Calendario lunar: cuándo hay luna llena en junio 2025

La Luna, en su incesante recorrido alrededor de la Tierra, se transforma noche tras noche, marcando ritmos naturales y culturales que aún perviven en la vida moderna.

Mes a mes, las fases lunares ofrecen un espectáculo celeste inalterable y, en junio de 2025, el satélite se prepara para protagonizar uno de los fenómenos más observados por aficionados y especialistas: la “Luna de Fresa”.

El ciclo lunar, sus fechas exactas, el nombre de la fase llena y la cronología del calendario lunar anual adquieren especial relevancia este año, en sintonía con tradiciones ancestrales y la precisión científica contemporánea.

La Luna atraviesa un ciclo completo que, según Star Walk, dura aproximadamente 29,5 días.

A lo largo de este periodo, su apariencia desde la Tierra cambia en función de la iluminación solar, lo que da lugar a cuatro fases principales: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante.

Cada una corresponde a momentos precisos en la órbita lunar y, de acuerdo con el Servicio de Hidrografía Naval, no duran un número fijo de días, sino que se definen por los ángulos que forman la Tierra, la Luna y el Sol en 0°, 90°, 180° y 270°.

En junio de 2025, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el sitio Time and Date coinciden en las siguientes fechas y horarios para estas fases: el cuarto creciente será el martes 3 de junio, seguido de la luna llena el miércoles 11.

Posteriormente, el cuarto menguante ocurrirá el miércoles 18 y la luna nueva cerrará el ciclo el miércoles 25 de junio. Cada transición marca instantes idóneos para actividades diferentes, desde la observación astronómica hasta la jardinería basada en el calendario lunar.

Durante el cuarto creciente, la superficie visible iluminada por el Sol aumenta progresivamente. Según IGN, este momento constituye una excelente oportunidad para concentrarse en proyectos de crecimiento y renovación personal.

La luna llena del 11 de junio será particularmente especial, como examinan Star Walk, ya que presentará la plenitud de su luz más cerca del horizonte, un fenómeno poco común en el hemisferio norte, mientras que en el sur se elevará inusualmente alta.

El cuarto menguante, que se dará el 18 de junio, mostrará una disminución gradual de la porción iluminada.

Finalmente, la luna nueva del 25 de junio dará paso a noches con un cielo especialmente oscuro, ideales para la observación detallada de estrellas y objetos celestes, según detalla Time and Date.

Estas fases no solo se observan igual en todo el mundo, sino que, como recuerda la NASA, el ángulo desde el que se perciben varía según el hemisferio.

El plenilunio, también conocido como luna llena, representa el punto máximo de iluminación de la superficie lunar y ocurre cuando la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna. En junio de 2025, esta fase tendrá lugar el miércoles 11.

El portal especializado Starwalk Space ofrece horarios precisos, detallando que el momento de máxima plenitud será a las 07:44 Tiempo Universal (TU), lo que equivale a las 04:44 en Argentina, 03:44 en Chile y Miami, 02:44 en Colombia, 01:44 en México y 09:44 en España.

La luna llena no dura toda la noche en su máximo, sino que alcanza su plenitud en un instante astronómico determinado, aunque suele mantenerse ampliamente iluminada durante unas 24 horas observables alrededor de ese momento, según explica el Instituto Geográfico Nacional y Starwalk Space.

Durante la noche del 10 y la madrugada del 11, el satélite se exhibirá en toda su magnitud, con su brillo característico que permite distinguir detalles de su superficie a simple vista o con instrumentos básicos como binoculares.

Además, tendrá una peculiaridad por su posición en el cielo: será la luna llena más baja en casi 18,6 años en el hemisferio norte, coincidiendo con el ciclo conocido como “standstill lunar”, fenómeno que implica que el satélite se ubique más cerca del horizonte y despliegue tonalidades más rojizas.

El nombre “Luna de Fresa” distingue, en la tradición del hemisferio norte, a la luna llena de junio.

Esta denominación tiene un origen agrícola y ancestral que no está vinculado al color del satélite, sino a su coincidencia con la temporada de maduración y recolección de fresas silvestres en ciertas regiones, según National Geographic.

El término se popularizó a partir de la década de 1930, cuando la publicación estadounidense Maine Farmer’s Almanac empezó a difundir los nombres atribuidos por comunidades nativas de Norteamérica para identificar cada plenilunio según eventos naturales y ciclos de cosecha.

La Luna de Fresa coincide con la corta temporada de cosecha de fresas en el noreste de América del Norte.

Este fenómeno se vincula profundamente con la observación de los ritmos biológicos y las actividades agrícolas de las comunidades indígenas.

Más allá de la cultura norteamericana, según detalla National Geographic, otros pueblos otorgan diferentes nombres a la plenitud lunar de junio en función de su entorno natural y tradiciones: en Europa recibe apelativos como “luna de hidromiel” o “luna rosa”, y en algunos lugares de Estados Unidos también se la llama “luna de flores”, “luna de azada” o “luna de plantación”, según las especies que florecen o las tareas agrícolas más relevantes del mes.

Así, el nombre de cada luna llena refuerza la conexión poética entre el cielo y la tierra, perpetuando la memoria de los vínculos entre los astros y las actividades humanas.

En el hemisferio norte, la Luna de Fresa señala el inicio del verano y de la época de máxima abundancia de este fruto silvestre, sirviendo como referencia temporal para la recolección y otras tareas asociadas al calendario natural.

En julio de 2025, el cielo nocturno será testigo de cuatro fases principales de la Luna. El primer evento importante será el cuarto creciente el 2 de julio, que marca el momento en que la mitad derecha de nuestro satélite se ilumina de manera creciente.

La luna llena de este mes alcanzará su punto máximo el 10 de julio y recibe el nombre tradicional de “Luna del Ciervo”. Esta denominación proviene del ciclo natural de los ciervos en el hemisferio norte, ya que durante este periodo los machos desarrollan nuevas astas.

Además, en distintas regiones y culturas, este plenilunio también se identifica como la “Luna del Trueno”, en referencia a la frecuencia de tormentas en pleno verano, o la “Luna del Heno”, por el inicio de la cosecha de este forraje.

El cuarto menguante está previsto para el 18 de julio, mientras que la luna nueva se producirá el 24, cerrando así el ciclo mensual.

El ciclo lunar de agosto de 2025 comienza con el cuarto creciente el día 1. La luna llena aparecerá el 9 de agosto y recibe el nombre de “Luna del Esturión”, dado que esta etapa coincide históricamente con la temporada en la que la pesca de esturiones resulta más productiva en los Grandes Lagos de América del Norte.

Este mes se distingue, además, por la esperada lluvia de meteoros Perseidas, cuyo máximo llegará el 12 de agosto. Durante estas noches, el firmamento ofrecerá la oportunidad de observar decenas de meteoros por hora, sumando atractivo a la observación lunar.

La última mitad del mes estará marcada por el cuarto menguante el 16 y la luna nueva el 23, dando paso a cielos más oscuros ideales para captar las Perseidas.

Durante septiembre de 2025, la fase de cuarto creciente se observará recién finalizando el mes, el día 30. El evento más destacado será la luna llena el 7 de septiembre, conocida como “Luna de la Cosecha”.

Este término se utiliza por su cercanía al equinoccio de otoño, un momento clave para las labores agrícolas ya que es cuando muchas cosechas alcanzan su maduración. La luna llena en esta ocasión se distinguirá por su brillo intenso y un tono anaranjado característico.

A mitad de mes, el cuarto menguante ocurrirá el 14 y la luna nueva el 21. Un acontecimiento singular tendrá lugar el mismo 7 de septiembre: el segundo y último eclipse total de Luna del año, visible desde determinadas regiones y añadiendo un elemento astronómico excepcional.

En octubre de 2025, el ciclo lunar proporcionará otra visión única el día 7, con una luna llena que coincidirá con el fenómeno de superluna, es decir, cuando el satélite se encuentra en su punto más cercano a la Tierra y aparece sensiblemente más grande y brillante en el horizonte.

Esta fase recibe el nombre de “Luna del Cazador”, que tradicionalmente marca la temporada destinada a la preparación de suministros para el invierno.

El siguiente cuarto menguante se registrará el 13 de octubre, la luna nueva el 21 y el cuarto creciente el 29, estableciendo el ritmo lunar de cierre e inicio de ciclo.

El plenilunio que ocurrirá el 5 de noviembre se denomina “Luna del Castor”, remitiendo al período en que estos animales se dedican a construir y fortalecer sus refugios antes de la llegada del frío intenso.

Al igual que el mes anterior, esta luna llena es también una superluna, lo que incrementa el interés para la observación astronómica por su apariencia más imponente.

El mes incluirá el cuarto menguante el 12, la luna nueva el 20 y el cuarto creciente el 28, coincidiendo con el avance del otoño en el hemisferio norte y los preparativos para el invierno.

El mes final de 2025 ofrecerá el 4 de diciembre una luna llena apodada “Luna Fría”, en referencia a las bajas temperaturas características de este periodo.

Este plenilunio será asimismo una superluna, mostrando su mayor tamaño y brillo del año. El cuarto menguante tendrá lugar el 11, la luna nueva el 20 y el cuarto creciente el 27. Durante esas semanas, se destaca la lluvia de meteoros Gemínidas, considerada una de las más notables del calendario astronómico, que tendrá su punto máximo entre el 13 y el 14 de diciembre.

Bajo condiciones óptimas de visibilidad, se podrán observar hasta 150 meteoros por hora, creando una experiencia celeste excepcional en las largas noches de finales de año.