La impactante historia de la mujer embarazada que quedó colgando de una ventana mientras ISIS masacraba gente en París

La imagen de Charlotte recorrió el mundo en 2015. Ahora, 10 años después, contó cómo Sébastien Besatti, también colgado de la fachada del Bataclan, tomó una difícil decisión para socorrerla

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La imagen de Charlotte, la mujer embarazada colgando de una ventana del Bataclan, se convirtió en símbolo de los atentados de París de 2015

El 13 de noviembre de 2015, una imagen recorrió el mundo: una mujer embarazada colgaba de una ventana del Bataclan, suplicando por su vida mientras el teatro parisino era escenario de uno de los atentados de París más mortíferos en la historia de Francia. Diez años después, Charlotte, la protagonista de esa escena, ha decidido compartir su testimonio sobre aquella noche y el vínculo que la une a Sébastien Besatti, el hombre que arriesgó todo para salvarla. Le Monde publicó su relato en el marco del décimo aniversario de los atentados, que dejaron más de 130 muertos y más de 400 heridos.

Charlotte, quien ha preferido mantener en reserva su apellido, recuerda cómo, en medio del caos, se aferró a la cornisa de una ventana del Bataclan, mientras en el interior se desataba la masacre perpetrada por militantes del Estado Islámico.

Sébastien Besatti arriesgó su vida
Sébastien Besatti arriesgó su vida al regresar al interior del Bataclan para socorrer a Charlotte durante la masacre perpetrada por ISIS

En las imágenes captadas esa noche, se la escucha gritar: “¡Ayuda, ayuda, estoy embarazada, atrápenme si caigo!”. A su lado, Sébastien Besatti, también colgado de la fachada, tomó la decisión de regresar al interior para socorrerla. “Estaba en una mejor posición que ella”, explicó Besatti , y añadió que, al escucharla, sintió la necesidad de intervenir. “El acto de salvarla lo hice por mí mismo. Lo necesitaba. Me reconectó con mis emociones. Empecé a entender que la felicidad está en compartir”, reveló.

Ataque al Bataclan y toma de rehenes

La noche del 13 de noviembre, el Bataclan se convirtió en uno de los principales objetivos de una serie de ataques coordinados en París. Mientras la banda Eagles of Death Metal tocaba en el escenario, cuatro hombres armados irrumpieron en la sala, disparando y gritando “Allahu akbar”. Los atacantes tomaron rehenes y utilizaron a algunos como escudos humanos, obligándolos a sentarse junto a las puertas, donde la policía podría haberlos alcanzado por error.

Personas se abrazan en una
Personas se abrazan en una calle cerca del Bataclán tras los mortales atentados del 13 de noviembre de 2015 en París (REUTERS/Christian Hartmann)

Sébastien, tras rescatar a Charlotte, fue capturado junto a otros y designado portavoz de los rehenes por los propios terroristas. Desde el otro lado de la puerta, advirtió a los agentes que cualquier intento de irrumpir pondría en peligro la vida de los cautivos. “Nos dieron su sermón, su discurso, el porqué estaban allí”, relató Besatti a RTL radio. “Nos explicaron que las bombas que caían sobre Siria eran la razón de su presencia. Decían que hacían con nosotros, occidentales, lo que nosotros hacíamos con ellos allá”.

La identidad de los tres atacantes del Bataclan se esclareció en los días posteriores. Foued Mohamed-Aggad, de 23 años; Omar Ismaïl Mostefai, de 29; y Samy Amimour, de 28, murieron durante el asalto, ya fuera por detonaciones suicidas o por disparos que activaron sus explosivos. Mostefai fue el primero en ser identificado, tras hallarse un dedo suyo en el lugar. Sus nombres figuraban en archivos filtrados del Estado Islámico, que contenían información de miles de combatientes.

Juicio y secuelas emocionales

El proceso judicial por los
El proceso judicial por los atentados de París fue el mayor juicio penal por terrorismo en Francia, con 20 acusados y más de 2.000 testigos (AP Foto/Thibault Camus, Archivo)

El proceso judicial por los atentados de París comenzó en 2021 y se convirtió en el mayor juicio penal por terrorismo en la historia de Francia. Veinte acusados, todos presuntos miembros del Estado Islámico, enfrentaron cargos por la muerte de 130 personas y cientos de heridos. El tribunal, compuesto por cinco jueces, escuchó a más de 2.000 testigos y revisó más de un millón de páginas de pruebas durante diez meses. Salah Abdeslam, único atacante sobreviviente, recibió una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, después de que el tribunal desestimara su argumento de que había desistido de participar en el ataque. Otros 18 acusados fueron condenados por delitos relacionados con terrorismo, uno por fraude y algunos quedaron en libertad tras cumplir sus penas.

Las secuelas del atentado marcaron profundamente a Charlotte. Al día siguiente, ingresó en una clínica psiquiátrica, acosada por pesadillas y ataques de pánico que dificultaron su vida cotidiana. Durante meses, viajar en metro o estar en lugares concurridos resultó imposible. Charlotte evitó comparecer en la mayoría de las audiencias del juicio, asistiendo solo el día en que Sébastien y otras víctimas narraron lo sucedido. Cada aniversario del ataque, se refugia lejos de París junto a su hija —nacida siete meses después de la tragedia—, su esposo y amigos cercanos.

Vínculo entre Charlotte y Sébastien

La relación entre Charlotte y Sébastien se consolidó tras el atentado. Un mes después, el esposo de Charlotte lanzó un llamado para identificar al hombre que la había salvado. Cuando finalmente se reencontraron, ella lo reconoció de inmediato. “Tenía una sonrisa enorme, completamente fuera de lugar con lo que había pasado”, recordó Charlotte. Desde entonces, ambos forjaron una amistad profunda. “Aproveché para hacerla mi confidente. Se convirtió en una amiga cercana”, relató Besatti. Charlotte, por su parte, afirmó: “El Bataclan no forma parte de mi vida, pero Sébastien sí”.