Un niño de ocho años con un detector de metales descubrió un naufragio del siglo XIX

El joven canadiense Lucas Atchison desentierra los restos en Ontario, potencialmente revolucionando la arqueología marina de la región

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Lucas Atchison de apenas ocho
Lucas Atchison de apenas ocho años hizo un hallazgo excepcional

El entusiasmo de la juventud y la curiosidad por descubrir a menudo llevan a hallazgos asombrosos. Tal es el caso del joven canadiense Lucas Atchison, quien con tan solo ocho años de edad, desenterró lo que se cree podría ser un naufragio del siglo XIX, una acción inesperada que revitaliza el interés por la arqueología marina y destaca el potencial de los detectores de metales en manos curiosas.

Descubrimiento del naufragio por Lucas Atchison

Lucas Atchison de ocho años
Lucas Atchison de ocho años utilizó su detector de metales para hacer este descubrimiento

En un viaje familiar al Parque Provincial Point Farms en Ontario, Lucas Atchison, equipado con un detector de metales —un regalo reciente por su cumpleaños— exploraba las costas del lago Huron con la esperanza de toparse con algún tesoro enterrado. Para su sorpresa, el dispositivo emitió un ansiado “bip”, señalando la presencia de un objeto metálico.

Excavando en la arena junto a su padre, Lucas encontró una estaca de metal unida a un pedazo de madera. Su papá, en un principio escéptico, pensó que se trataba de residuos comunes como aquellos utilizados para amarrar barcos, pero el niño, insistiendo en su intuición, lo convenció de seguir investigando.

Poco sabían que su descubrimiento casual podría llevar a uno de los hallazgos arqueológicos más significativos de la región: un naufragio de más de siglo y medio de antigüedad.

Implicación de organismos arqueológicos y proceso de excavación

La familia Atchison recibió ayuda
La familia Atchison recibió ayuda de los encargados del parque provincial

Tras darse cuenta del potencial histórico de su descubrimiento, la familia Atchison alertó a los encargados del parque provincial, quienes a su vez contactaron al Comité del Patrimonio Marino de Ontario (OMHC). Esta organización sin fines de lucro se encarga de preservar y sacar a la luz la historia marítima de la región.

El OMHC se reunió con Lucas en 2023, pero les llevó varios años obtener los permisos reglamentarios necesarios para excavar más a fondo la zona. Finalmente, a principios de este mes, comenzaron las excavaciones, acción liderada por la arqueóloga marina Scarlett Janusas.

Las primeras etapas han revelado las características de una goleta, apuntando a una rica promesa de hallazgos históricos bajo la superficie del lago.

Posible identificación del naufragio como el San Antonio

El hallazgo de este naufragio
El hallazgo de este naufragio podría tratarse de la goleta San Antonio

La forma y construcción del naufragio sugieren que podría tratarse de la goleta San Antonio, un barco que naufragó cerca del lago Huron en 1856 mientras transportaba trigo entre Chicago y Buffalo. Para determinar esto con certeza, los investigadores están realizando bocetos detallados del naufragio desde múltiples ángulos y revisando documentos históricos sobre los requisitos de seguro y especificaciones de la época para esos barcos.

El cruce de estos datos con registros de naufragios puede proporcionar pistas definitivas sobre la identidad del San Antonio, un testimonio a su vez de la vibrante actividad comercial que florecía en los Grandes Lagos durante esa era.

Importancia del hallazgo y otros descubrimientos similares con detectores de metales

El Comité del Patrimonio Marino
El Comité del Patrimonio Marino de Ontario (OMHC) busca conservar este naufragio en las mejores condiciones

El caso de Lucas Atchison subraya un fenómeno recurrente: los grandes descubrimientos no siempre requieren herramientas avanzadas o profesionales experimentados. A menudo, el entusiasmo y un simple detector de metales pueden destapar vestigios del pasado.

En los últimos años, otros hallazgos han captado la imaginación del público: desde un tesoro romano descubierto en Rumanía hasta un hacha de 4000 años encontrada en Escocia. Incluso, rocas inicialmente identificadas como pepitas de oro han revelado ser meteoritos valiosos, destacando lo que se puede lograr con un ojo atento y un detector de metales confiable.

Lucas, con su hallazgo, se une a este grupo de descubrimientos fortuitos, reafirmando que el asombro y el descubrimiento están al alcance de todos aquellos que miran con curiosidad al mundo.

Medidas de conservación para el naufragio descubierto

Para preservar el naufragio recién descubierto, los arqueólogos planean tomar medidas fundamentales de conservación. Actualmente, la estrategia principal es volver a enterrar el hallazgo en un ambiente anaeróbico, es decir, en condiciones carentes de oxígeno. Este tipo de entorno es ideal para proteger los restos de la degradación causada por parásitos y otros organismos que aceleran el deterioro de la madera y el metal sumergidos.

El objetivo es asegurar que el naufragio permanezca resguardado hasta que los investigadores puedan desarrollar métodos adicionales para su preservación a largo plazo. Estas técnicas son cruciales para proteger un fragmento de la historia marítima de Canadá mientras se sigue avanzando en su estudio.

El hallazgo no solo ha abierto una ventana al pasado, sino que también ha revitalizado el interés en la potencial riqueza histórica presente en lugares inesperados. A medida que los investigadores continúan su trabajo en el sitio y más personas se inspiren en estas historias de descubrimiento, el legado de Lucas podría fomentar una nueva generación de arqueólogos aficionados, buscando tesoros ocultos y preservando la historia para las generaciones futuras.