El misterio de Kate Bushell: la policía se aferra a dos pistas que podrían resolver el crimen

El 15 de noviembre de 1997, la vida de Kate Bushell, una estudiante de 14 años, fue brutalmente arrebatada mientras paseaba al perro de un vecino en Exeter, Reino Unido. Su cuerpo fue encontrado por su padre en un campo cercano con una profunda herida de cuchillo en la garganta. A pesar de una de las investigaciones más grandes de la policía de Devon y Cornwall, el asesino nunca fue identificado.

Kate fue vista con vida por última vez a las 4:50 p.m., caminando por una especie de banquina en Exwick Lane con el perro de un vecino.

Menos de una hora después, su padre descubrió su cuerpo a unos 270 metros de su hogar, en un campo frecuentado por paseadores de perros. La autopsia reveló que fue asesinada con una cuchilla de al menos 15 centímetros de largo.

La conmoción por el crimen llevó a una investigación masiva. Más de 160 detectives fueron asignados al caso, se realizaron 5.000 entrevistas casa por casa y se tomaron muestras de ADN a un número similar de personas, de acuerdo con información del medio británico The Sun.

Tres sospechosos fueron interrogados, pero posteriormente liberados sin cargos. La falta de avances ha sido una constante en el caso, aunque la familia de Kate y la policía no han cesado en su búsqueda de justicia.

“No pasa un día sin que mi familia y yo pensemos en ella, en lo que habría logrado y en todo lo que nos han arrebatado”, declaró su hermano, Tim Bushell, en un nuevo llamado a testigos en 2022, según el diario del Reino Unido.

Desde los primeros días de la investigación, la policía centró sus esfuerzos en dos elementos clave: un auto azul visto cerca de la escena y un hombre desconocido que nunca pudo ser identificado.

Testigos informaron haber visto un pequeño vehículo azul estacionado cerca de los establos de la zona y a un hombre junto a él. Tan solo cinco minutos después, otra pareja pasó por el lugar y notó que el coche seguía allí, pero ya no había nadie cerca.

Otro testigo describió a un hombre de entre 30 y 40 años, complexión promedio, bien afeitado y con cabello oscuro hasta el cuello, corriendo en dirección contraria a la escena del crimen.

A lo largo de los años, la policía rastreó más de 2.000 vehículos azules, pero ninguno fue el que buscan. El hombre del auto y el corredor siguen sin ser identificados, indicó The Sun.

Otra pista crucial son las fibras de color naranja encontradas en el cuerpo de Kate y en una cerca cercana. Se identificaron más de 100 fibras, posiblemente provenientes de ropa de trabajo, como monos o guantes. A pesar de los intentos de rastrear su origen, este hallazgo no llevó a ningún sospechoso.

La mejor amiga de Kate, Nicky Johns, recordó en 2017 el impacto devastador que tuvo el asesinato: “El dolor era insoportable. Sentía que había perdido parte de mí. Lo más difícil es saber que esta persona sigue libre y que no ha pagado por lo que hizo”.

Con el paso del tiempo, la policía lanzó múltiples llamados a la ciudadanía en busca de información. En 2017, coincidiendo con el 20.º aniversario del asesinato, se recibieron 204 nuevas pistas, lo que llevó a la apertura de 10 líneas de investigación.

En 2022, la familia de Kate hizo otro llamado desesperado a quienes pudieran estar ocultando información.

“El lugar del asesinato tiene una enorme importancia porque no es conocido por nadie que viva fuera de la zona”, afirmó el inspector detective Rob Back, quien encabeza la investigación. Las autoridades creen que el asesino debía ser de la zona o tener vínculos cercanos con familiares, amigos o allegados a Kate.

A pesar de los esfuerzos, el caso sigue sin resolverse. Con una pista todo se podría destrabar, y eso es lo que están esperando. Encontrar aquel auto azul o detectar la identidad del hombre, podría traer justicia.

“Seguimos convencidos de que alguien sabe o sospecha quién es el responsable”, declaró un portavoz de la policía en la última actualización de la investigación, según The Sun.