El rover Curiosity de la NASA reveló imágenes misteriosas de nubes de “nácar” en Marte

Un fenómeno atmosférico peculiar en el planeta rojo está intrigando a los científicos, dejando interrogantes sobre su formación y cuál es su impacto en ciertas regiones

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Las nubes noctilucentes marcianas se forman entre los 60 y los 80 kilómetros de altitud (@NASAJPL)

Un fenómeno atmosférico único en Marte ha captado la atención de los científicos: las nubes noctilucentes o crepusculares, formadas por hielo de dióxido de carbono, han sido observadas nuevamente por el rover Curiosity de la NASA. Estas nubes, que se encuentran a altitudes de entre 60 y 80 kilómetros sobre la superficie marciana, presentan colores iridiscentes que las hacen destacar en el cielo del planeta rojo.

Según informó la NASA, las imágenes más recientes fueron capturadas el 17 de enero de 2025, durante un lapso de 16 minutos, utilizando la Mastcam, el sistema de cámaras principal del rover. Este descubrimiento también plantea nuevas preguntas sobre los procesos que permiten la formación de estas nubes en regiones específicas del planeta.

Las nubes noctilucentes de Marte son similares a las que se observan en la Tierra, pero con una diferencia clave: están compuestas por hielo de dióxido de carbono, también conocido como hielo seco, en lugar de cristales de agua, como explica la NASA. Estas nubes se forman únicamente en el hemisferio sur del planeta y solo durante el otoño marciano.

El rover Curiosity ha registrado este fenómeno en cuatro años marcianos consecutivos desde 2019, mientras que el rover Perseverance, ubicado en el hemisferio norte, no ha detectado nubes similares desde su llegada en 2021. Este patrón sugiere que las condiciones para la formación de estas nubes son específicas de ciertas regiones y estaciones.

Compuestas de hielo seco, estas
Compuestas de hielo seco, estas nubes se presentan solo en el hemisferio sur durante el otoño marciano

La iridiscencia y su significado científico

Las nubes iridiscentes, también conocidas como nubes “nácar”, son un tipo especial de nubes noctilucentes que presentan un arcoíris de colores debido a la uniformidad en el tamaño de las partículas de hielo que las componen. Según explicó el científico atmosférico Mark Lemmon, del Instituto de Ciencias Espaciales en Boulder, Colorado, esta uniformidad indica que las nubes se forman y evolucionan en un entorno estable y homogéneo.

Lemmon, quien lideró un estudio publicado en 2024 sobre las observaciones de nubes de Curiosity, destacó que la iridiscencia es un indicador clave para comprender el tamaño y el crecimiento de las partículas en estas nubes. Además, señaló que este fenómeno se ha vuelto tan predecible que el equipo puede planificar las capturas de imágenes con antelación.

Uno de los grandes misterios que rodean a estas nubes es por qué solo se forman en ciertas regiones del hemisferio sur de Marte. Según explicó Universe Today, Lemmon y otros científicos sugieren que las ondas gravitacionales podrían ser responsables de enfriar la atmósfera lo suficiente como para permitir la condensación del dióxido de carbono en hielo.

La cámara Mastcam del Curiosity
La cámara Mastcam del Curiosity lleva años registrando cambios atmosféricos en Marte (EFE)

Estas ondas, que no deben confundirse con las ondas gravitacionales astrofísicas, son perturbaciones en la atmósfera que pueden alterar las temperaturas locales. Sin embargo, los investigadores admiten que aún no comprenden completamente cómo estas ondas afectan la formación de las nubes ni por qué no se observan en otras partes del planeta.

Imágenes y datos que amplían el conocimiento atmosférico

Las imágenes capturadas por la Mastcam de Curiosity muestran las nubes iridiscentes y las columnas blancas que parecen caer desde las nubes hacia la superficie antes de evaporarse a unos 50 kilómetros de altitud. Estas columnas están compuestas por hielo de dióxido de carbono que se sublima debido al aumento de las temperaturas a medida que descienden. Además, en las imágenes se pueden observar nubes de hielo de agua que viajan en dirección opuesta, lo que proporciona una visión más completa de la dinámica atmosférica marciana.

La Mastcam, diseñada específicamente para estudiar las nubes marcianas, cuenta con filtros que permiten analizar diferentes longitudes de onda de luz, lo que ayuda a determinar la composición y el tamaño de las partículas en las nubes. También tiene capacidad de visión estereoscópica, lo que facilita la medición de la altura, forma y velocidad de las nubes. Según la NASA, estos datos son esenciales para comprender cómo cambian las condiciones atmosféricas en Marte a lo largo del tiempo.

El rover Curiosity, que aterrizó en el cráter Gale en 2012, ha sido fundamental para el estudio de la atmósfera y la geología marcianas. Aunque su misión principal es analizar las rocas y el terreno del cráter y del monte Sharp, que se eleva 5,5 kilómetros sobre el suelo del cráter, también ha desempeñado un papel crucial como observador del cielo.

A pesar de los avances logrados, aún quedan muchas preguntas sin respuesta sobre las nubes noctilucentes de Marte. Según explicó la NASA, los científicos buscan comprender con mayor precisión cómo evolucionan las partículas en estas nubes y qué factores determinan su localización. Además, se espera que futuras misiones, tanto en la superficie como en órbita, puedan proporcionar datos más detallados sobre las condiciones atmosféricas que favorecen la formación de estas nubes.