan por 12 €, unos 55.000 COP, viene frío y, luego de probarlo, puedo decir que es muy raro. Es muy cremoso. Es como comerse un queso, pero muy cremoso. Tiene una textura bastante extraña, mucho sabor y eso sí, al final, sabe terriblemente repugnante. De un modo que no les puedo explicar. Es muy repugnante”.

Quienes han degustado el foie gras insisten que, más allá del sabor, su atractivo está en la sensación que deja en la boca, por su textura, pero, a pesar de no parecerse al hígado de otro animal:

Al final, para quitarse el sabor, toca acompañarlo sí o sí con lo que viene en el plato y con el pan. Si no fuera así y juzgándolo únicamente por su sabor, yo le daría un seis de diez. No está tan mal, pero, por la manera en la que lo hacen, no le daría más de un cero y un cero es mucho”.

Por el peso que alcanza,
Por el peso que alcanza, varios de ellos no logran mantenerse en pie - crédito Caroline Blumberg / EFE

De acuerdo con el hermano del influencer, “es como una mantequilla, que llega con un sabor amargo al final, pero tampoco lo sentí tan, tan fuerte. Igual no merece la pena”.

Pero los tres coincidieron en que “es un plato cremoso con un sabor intenso, lujoso. Pero, si a usted le gustara, saber todo lo que hay detrás, simplemente hace que su disfrute sea mucho más complejo. Un plato como el foie gras divide el mundo. Algunos lo llaman arte culinario y otros consideran esto una crueldad llamada plato gourmet. Nosotros lo probamos y supimos instantáneamente que nunca valdrá la pena. Si ustedes en algún momento tienen la oportunidad de hacerlo, no lo hagan. Esa ha sido la primera y última vez que lo probé, porque el remordimiento de grabar este video y el sufrimiento de un animal, no lo valen”.