El gobierno de Trump impide que alumnos internacionales se inscriban en Harvard

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La medida supuso una importante escalada en los esfuerzos del gobierno por presionar a la universidad para que se alinee con las exigencias de Donald Trump.

El jueves, el gobierno del presidente Donald Trump detuvo la capacidad de la Universidad de Harvard para matricular a estudiantes internacionales, apuntando a una fuente de financiación crucial para la universidad más antigua y acaudalada del país, en una importante escalada de los esfuerzos del gobierno por presionar a la escuela de élite para que se alinee con la agenda del presidente.

El gobierno notificó la decisión a Harvard tras un tira y afloja en los últimos días sobre la legalidad de una extensa solicitud de registros como parte de la investigación del Departamento de Seguridad Nacional, según tres personas con conocimiento de las negociaciones. Las personas hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a discutir el asunto públicamente.

Es probable que la última medida provoque una segunda impugnación legal por parte de Harvard, según otra persona conocedora de la forma de pensar de la universidad que insistió en el anonimato para hablar de las deliberaciones privadas. La universidad demandó al gobierno el mes pasado por el intento de imponerle cambios en su currículo, sus políticas de admisión y sus prácticas de contratación.

"Escribo para informarle que, con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio de la Universidad de Harvard", según una carta enviada a la universidad por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional. The New York Times obtuvo una copia de la carta.

Alrededor de 6800 estudiantes internacionales asistieron a Harvard este año, es decir, aproximadamente el 27 por ciento del alumnado, según los datos de inscripción de la universidad. Esta cifra es superior al 19,7 por ciento de 2010.

Es probable que la medida tenga un efecto significativo en la universidad. La matrícula en Harvard es de 59.320 dólares para el curso escolar que comienza a finales de este año, y los costos pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye el alojamiento y la manutención. Los estudiantes internacionales suelen pagar cuotas más grandes de los costos de educación en comparación con otros estudiantes.

Un vocero de Harvard calificó la acción del gobierno de "ilegal".

"Estamos plenamente comprometidos a mantener la capacidad de Harvard para acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que proceden de más de 140 países y enriquecen inconmensurablemente a la universidad, y a esta nación", dijo Jason Newton, director de relaciones con los medios de comunicación de la universidad. "Estamos trabajando rápidamente para proporcionar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta acción de represalia amenaza con perjudicar gravemente a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard."

Noem publicó la carta del gobierno en las redes sociales más tarde el jueves.

En un comunicado de prensa, el Departamento de Seguridad Nacional envió un duro mensaje a los estudiantes internacionales de Harvard: "Esto significa que Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros, y los estudiantes extranjeros existentes deben trasladarse o perder su estatus legal".

Leo Gerden, un estudiante de último año de Harvard procedente de Estocolmo que ha sido un firme defensor en el campus de los estudiantes internacionales, dijo que estaba desolado por la noticia.

"Sin sus estudiantes internacionales y sin su capacidad de atraer a las mejores personas de todo el mundo, Harvard dejará de ser Harvard", dijo Gerden, que se gradúa la próxima semana.

"El gobierno de Trump nos está utilizando ahora mismo como fichas de póquer", añadió. "Es extremadamente peligroso".

Miles J. Herszenhorn colaboró con reportería desde Boston.

Esta es una noticia en desarrollo.

Michael S. Schmidt es reportero de investigación para el Times y cubre Washington. Su trabajo se centra en seguir y explicar investigaciones federales de alto nivel.

Michael C. Bender es corresponsal político del Times. Cubre a Donald Trump, el movimiento "Make America Great Again" y otras elecciones federales y estatales.

Miles J. Herszenhorn colaboró con reportería desde Boston.