Nueva masacre en Antioquia: tres personas fueron asesinadas en una finca de Amalfi

El departamento de Policía de Antioquia confirmó el asesinato de tres hombres ocurrido en la vereda Guayabita, zona rural del municipio de Amalfi, en el nordeste de Antioquia.

Primeras versiones señalan que el crimen ocurrió en la mañana del martes 16 de julio, cuando sujetos desconocidos llegaron hasta una finca, y dispararon en repetidas oportunidades contra las víctimas, causándoles la muerte en el lugar.

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Dos de las tres víctimas fueron identificadas como Leonel Antonio Álvarez López, de 61 años, y Luis Fernando Amaya Bedoya, de 41 años. Igualmente, autoridades no descartan que, dentro de las víctimas, estaría un presunto integrante del Ejército Gaitanistas de Colombia (EGC) o Clan del Golfo.

Sin embargo, la Policía departamental avanza en la investigación de los hechos, aunque no descartan que este crimen estaría relacionado con el enfrentamiento armado en la zona por control territorial entre grupos ilegales como disidencias Farc, Eln y Clan del Golfo.

“Esto se debe a una confrontación de estructuras criminales. Pero continuamos trabajando por la disminución de homicidios”, explicó el general (r) Luis Eduardo Martínez, secretario de Seguridad de Antioquia, en declaraciones a los medios de comunicación.

Mientras tanto, la Alcaldía de Amalfi rechazó el ataque y señaló que harán un consejo de seguridad para evaluar medidas que garanticen la tranquilidad en la población.

Hay que recordar que en el mes de mayo, autoridades hallaron tres cuerpos sin vida en el sector conocido como El Matadero Viejo del municipio antioqueño. Frente a este hecho, la Policía señaló que las víctimas eran dos hombres de 29 y 40 años, y una mujer de 22 años, quienes tenían impactos de bala en sus cuerpos.

“Nuestras unidades policiales se encuentran en lugar de los hechos, recolectando pruebas que nos permitan esclarecer las circunstancias de este suceso. Reiteramos nuestro compromiso con la seguridad, seguiremos trabajando incansablemente para garantizar la tranquilidad, el bienestar de todos los antioqueños”, mencionó en su momento el comandante del Departamento de Policía de Antioquia, coronel José Francisco Peña Gómez.

De otro lado, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) informó el asesinato de Dideison Espinosa, un destacado líder social juvenil y representante del Consejo de Juventudes, en el municipio de Cisneros, Antioquia.

Según el reporte oficial, el joven fue encontrado sin vida en una vivienda, al parecer, producto de un ataque con arma blanca. Las autoridades señalaron que Espinosa había recibido amenazas de muerte por su labor en la región, por lo que había decidido abandonar el municipio y trasladarse a Medellín en busca de seguridad.

Frente a este hecho, Jhon Fernando Mesa, coordinador de Indepaz, expresó su profunda preocupación y pidió a las autoridades que investiguen el caso. “Cuando matan a un líder, matan una región (…) No podemos permitir que esto continúe en Antioquia; debemos prevenir y proteger a nuestros líderes” expresó.

De acuerdo con el observatorio de Derechos Humanos del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), con corte al 27 de junio de este año, se han reportado 38 masacres, dejando un saldo cercano a las 120 víctimas.

De ellas, han ocurrido cuatro en territorio antioqueño, entre los que se destacan, la del 20 de abril en la zona urbana de Urrao, Suroeste antioqueño, con tres muertos y un lesionado, así como la ocurrida en Rionegro el 25 de junio que dejó a siete personas muertas.

Frente a los asesinatos en el municipio del nordeste antioqueño, la Gobernación de Antioquia manifestó su preocupación por la alarmante cifra de víctimas. En lo corrido del año, van 31 fallecidos, lo que significa un incremento del 675 por ciento, con respecto al mismo periodo en el 2023, cuando apenas se reportaban cuatro casos.

Entre tanto, la Defensoría del Pueblo recordó que, por los hechos de violencia en el departamento, había emitido una alerta temprana, en la que señala que “ante la persistencia en la débil actuación del Estado en las zonas rurales, la población civil se encuentra expuesta a homicidios selectivos o de configuración múltiple”.