Italia condenó a traficantes de cactus chilenos en un fallo histórico

Investigaciones revelaron que coleccionistas europeos pagaban sumas exorbitantes por Copiapoas extraídos ilegalmente del desierto de Atacama. El juicio expuso una red global de tráfico de especies

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Los cactus Copiapoa, exclusivos del
Los cactus Copiapoa, exclusivos del desierto de Atacama, crecen apenas un centímetro por año gracias a la camanchaca (Wikimedia Commons)

El desierto de Atacama es uno de los lugares más áridos del planeta. Con temperaturas extremas y una sequedad casi absoluta, parece un entorno inhóspito para cualquier forma de vida. Sin embargo, en las grietas de sus rocas y en las zonas más remotas del desierto, crecen los cactus Copiapoa, una especie que se caracteriza por su adaptación a condiciones tan extremas. Este grupo de cactus, compuesto por más de 30 especies, solo se encuentra en esta región al norte de Chile, lo que los hace muy exclusivos y vulnerables.

Los cactus Copiapoa tienen una tasa de crecimiento extremadamente lenta, apenas un centímetro por año, y sobreviven gracias a la camanchaca, una niebla costera que les proporciona la humedad que no reciben por lluvias. Esta adaptación a la vida en uno de los desiertos más secos del mundo los convierte en un símbolo de resiliencia. Además, su rareza y belleza han hecho que sean muy codiciados por coleccionistas de plantas, lo que ha aumentado su vulnerabilidad frente al tráfico ilegal.

Un robo de cactus que terminó en la Justicia

En 2013, una operación de la aduana en el aeropuerto de Milán Malpensa interceptó un envío sospechoso que contenía 143 cactus Copiapoa. El envío, que aparentemente estaba en regla con documentos fitosanitarios, despertó las sospechas de las autoridades debido a la falta de coherencia en la documentación. La investigación posterior reveló que el destinatario del envío era Andrea Piombetti, un reconocido coleccionista y comerciante de cactus en Italia, que además de recibir plantas ilegalmente, también participaba en el tráfico de estas especies.

La policía italiana encontró más cactus en la residencia de Piombetti y en la casa de un amigo cercano. Tras un análisis forense, se determinó que muchos de los cactus eran Copiapoa, algunos de los cuales eran más antiguos que Piombetti mismo. El suelo de las plantas contenía elementos que confirmaron su extracción ilegal del desierto de Atacama, en Chile. El caso fue inicialmente desestimado debido a la prescripción, pero se reactivó en 2020, cuando Piombetti fue nuevamente investigado por otro delito relacionado con el tráfico de plantas raras.

Juicio y resolución

El caso cobró una nueva dimensión cuando en febrero de 2020 la policía italiana regresó a la casa de Andrea Piombetti tras recibir una denuncia sobre un árbol raro. Aunque no encontraron el árbol en cuestión, descubrieron más de 1.000 cactus Copiapoa en su propiedad, algunos de los cuales provenían directamente del desierto de Atacama. Las investigaciones revelaron que Piombetti había viajado a Chile en varias ocasiones entre 2016 y 2019, lo que sugirió una posible conexión directa con los traficantes locales.

La policía descubrió que Piombetti y su cómplice, Mattia Crescentini, formaban parte de una red de tráfico ilegal que operaba en varios países. Los cactus robados eran vendidos en línea, principalmente a coleccionistas privados de todo el mundo, con precios que oscilaban entre cientos y miles de dólares. Las plantas robadas fueron evaluadas en más de 1,1 millones de dólares.

Finalmente, el gobierno italiano inició un proceso penal en 2020, que llevó a un juicio de cinco años que concluyó en 2025. Un aspecto destacable de este proceso judicial fue la repatriación de 840 cactus Copiapoa a Chile. Este gesto no solo significó un triunfo en la lucha contra el tráfico ilegal, sino que también sentó un precedente en cuanto a la protección de la biodiversidad.

El cambio climático y la
El cambio climático y la caza furtiva amenazan la supervivencia de los cactus Copiapoa en su hábitat natural (Wikimedia Commons)

El futuro de la conservación del Copiapoa

Actualmente enfrenta múltiples amenazas, tanto naturales como humanas. La caza furtiva, impulsada por la alta demanda de estos cactus en el mercado negro, es una de las mayores preocupaciones. Coleccionistas internacionales a menudo recurren a internet para adquirir ejemplares robados, lo que ha llevado a la destrucción de hábitats enteros en el desierto de Atacama. Además, el cambio climático agrava la situación, ya que las fluctuaciones en las temperaturas, la escasez de lluvias y la alteración de los patrones de niebla que alimentan a estas plantas están reduciendo su capacidad de supervivencia.

La expansión minera y la construcción de infraestructuras también han deteriorado el entorno natural del Copiapoa. A pesar de los esfuerzos de conservación, como los realizados por grupos voluntarios como los “Caminantes del Desierto“, la situación sigue siendo crítica. El futuro de estas especies depende de la protección de su hábitat y de frenar el tráfico ilegal.