Ni títulos ni experiencia sirven, las mujeres no logran romper la brecha salarial en Colombia

Un informe mostró las dificultades estructurales que enfrentan las colombianas en el mercado laboral, desde salarios hasta las tareas invisibles que bloquean su ascenso profesional

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Según un informe, las mujeres
Según un informe, las mujeres colombianas dedican 4,3 horas más al día que los hombres a tareas domésticas y cuidado familiar - crédito Canva

Pese a que el discurso sobre la igualdad de género se abrió paso en múltiples escenarios, las cifras demuestran que en el mundo del trabajo la equidad sigue lejos de alcanzarse. Un informe de Corficolombiana, centrado en el comportamiento del primer trimestre de 2025, reveló que las mujeres en Colombia siguen ganando, en promedio, un 7% menos que los hombres, incluso cuando tienen la misma preparación y experiencia.

La brecha, lejos de reducirse, se ha mantenido estancada durante casi dos décadas. Según el informe, los factores tradicionales con los que suele justificarse esta diferencia, como el nivel educativo o los años de trayectoria, ya no bastan para explicarla. El problema es más profundo y estructural.

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Los estereotipos de género y
Los estereotipos de género y el techo de cristal siguen colocando barreras invisibles que dificultan el ascenso profesional de las mujeres - crédito AP

Corficolombiana puso el foco en un obstáculo persistente, el llamado “techo de cristal”. Se trata de ese límite invisible que impide a muchas mujeres ascender en la escala organizacional o acceder a cargos mejor remunerados, aun cuando cumplen con todos los requisitos. Según el documento, estas barreras están arraigadas en patrones culturales, estereotipos de género y dinámicas organizacionales que favorecen a los hombres, sobre todo en posiciones de liderazgo.

“Las mujeres presentan niveles educativos y experiencia laboral similares a los de los hombres”, señaló el estudio, pero eso no se traduce en mejores sueldos ni en más oportunidades.

La desigualdad no se refleja solo en los salarios. La participación femenina en el mercado laboral es otro indicador preocupante. Mientras el 76,8% de los hombres en edad de trabajar está vinculado al mercado, apenas el 53,2% de las mujeres lo está. Esta diferencia de 23,6 puntos porcentuales reveló que muchas colombianas siguen sin poder acceder a un empleo formal o remunerado.

Corficolombiana reveló que el desempleo
Corficolombiana reveló que el desempleo femenino en Colombia alcanza el 13,9%, comparado con solo el 8% en los hombres - crédito Freepik

Y cuando lo logran, sus condiciones no son las mejores. La tasa de desempleo entre mujeres es 13,9%, frente al 8% de los hombres. A pesar de los avances en legislación y programas de equidad, la brecha en el acceso a oportunidades dignas se ha mantenido casi intacta.

Otro punto crítico que destacó el informe es la alta concentración de mujeres en sectores históricamente precarizados: comercio, salud, educación, actividades recreativas. Son áreas con baja productividad, altos niveles de informalidad y remuneraciones limitadas, lo que hace más difícil el ascenso económico y profesional.

A esto se suma una carga que no figura en la hoja de vida, pero que pesa todos los días, el trabajo no remunerado. En promedio, las mujeres dedican 4,3 horas más al día que los hombres a las tareas del hogar y al cuidado de familiares. Esa diferencia implica menos tiempo para estudiar, capacitarse, emprender o simplemente postularse a un empleo.

Quizás lo más alarmante del informe es su conclusión sobre el tiempo perdido. En los últimos 18 años, Colombia no ha logrado avances significativos en participación laboral femenina, ni en la reducción del desempleo entre mujeres, ni en la equidad salarial. Las políticas públicas, según el análisis, no son suficientemente efectivas para romper las brechas estructurales.

Las mujeres colombianas están mayoritariamente
Las mujeres colombianas están mayoritariamente concentradas en sectores de baja productividad, altos niveles de informalidad y sueldos significativamente bajos - crédito ManpowerGroup

Y la consecuencia no solo afecta a las mujeres. El país entero pierde. Cuando la mitad de la población está subutilizada o marginada del sistema económico, se reducen el ingreso de los hogares, el consumo interno y la inversión. En palabras de Corficolombiana, esta desigualdad “representa una pérdida significativa para el país”.

Cerrar la brecha no es solo una cuestión de justicia social, también es una apuesta por el desarrollo. Dejar que las mujeres participen en igualdad de condiciones no solo mejora sus vidas, también dinamiza la economía, fortalece los hogares y amplía las posibilidades de crecimiento para toda la sociedad.