
La terapia de reemplazo hormonal es un tratamiento para aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos y los sudores nocturnos. Sustituye las hormonas que se encuentran en un nivel más bajo a medida que las mujeres se acercan a la etapa del climaterio.
Una nueva investigación realizada en el Reino Unido permitió descubrir que la terapia de reemplazo hormonal podría ayudar también a prevenir el Alzheimer en un grupo de mujeres con mayor riesgo de desarrollar esa enfermedad. Fue publicada en la revista Alzheimer’s Research and Therapy.
El estudio fue realizado por científicos de la Universidad de East Anglia. Demostró que el uso de la terapia hormonal se asocia a una mejora de la memoria, la cognición y un mayor volumen cerebral en la edad adulta entre las mujeres portadoras del gen APOE4, que está considerado como uno de los factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer.
El equipo de investigadores descubrió que la terapia hormonal era más eficaz cuando se introducía al principio de la menopausia, durante la perimenopausia.

La profesora Anne-Marie Minihane, de la Facultad de Medicina Norwich y directora del Instituto Norwich para el Envejecimiento Saludable de la Universidad de East Anglia, lideró el estudio en colaboración con el profesor Craig Ritchie, de la Universidad de Edimburgo.
“Sabemos que el 25% de las mujeres del Reino Unido son portadoras del gen APOE4 y que casi dos tercios de los enfermos de Alzheimer son mujeres”, aclaró la doctora Minihane para explicar qué motivo a su equipo a llevar a cabo la investigación.
Además de vivir más tiempo, “se cree que la razón de la mayor prevalencia femenina está relacionada con los efectos de la menopausia y el impacto del factor de riesgo genético APOE4, que es mayor en las mujeres”, añadió.

“Queríamos averiguar si la terapia hormonal podría prevenir el deterioro cognitivo en portadoras de APOE4 en situación de riesgo”, subrayó Minihane.
El equipo de investigación estudió los datos de 1.178 mujeres que participaban en la iniciativa europea de prevención de la enfermedad de Alzheimer, que fue creada para estudiar la salud cerebral de las participantes a lo largo del tiempo.
El proyecto abarcaba 10 países y seguía la evolución de los cerebros de las participantes desde “sanas” hasta el diagnóstico de demencia en algunas de ellas. Se incluyeron participantes mayores de 50 años y sin demencia.
El equipo de investigación estudió sus resultados para analizar el impacto de la terapia de reemplazo hormonal en las mujeres portadoras del genotipo APOE4.

La doctora Rasha Saleh, también de la Facultad de Medicina Norwich de la UEA, afirmó: “Descubrimos que el uso de terapia de reemplazo hormonal se asocia con una mejor memoria y mayores volúmenes cerebrales entre las portadoras del gen APOE4 en situación de riesgo. Las asociaciones fueron especialmente evidentes cuando la terapia se introdujo pronto, durante la transición a la menopausia, conocida como perimenopausia”.
Tras dar a conocer los resultados del trabajo, la experta consideró su importancia para el futuro: “Esto es muy importante porque desde hace 20 años las opciones farmacológicas para la enfermedad de Alzheimer son muy limitadas y existe una necesidad urgente de nuevos tratamientos”.
“Los efectos de la terapia hormonal en este estudio de observación, si se confirman en un ensayo de intervención, equivaldrían a una edad cerebral varios años más joven”, estimó la investigadora.

La profesora Anne Marie Minihane también explicó: “Nuestra investigación analizó las asociaciones con la cognición y los volúmenes cerebrales mediante resonancias magnéticas. No nos fijamos en los casos de demencia, pero el rendimiento cognitivo y los volúmenes cerebrales más bajos predicen el riesgo de demencia en el futuro”.
El profesor Michael Hornberger, quien también trabaja en la Facultad de Medicina Norwich de la Universidad de East Anglia, consideró que “es demasiado pronto para afirmar con seguridad que la terapia hormonal reduce el riesgo de demencia en las mujeres”. Pero destacó que los resultados del trabajo “ponen de relieve la importancia potencial de la terapia hormonal y la medicina personalizada para reducir el riesgo de Alzheimer”.

La siguiente fase de esta investigación consistirá en llevar a cabo un ensayo de intervención para confirmar el efecto de iniciar la terapia hormonal a una edad temprana sobre la cognición y la salud cerebral. “También será importante analizar qué tipos de terapias hormonales son más beneficiosos”, comentó Hornberger.
En tanto, el profesor Craig Ritchie, de la Universidad de Edimburgo, opinó que los resultados de la investigación “ponen de relieve la necesidad de cuestionar muchas suposiciones sobre la enfermedad de Alzheimer precoz y su tratamiento, especialmente cuando se considera la salud cerebral de las mujeres. El efecto tanto sobre la cognición como sobre los cambios cerebrales en la resonancia magnética apoya la idea de que la terapia hormonal tiene beneficios tangibles. Sin embargo, estos hallazgos iniciales necesitan ser replicados en otras poblaciones”.
Seguir leyendo:
Últimas Noticias
Un nuevo estudio revela cómo las palomas perciben el campo magnético de la Tierra
Científicos de Alemania y Austria usaron técnicas de mapeo cerebral y secuenciación genética que posibilitaron el hallazgo

Científicos reescriben la historia evolutiva de los escarabajos en Sudamérica: los datos sobre su alimento
El estudio fue realizado por especialistas del Conicet y del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”. Los resultados
Cadáveres, inteligencia artificial y realidad virtual: cómo la tecnología está revolucionando a la medicina
Las nuevas plataformas educativas permiten explorar los órganos humanos y brindan oportunidades inéditas para la práctica clínica sin recurrir a la disección tradicional ni a los desafíos éticos asociados, resalta Smithsonian Magazine

Los perros golden retriever y las personas tienen más en común de lo que se creía, según un estudio de la Universidad de Cambridge
Científicos identificaron que 12 genes presentes en la raza canina también están relacionados con emociones y comportamientos en personas. Por qué igualmente consideran que la crianza y el entorno es fundamental

El cerebro no es adulto hasta los 32 años: a qué edades suceden los grandes cambios en su estructura
Una investigación de la Universidad de Cambridge, realizada en 3.802 personas, identificó fases diferenciadas en la conectividad cerebral y el rendimiento cognitivo a determinadas edades, desde la infancia hasta la vejez

