
El ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, informó este viernes que más de 30.600 sirios han retornado a su país tras el colapso del régimen de Bashar al Assad, quien abandonó Siria el pasado 8 de diciembre y se trasladó a Rusia debido al avance de fuerzas rebeldes lideradas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS).
En declaraciones a la cadena TGRT, Yerlikaya precisó que 30.663 sirios han regresado a Siria desde la caída de Al Assad. En este contexto, destacó que actualmente Turquía acoge a más de 4,1 millones de refugiados, de los cuales 2,9 millones son de nacionalidad siria. La mayoría de ellos se encuentran en grandes ciudades como Estambul o Gaziantep.
Turquía se ha consolidado como uno de los países con mayor número de refugiados a nivel global, según datos de CORDIS, la plataforma oficial de la Unión Europea (UE) para la difusión de proyectos financiados. La mayoría de esta población siria reside en áreas urbanas, mientras que aproximadamente 240.000 personas viven en campos de refugiados administrados por el gobierno turco, indicó la UE.
El ministro también señaló que, desde 2017, un total de 768.912 sirios han abandonado Turquía de forma voluntaria.

Según datos proporcionados por CORDIS, los refugiados sirios en Turquía presentan tasas de empleo significativamente más altas durante los primeros años tras su llegada en comparación con los refugiados en Europa. Sin embargo, la mayoría de estos empleos se concentra en el mercado laboral informal, caracterizado por salarios bajos y condiciones laborales precarias.
El gobierno turco ha implementado programas como la Red de Seguridad Social de Emergencia, diseñada para mejorar las condiciones de vida de los refugiados. Sin embargo, los desafíos persisten, ya que la integración de una población tan numerosa en una economía y sociedad que no los considera residentes permanentes sigue siendo un reto fundamental.
Por otro lado, Turquía ha comenzado a establecer vínculos institucionales con Siria, como la apertura del consulado turco en Alepo, una de las principales ciudades del norte de Siria. Según el titular del Interior, se espera que el consulado retome sus operaciones “en unos días” para facilitar retornos y normalizar las relaciones tras los recientes cambios en el panorama político sirio.

La caída del régimen de la familia Al Assad, que gobernó Siria desde 1971, se produjo tras una ofensiva iniciada el 27 de noviembre por fuerzas rebeldes y yihadistas en la provincia de Idlib. Este ataque permitió a los insurgentes tomar la capital, Damasco, obligando al repliegue de las tropas gubernamentales, que habían contado con el apoyo de Rusia e Irán.
La familia Al Assad había mantenido el control del país durante más de cinco décadas, primero bajo el liderazgo de Hafez al Assad (1971-2000) y luego con su hijo, Bashar al Assad, quien asumió el poder en 2000.
(Con información de Europa Press)
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