Las energías renovables superan al carbón como la mayor fuente de electricidad del mundo

Por primera vez, fuentes limpias como solar y eólica ganan protagonismo a nivel mundial, marcando un hito en la transición energética y acelerando la independencia de combustibles fósiles

Guardar
Las energías renovables superan al
Las energías renovables superan al carbón como principal fuente de electricidad a nivel mundial (Crédito: Observatorio de la Tierra de la NASA)

Por primera vez desde que existen registros comparables, las energías renovables han sobrepasado al carbón como la mayor fuente de generación eléctrica mundial. Datos recientes revelan que tecnologías como la solar y la eólica produjeron más electricidad durante la primera mitad del año que cualquier otro recurso energético.

Según informó Euronews Green, este cambio de liderazgo marca un hito histórico. El grupo de expertos Ember recopiló la información y, según su analista Malgorzata Wiatros-Motyka, el 2025 podría considerarse “el inicio de un cambio en el que la energía limpia mantiene el ritmo del crecimiento de la demanda”.

La transición energética se refleja no solo en porcentajes, sino en la cobertura total de la nueva demanda de electricidad. Las fuentes renovables cubrieron el 100% del aumento de la demanda energética global, un logro que evidencia el rápido avance técnico y económico de este sector.

Además, según la revista Investing, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyectó en su informe anual sobre el mercado eléctrico que las renovables superarían al carbón en 2025, con un crecimiento de la electricidad de origen renovable hasta un 37% de la generación mundial prevista para 2026. Esta tendencia está empujada directamente por la drástica reducción de costos en la energía solar fotovoltaica y la rápida expansión a nivel global.

Solar y eólica: motores del crecimiento renovable

La energía solar y eólica
La energía solar y eólica lideran el crecimiento de la generación eléctrica global (Crédito: Grosby)

El carbón ha sostenido durante décadas el peso de la generación eléctrica mundial. Su hegemonía parecía indiscutible hasta que, en los últimos años, la reducción drástica del costo de la energía solar transformó tanto la viabilidad económica como la política energética de los países. Los paneles solares, cuyo costo ha caído un 99,9% desde 1975, han democratizado el acceso a la producción energética, facilitando que naciones de ingresos bajos y medios incorporen rápidamente esta tecnología.

A diferencia de la construcción de plantas térmicas, que pueden demorar décadas y requerir enormes inversiones, la instalación de capacidad solar a gran escala es significativamente más rápida y accesible, lo que permite responder eficazmente a los incrementos en la demanda.

Energía solar: concentración en países de bajos ingresos y ventajas económicas

El 58% de la generación
El 58% de la generación solar se concentra en países de bajos ingresos, impulsando su desarrollo energético (Crédito: Grosby)

Según los datos recopilados, la mayor parte de la generación solar (58%) actualmente se encuentra en países de bajos ingresos. Esta tendencia responde a la combinación de reducción de costos, facilidad de instalación y necesidades inmediatas de acceso energético en regiones históricamente postergadas.

Para muchos países que no producen combustibles fósiles, la energía solar representa una alternativa estratégica: su instalación no depende de ciclos largos de financiamiento, ni de inversiones en infraestructura pesada, y además evita la volatilidad y dependencia de los mercados internacionales de energía.

Independencia energética y reducción de importaciones

La adopción masiva de renovables no solo resulta en beneficios económicos y ecológicos, sino también en una mayor soberanía energética. Al aprovechar recursos naturales como el sol y el viento, los países dejan de estar atados a la importación de carbón, petróleo o gas natural, disminuyendo así su exposición a las fluctuaciones y tensiones de los mercados internacionales de divisas.

En particular, los países que no cuentan con producción propia de hidrocarburos pueden, gracias a las renovables, garantizar el acceso a recursos energéticos nacionales y reducir su vulnerabilidad estratégica.

Ejemplos concretos ilustran la magnitud de esta transición. Pakistán, por citar un caso relevante, importó en 2024 paneles solares con capacidad para generar 17 gigavatios, el doble que el año anterior y aproximadamente un tercio de toda la capacidad eléctrica instalada del país.

Según reportes, este avance permite a Pakistán reducir su dependencia de fuentes importadas y acelerar el acceso eléctrico para millones de personas. Otros países africanos como Sudáfrica, Argelia y Botswana también han capitalizado la reducción de los costos de la energía solar, incorporando nuevas instalaciones fotovoltaicas como base para su expansión energética reciente.

Desafíos para la energía eólica

La energía eólica enfrenta desafíos
La energía eólica enfrenta desafíos por la falta de reducción de costos en comparación con la solar (EFE/ Mario Arturo Martínez/Archivo)

Mientras la energía solar avanza con firmeza, la expansión de la eólica enfrenta retos propios. Principalmente, las turbinas eólicas y la infraestructura asociada no han experimentado una reducción de costos comparable a la de la energía solar, lo que plantea barreras económicas para su adopción, especialmente en países ubicados en regiones con buen potencial eólico, como el Reino Unido y Noruega.

Esta diferencia en la evolución de los precios limita el despliegue veloz de la eólica en comparación con la solar, pese a la abundancia de recursos ventosos en varias zonas del planeta.

Este cambio de paradigma en la matriz energética mundial protagonizado por las renovables redefine las ventajas comparativas de los países, plantea nuevas oportunidades industriales y representa un avance singular en la lucha por una electricidad sustentable y accesible para todos.