El Banco Mundial impulsa la electrificación para transformar la economía y el empleo en África

Nuevas inversiones buscan transformar el tejido productivo y abrir oportunidades laborales en sectores clave de la región

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Mission 300 busca conectar a
Mission 300 busca conectar a 300 millones de africanos a la red eléctrica para 2030. REUTERS/Siphiwe Sibeko

El Banco Mundial lanza una estrategia de electrificación en África, donde unas 600 millones de personas aún carecen de acceso a la energía. Junto con gobiernos africanos, el organismo impulsa inversiones que apuntan a transformar el entramado productivo, generar empleo y reducir la pobreza. Iniciativas como Mission 300 proponen conectar a 300 millones de africanos a la red eléctrica para 2030, un paso decisivo en el desarrollo económico de la región.

El acceso a la energía es un pilar para el crecimiento de empresas y la generación de empleo, remarca el Banco Mundial. Mientras la tecnología energética ha revolucionado industrias en otras regiones durante más de 150 años, en África la transición progresa lentamente por la falta de infraestructura y los elevados costos. La mayoría de las personas en edad laboral depende de actividades informales o de subsistencia, lo que limita las oportunidades de inversión y crecimiento y las expone a la pobreza. Solo una fracción accede a empleos formales y salarios fijos.

La falta de electricidad fiable y asequible se mantiene como uno de los principales obstáculos para el desarrollo empresarial. Según el Banco Mundial, los altos costos energéticos restan competitividad a las empresas privadas, muchas veces forzadas a mantener procesos manuales en vez de modernizarse. Los cortes de energía afectan directamente la actividad económica, con una caída estimada de entre 5% y 14% en las tasas de empleo. La insuficiente infraestructura energética restringe la expansión de empresas y la contratación de trabajadores calificados, lo que perpetúa la informalidad y la vulnerabilidad laboral.

Mission 300 destinará USD 30.000 millones, gestionados mediante la Asociación Internacional de Fomento (IDA), a electrificar 300 millones de africanos en la próxima década, lo que representa alrededor del 20% del financiamiento actual para la región. Este esfuerzo se articula con las reformas de los gobiernos africanos, recogidas en los National Energy Compacts, que buscan expandir la infraestructura energética a precios competitivos, favorecer la integración regional, atraer inversión privada y fortalecer las empresas de servicios públicos.

El Banco Mundial destina USD
El Banco Mundial destina USD 30.000 millones a proyectos de electrificación en la región. REUTERS/Johannes P. Christo

El impacto de la electrificación alcanza sectores clave como la agroindustria, la manufactura ligera, la minería, la construcción, la salud y el turismo. El acceso a energía potencia la productividad y permite la creación de empleos de mayor calidad. En el sector salud, la disponibilidad de electricidad resulta esencial para operar equipos de diagnóstico y monitoreo. En el turismo, la demanda de servicios modernos como la carga de dispositivos, el acceso a internet o el aire acondicionado depende de una red eléctrica robusta. El Banco Mundial advierte que el estrés térmico causado por el cambio climático representa el desafío económico más grave para la región, por encima de inundaciones y sequías, lo que vuelve imprescindibles los sistemas de refrigeración para los empleadores.

Las políticas de electrificación ya muestran resultados tangibles. En Sierra Leona, las mini-redes renovables demuestran que la electrificación rural es viable si se asocia a actividades productivas como la molienda, el almacenamiento en frío y los servicios digitales. En Etiopía, los proyectos energéticos impulsaron el empleo en diversos sectores y brindaron ingresos sostenibles: más de ocho millones de personas y 19.000 escuelas, clínicas e instalaciones gubernamentales ya cuentan con acceso a electricidad. En Tanzania, el Programa de Expansión de Electrificación Rural integró 16.000 empresas rurales a la red, desde procesadoras de alimentos hasta granjas piscícolas y compañías de construcción y minería, lo que incrementó su productividad y crecimiento. En Senegal, el Proyecto de Acceso y Expansión Energética planea llevar electricidad a 600 clínicas de salud, 200 escuelas, 700 pequeñas y medianas empresas y 200.000 hogares, generando empleo en la instalación y mantenimiento, y fortaleciendo las cadenas de suministro.

El Banco Mundial sostiene que la electrificación es esencial para el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza en África. Los objetivos para 2030 buscan expandir el acceso a la energía y transformar la estructura económica y laboral, permitiendo que más africanos accedan a empleos formales y mejores condiciones de vida.

Estas acciones forman parte de un esfuerzo regional más amplio orientado a desarrollar soluciones energéticas prácticas, capaces de fomentar la creación de empleo a gran escala y establecer bases para un crecimiento inclusivo y duradero.