El legislador independiente Ben Dawkins, miembro de la cámara alta del Parlamento de Australia Occidental, cambió legalmente su nombre a Austin “Aussie” Trump como parte de una protesta política contra el gobierno del Partido Laborista.
Su nueva identidad ya aparece en el sitio web del Parlamento y en sus redes sociales, donde intensificó sus críticas a la administración estatal.
Dawkins anunció el cambio en su cuenta de X, donde publicó una fotografía del documento oficial emitido por el Registro de Nacimientos, Muertes y Matrimonios de Australia Occidental.
“Espero que todos estén bien. No tengo nada que decir aquí, excepto que he iniciado una protesta política contra la tiranía y la corrupción sistemática del gobierno laborista en Australia Occidental. Tengo unos días libres, pero podemos hablar de ello más tarde. Aussie”, posteó en sus redes sociales.
El ahora “Aussie Trump” también declaró públicamente su admiración por el presidente estadounidense. “Quiero ser como Trump en el sentido de denunciar las tonterías de la izquierda progresista”, dijo en una entrevista con el medio australiano 9News.
De laborista expulsado a candidato independiente
Antes de su cambio de nombre y su conversión en figura mediática, Dawkins fue diputado del Partido Laborista, pero en 2023 fue expulsado tras declararse culpable de 35 violaciones de una orden de restricción por violencia doméstica, de acuerdo con información de ABC News de Australia.
Su expulsión lo dejó sin partido, aunque más tarde intentó sumarse a One Nation, el partido populista de derecha liderado por Pauline Hanson.
Sin embargo, su intento de liderar la candidatura de esa agrupación en la cámara alta también fracasó. La misma Hanson decidió despedirlos de sus cargos.
Reacciones divididas: ¿estrategia política o simple provocación?
El Primer Ministro de Australia Occidental, Roger Cook, líder del Partido Laborista en el estado, minimizó la maniobra de Dawkins.
“Esto es simplemente una forma de buscar atención”, declaró en una conferencia de prensa, según la cadena de noticias británica Sky News. Agregó que no está seguro del impacto que pueda tener.
Los analistas políticos interpretaron la decisión como una jugada para captar votantes en un sistema donde los candidatos a la cámara alta necesitan solo un pequeño porcentaje del electorado para ganar un escaño.
Peter Kennedy, analista veterano del estado Australia Occidental citado por ABC News, describió la acción como un “gran truco publicitario”.
Además, explicó que, con menos del 3% de los votos, Dawkins podría asegurar su reelección. “No se necesita una gran proporción de votos para ser elegido para la cámara alta”, afirmó.
En las calles, la respuesta fue mixta. Algunos ciudadanos consideran que el cambio de nombre es una burla a la política australiana.
Martin Piercey, un ciudadano de Bunbury (ciudad de Australia Occidental), opinó: “Creo que es ostentoso y no aceptaría la idea de ese tipo de persona”. En su diálogo con el medio australiano agregó que es preocupante que los políticos del país sigan al líder estadounidense.
Por otra parte, Tia Spence la calificó: “Es extremadamente vergonzoso y, obviamente, busca llamar la atención”. Reconoció simpatizar con algunas políticas de Trump, aunque no le gustó el cambio de nombre.
Otros ven la maniobra como una jugada astuta. Shelly Watson, otra residente de la región, argumentó que cualquier movimiento que genere notoriedad puede ser beneficioso.
“Lo pegadizo es siempre una buena opción. Cualquier eslogan es un buen eslogan”, opinó Watson.
El impacto electoral de este cambio de identidad aún está por verse. Queda la incógnita de si “Aussie Trump” logrará traducir su notoriedad en apoyo en las urnas.
Australia Occidental celebrará elecciones estatales en marzo, mientras que el país en su conjunto acudirá a las urnas en una votación nacional antes del 17 de mayo.
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