
El cáncer de colon es un tipo de tumor que se desarrolla en el intestino grueso. Tradicionalmente, afectó más a personas mayores de 50 años. Pero en los últimos 20 años, la incidencia aumentó entre adultos jóvenes.
En varios países, la cantidad de diagnósticos en menores de 50 se duplicó, y se hacen investigaciones para comprender mejor cuáles son los factores de riesgo. Un equipo internacional de investigadores detectó una relación entre ciertos tumores de colon en jóvenes y una toxina llamada colibactina.
Esta sustancia es producida por bacterias que forman parte del microbioma intestinal y tiene capacidad mutagénica, es decir, puede alterar el ADN de las células. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.
Hicieron un análisis de firmas mutacionales, que son patrones repetitivos de errores en el ADN. Funcionan como señales que permiten identificar qué causó esos errores.

En este caso, los investigadores hallaron que las firmas mutacionales provocadas por la colibactina, llamadas SBS88 e ID18, aparecen con más frecuencia en personas que recibieron un diagnóstico antes de los 40 años. Estas mutaciones también están presentes en fases tempranas del desarrollo del cáncer.
Existen determinadas firmas mutacionales frecuentes en tumores colorrectales de algunos países, en particular de Argentina, Brasil, Colombia, Rusia y Tailandia. Esto sugiere que la exposición local también puede contribuir a la expresión del cáncer, aunque los científicos no saben todavía por qué.
“Es posible que las causas varíen de un país a otro”, afirmó el científico español Marcos Díaz-Gay, el primer autor del estudio. “Esto abre la puerta a estrategias de prevención específicas para cada región”, resaltó.
Aunque vale aclarar que aún se desconoce cómo ocurre la infección de las bacterias productoras de la toxina y cómo se debe combatir.
Por qué hicieron el estudio internacional

El estudio reunió a científicos de 11 países distribuidos en cuatro continentes. Participaron investigadores de Argentina, Brasil, Colombia, Canadá, República Checa, Francia, Irán, Japón, Polonia, Rusia, Serbia, Tailandia, Reino Unido y Estados Unidos.
Desde Argentina, colaboraron Carlos Vaccaro y Tamara Alejandra Piñero, del Instituto de Medicina Traslacional e Ingeniería Biomédica (IMTIB), una unidad del CONICET y la Universidad Hospital Italiano de Buenos Aires.
Por parte de Colombia, el estudio contó con la participación de Antonio Huertas-Salgado, investigador del Instituto Nacional de Cancerología en Bogotá.

Esta diversidad geográfica permitió analizar variaciones regionales en las firmas mutacionales del cáncer colorrectal y fortalecer la validez global de los hallazgos.
Al ser entrevistado por Infobae, el doctor Vaccaro señaló que “la relación causal entre la toxina y el cáncer colorrectal todavía está por demostrarse”.
Ya se habían encontrado asociaciones entre el microbioma y muchas enfermedades. “Si bien hay evidencias indirectas, no está completamente demostrado que el tipo de microbioma que se encuentra en los pacientes sean causa o consecuencia de las enfermedades”, mencionó.

A partir de los resultados, ya se estudia si el uso de probióticos podría eliminar de forma segura las cepas bacterianas nocivas.
“Algunas cepas de bacterias pueden producir toxinas que estarían asociadas al desarrollo de cáncer colorrectal en personas jóvenes. Es una posibilidad que plantea el nuevo estudio, pero aún requiere de más investigaciones para que la información pueda conducir a alguna recomendación en cuanto a prevención”, comentó a Infobae el médico Luis Caro, director general de Gedyt, director de la Carrera de Endoscopía Digestiva de la Universidad de Buenos Aires y secretario de la Sociedad Interamericana de Endoscopía Digestiva, que no participó en el reporte.
Cuáles son los síntomas del cáncer de colon

El cáncer de colon puede manifestarse con sangrado en las heces, cambios en el ritmo intestinal, dolores abdominales y pérdida de peso sin causa aparente. Estos síntomas no siempre aparecen en fases iniciales, lo que dificulta la detección temprana.
Entre los factores que aumentan el riesgo se encuentran los antecedentes familiares, una dieta rica en carnes procesadas, el sedentarismo, el sobrepeso y el consumo excesivo de alcohol. También influye la inflamación crónica del colon, como en los casos de colitis ulcerosa.
Durante la última década, se ha encontrado que el cáncer de colon se desarrolla a edades más tempranas, antes de los cincuenta años.

El equipo internacional se propuso entender si los patrones de daño en el ADN pueden explicar por qué el cáncer de colon aparece con más frecuencia en ciertos países y en personas jóvenes.
Con ese objetivo, los investigadores analizaron muestras de tumores de distintas partes del mundo para ver si algunos tipos de errores en el ADN, provocados por factores como bacterias intestinales, aparecen más seguido en pacientes jóvenes.
También quisieron saber si estas señales específicas de daño están relacionadas con factores del ambiente o con el microbioma intestinal. Así, buscaron pistas sobre cómo empieza este tipo de cáncer en distintas poblaciones.
Cómo se hizo la investigación

El equipo de investigación analizó los genomas completos de 981 casos de cáncer colorrectal provenientes de 11 países. Se enfocaron en 802 tumores sin fallas en la reparación del ADN, lo que permitió observar otros mecanismos mutacionales.
Las muestras incluyeron tanto adultos mayores como personas jóvenes. Los resultados mostraron que las firmas mutacionales SBS88 e ID18, generadas por la toxina colibactina, fueron 3,3 veces más frecuentes en menores de 40 años que en mayores de 70.
También observaron que estas firmas aparecen en etapas tempranas del tumor. Según los investigadores, la exposición a colibactina ocurre en fases iniciales de la vida y deja una marca duradera en las células intestinales.
Además, en tumores expuestos a colibactina, una de cada cuatro mutaciones del gen APC —que suele iniciar la cascada de eventos que lleva al cáncer— puede atribuirse a esta toxina. Esta mutación es clave en el desarrollo del tumor.
Qué resultados obtuvieron en Argentina, Brasil y Colombia

En Argentina, los tumores colorrectales mostraron una alta frecuencia de las firmas SBS89, DBS8 e ID_J. Estas tres firmas tendieron a aparecer juntas, lo que sugiere que podrían provenir del mismo proceso mutacional.
En Colombia, se registraron tasas elevadas de SBS94, SBS_F y DBS6, también con evidencia de co-ocurrencia. En Brasil, se destacó la prevalencia de la firma CN_F, vinculada con grandes eventos de alteración del número de copias del ADN.
Estas diferencias reflejan exposiciones locales a procesos mutagénicos aún no determinados, lo que refuerza la importancia de considerar el contexto geográfico en el estudio del cáncer colorrectal.
Qué implican los hallazgos

Los resultados sugieren que la exposición a colibactina en etapas tempranas podría estar impulsando el aumento de casos de cáncer colorrectal en jóvenes.
La toxina parece actuar como una “chispa” inicial en células sanas que más tarde desarrollan mutaciones cancerígenas.
“La exposición a colibactina puede ocurrir en la infancia y dejar un legado mutacional que se manifiesta décadas después”, explicó a través de un comunicado Ludmil Alexandrov, de la Universidad de California en San Diego y supervisor del estudio.
Esa hipótesis refuerza la idea de que el ambiente microbiano en los primeros años de vida puede incidir en la salud futura.

El trabajo no encontró una relación directa entre las bacterias que producen colibactina y los tumores actuales. Eso sugiere que la exposición pudo ocurrir en el pasado y que los microbios responsables ya no estén presentes en el intestino al momento del diagnóstico.
“En algunos casos, el daño causado por la colibactina puede equivaler a décadas de mutaciones acumuladas”, sugirió Díaz-Gay. Por eso, los investigadores proponen realizar estudios con muestras del microbioma de pacientes jóvenes con cáncer para identificar marcadores tempranos.
También plantean que, si se confirma el vínculo causal, se podría prevenir la exposición temprana a estas bacterias. Ese tipo de prevención requeriría identificar factores ambientales, dietarios o antibióticos que favorezcan la colonización por microbios productores de colibactina.

En diálogo con Infobae, Leandro Steinberg, médico gastroenterólogo endoscopista del Hospital Durand y la Fundación Favaloro en Argentina, que no fue coautor, comentó: “Se trata de un estudio retrospectivo y observacional, y demuestra que los pacientes jóvenes con cáncer colorrectal tienen un perfil mutacional diferente al de los mayores. También encontraron diferencias relacionadas con el país en que cada paciente vive, y esto destaca la importancia de hacer estudios con muestras de diversas regiones del mundo”.
Si bien los resultados del estudio necesitan ser más estudiados, el doctor Steinberg, quien es miembro de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), opinó que “se abre la puerta para pensar en una prevención más personalizada que considere no solo la edad sino también factores biológicos y contextuales. En definitiva, el nuevo estudio publicado en Nature aportó información valiosa para entender mejor un problema global que preocupa, como lo es el aumento del cáncer colorrectal en personas jóvenes”.
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