Chill It, la máquina que enfría bebidas en 30 segundos ¡Ya está en México!

En el mundo de la gastronomía y el comercio de bebidas, la inmediatez puede marcar la diferencia entre una venta exitosa y una oportunidad perdida. Por eso, el acceso a productos a la temperatura ideal se volvió un factor clave en la experiencia del consumidor.

Esa escena, repetida a diario en miles de establecimientos alrededor del mundo, fue la chispa que encendió una idea en la mente de tres estudiantes universitarios hace una década: crear una máquina capaz de enfriar cualquier bebida en poco tiempo, “un microondas a la inversa”.

Lo que empezó como un trabajo universitario se convirtió, con el paso de los años y con la colaboración de ingenieros mecánicos y electrónicos, en un desarrollo tecnológico real que dio origen a Chill It, la máquina que enfría bebidas en solo 30 segundos, sin alterar su sabor y con un consumo energético reducido.

En entrevista con Infobae, Tomás Vallejo Fabregat, Head of Revenue de la marca, compartió detalles sobre la llegada de esta máquina a México y cómo está transformando la forma de enfriar bebidas en diferentes regiones del mundo.

El funcionamiento de Chill It se basa en un principio simple pero eficaz: extrae el calor del envase en lugar de introducir frío. Es un proceso que podría compararse con el de un microondas, pero operando a la inversa. Mientras un microondas calienta el contenido desde el interior mediante ondas electromagnéticas, Chill It disipa la energía térmica desde el exterior hacia el entorno. Todo esto utilizando únicamente electricidad, sin intervención de químicos ni gases refrigerantes.

Según Vallejo, aunque en sus inicios la máquina era manual y requería un protocolo de operación, hoy funciona de forma completamente automática. Basta con colocar la bebida y, en cuestión de segundos, está fría y lista para el consumo.

Sensores y mecanismos de transferencia térmica controlan con precisión el tiempo y la intensidad del enfriamiento. El sistema actúa directamente sobre el envase —ya sea de vidrio, plástico o aluminio— y reduce la temperatura del contenido a la temperatura deseada. Por ejemplo, una botella de vino tinto a 7°C, una lata de cerveza a -1° o una botella de tequila a -10°C, sin afectar el sabor, la textura ni la carbonatación.

“Actualmente contamos con diversas certificaciones en Europa y Latinoamérica. También estamos en proceso de certificaciones en Estados Unidos. Hemos trabajado con diversas marcas de bebidas de talla internacional, mismas que han corrido pruebas en sus laboratorios y comprobado que Chill It enfría las bebidas de manera eficaz y sin modificar las propiedades del producto”, destacó.

La tecnología desarrollada por Chill It propone una nueva forma de enfriar bebidas en entornos comerciales, combinando rapidez, eficiencia energética y respeto por las propiedades originales del producto. Estas son las claves que la diferencian:

• Consumo energético reducido. Solo se activa al usarse, lo que permite reducir el gasto eléctrico hasta en un 60 % frente a un frigorífico convencional.
• Sin químicos ni gases refrigerantes. Funciona únicamente con electricidad, sin fluidos especiales ni refrigerantes industriales.
• Compatible con todo tipo de envases. Enfría vidrio, plástico y aluminio sin importar el formato de la bebida.
• Frío extremo en poco tiempo. Puede alcanzar temperaturas bajo cero si el usuario lo desea.
• Sin alterar sabor ni textura. Las propiedades organolépticas de las bebidas se conservan intactas tras el proceso.
• Instalación práctica y adaptable. Puede colocarse fácilmente en barras, mostradores o áreas de servicio sin ocupar espacio excesivo.

Otro beneficio que merece una mención aparte es la posibilidad de personalizar el ciclo de enfriamiento. Todas las máquinas están conectadas a internet y, gracias a que tiene un lector de código de barra, se puede configurar para que solo enfríe productos de las marcas, ayudándoles a aumentar la cantidad de litros vendidos y el market share de la bebidas configuradas. Esta funcionalidad también genera reportes útiles para el cliente: qué bebidas son las más solicitadas, cuáles se rechazan y cómo configurar el equipo según las preferencias del consumidor final.

Uruguay fue el primer mercado de prueba para esta tecnología, enfocada inicialmente en restaurantes y supermercados. Los resultados fueron inmediatos y permitieron desarrollar versiones mejoradas, pensadas para sectores específicos como el vitivinícola o el de retail.

Hoy, Chill It ya tiene presencia en países como Uruguay, España y México. Este último representa un avance estratégico para la marca, que logró conectar rápidamente con marcas de bebidas, retailers, restaurantes y hoteles, donde el equipo ya está instalado y en funcionamiento.

“Llegamos a México hace tan solo cuatro meses y la aceptación ha sido realmente positiva. Chill It crece 25 % en ventas mes a mes, nuestra planta de empleados aumentó un 50 % y ya contamos con oficinas en Ciudad de México, Monterrey, Querétaro y Quintana Roo”, aseguró Vallejo.

La forma en que se venden y consumen las bebidas frías podría estar atravesando un cambio estructural. En un contexto donde la eficiencia energética, la sostenibilidad y la experiencia del cliente se vuelven prioritarias, tecnologías como la que propone Chill It no solo mejoran la operatividad, sino que marcan el rumbo del sector.

Tener la posibilidad de ofrecer una bebida perfectamente fría al instante, sin cámaras frigoríficas ni tiempos prolongados de refrigeración, optimiza la atención al cliente y permite a los negocios responder con agilidad a los nuevos hábitos de consumo.