Países Bajos retira la ciudadanía a un físico que recibió el Nobel

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Hace 13 años, Andre Geim adoptó la nacionalidad británica para aceptar el título de caballero. Acaba de enterarse de que, como consecuencia de ello, ya no puede ser ciudadano de los Países Bajos.

Durante años, el mundo conoció a Andre Geim como un físico neerlandés acreedor del Premio Nobel, lo que le venía muy bien tanto a él como a los neerlandeses. Sigue siendo un científico que recibió el Premio Nobel, pero ahora, según el gobierno de los Países Bajos, ya no es neerlandés.

Geim está, dijo, en un alarde de considerable eufemismo, "extremadamente molesto".

Hace 13 años, Geim adoptó la nacionalidad británica para aceptar el título de caballero, y hasta hace poco no había tenido la menor idea de que ello le causaría problemas. Dijo que le informaron que ya no era ciudadano neerlandés y que debía entregar su pasaporte en la embajada de Londres o enfrentarse a las consecuencias de la Interpol, porque los Países Bajos restringen drásticamente la doble nacionalidad.

"Personalmente, me considero un Premio Nobel neerlandés-británico (en este orden)", dijo en un correo electrónico. "La historia y el tiempo que viví y trabajé en los Países Bajos están muy cerca de mi corazón".

La decisión de revocarle la nacionalidad, añadió, "es muy triste y extraña".

Geim nació en 1958 en Rusia, de padres de ascendencia alemana. Adoptó la nacionalidad neerlandesa en la década de 1990, cuando estudiaba en la Universidad Radboud de Nimega, en los Países Bajos, trabajando en lo que resultaría ser una física innovadora.

En 2010, él y su colega Konstantin Novoselov --que por entonces trabajaban en Inglaterra-- ganaron el Premio Nobel de Física por sus experimentos para crear el grafeno, el material más fino y resistente del mundo.

Su lista de honores es interminable, y Geim tiene la distinción única de haber sido galardonado tanto con un Nobel como con un Ig Nobel, un honor satírico para logros científicos extraños (en su caso, hacer levitar una rana) que parecen risibles pero incitan a la reflexión.

Las autoridades neerlandesas se alegraron de reivindicarlo como holandés. Los Países Bajos le nombraron caballero por sus contribuciones a la ciencia, un honor que se describe oficialmente como "poco frecuente, ya que se concede, por ejemplo, a los neerlandeses galardonados con el Premio Nobel". Fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de las Artes y las Ciencias de los Países Bajos.

"Mi busto de bronce está en algún lugar de Den Haag para presumir de él", dijo, refiriéndose a La Haya.

Geim se trasladó al Reino Unido en 2001 para trabajar en la Universidad de Manchester, donde permanece actualmente. Sus problemas empezaron cuando le ofrecieron ser nombrado caballero británico, aunque no lo sabría hasta más de una decena de años después.

Un ciudadano no británico puede recibir la distinción de caballero británico, pero solo un ciudadano británico tiene derecho a utilizar el título que lo acompaña, Sir o Dame. Así que obtuvo la ciudadanía.

"La obtuve para recibir el título de caballero británico y para que me llamaran oficialmente 'sir Andre', prestigioso en el Reino Unido", dijo. "La adopté solo para recibir el título de caballero británico".

Pero al adoptar la nacionalidad británica, infringió las normas de los Países Bajos, que pretenden limitar la doble nacionalidad. Adquirir voluntariamente otra ciudadanía puede desencadenar la pérdida automática de la ciudadanía neerlandesa.

Las normas neerlandesas sobre ciudadanía no son nuevas, y existe un movimiento para que sean menos estrictas. Dentro de la Unión Europea, la plurinacionalidad es bastante común, a pesar de que las personas también pueden trasladarse libremente de un país a otro, viviendo y trabajando en un nuevo hogar sin necesidad de cambiar su situación jurídica. Reino Unido abandonó oficialmente la unión en 2020.

En retrospectiva, dijo Geim, podría haber tomado una decisión diferente. "Probablemente rechazaría este título de caballero si supiera las consecuencias para mi nacionalidad neerlandesa, pero eso fue antes del brexit y nadie me informó de las consecuencias en aquel momento".

Aunque afirmó que no obtuvo ningún beneficio práctico de su nacionalidad neerlandesa, ni esperaba hacerlo en el futuro, Geim se considera europeo por encima de todo desde hace mucho tiempo.

En un ensayo que escribió cuando recibió el Premio Nobel, el físico describió cómo creció en Rusia y experimentó discriminación en su educación debido a las raíces alemanas de su familia, concluyendo que, tras trasladarse a Occidente en 1990, su vida y su trabajo mejoraron.

"Me considero europeo y no creo que sea necesaria ninguna taxonomía adicional", escribió.

Su pérdida no es ni mucho menos la más grave en un momento en que los migrantes se enfrentan a una presión cada vez mayor en todo el mundo, al arriesgar --y a veces perder-- la vida para llegar a nuevas costas y fronteras, o cuando se les cuestionan derechos como la ciudadanía por derecho de nacimiento en Estados Unidos.

Pero su lucha con las autoridades neerlandesas es un indicio de las complicaciones a las que se enfrentan los inmigrantes en todas partes al enfrentarse a requisitos contradictorios y poco claros, a la política y a consecuencias imprevisibles. Y sus dificultades demuestran que nadie está exento de la burocracia.

Geim --sir Andre-- dice que ha "gastado miles" en honorarios de abogados intentando convencer a las autoridades neerlandesas de que le permitieran conservar su nacionalidad, incluso citando una excepción a la norma si es en "interés del Estado neerlandés", todo de manera infructuosa.

Nobel o no, dijo, "me echaron del país como una cosa inútil".

Ephrat Livni es periodista del Times y cubre las noticias de última hora en todo el mundo. Está radicada en Washington.