El Parlamento alemán debate mociones sin visos de prosperar para prohibir ultraderecha

El Bundestag discute la posibilidad de ilegalizar la AfD tras preocupaciones sobre su carácter antidemocrático, mientras se prevén elecciones nacionales en febrero y se cuestionan las implicaciones de tales acciones

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Berlín, 30 ene (EFE).- La cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) comenzó a debatir este jueves sendas mociones planteadas por dos grupos de diputados para prohibir al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que a cuatro semanas de las elecciones es improbable que tengan opciones de prosperar.

La primera de las mociones fue presentada en septiembre por un grupo de 113 parlamentarios de diversos partidos, entre ellos los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, los Verdes, la conservadora Unión Democristiana (CDU) y La Izquierda.

El documento demanda al Tribunal Constitucional que abra un procedimiento de ilegalización contra la AfD por su carácter inconstitucional y confisque sus bienes o, de no ser posible, le retire por lo menos la financiación estatal.

"Estamos convencidos de que AfD no es simplemente un partido que sea un poco de derechas, sino que son enemigos de nuestra Constitución, enemigos de nuestra democracia, enemigos de las personas", razonó uno de los promotores, el conservador Marco Wanderwitz, que recordó que los servicios secretos alemanes consideran que el partido es sospechoso de extremismo de derechas.

La socialdemócrata Carmen Wegge, por su parte, señaló que la democracia está "amenazada" y ante ello hay que actuar y alertó de que el tiempo para ello se está terminando.

En contra de la moción se pronunció, entre otros, el liberal Konstantin Kuhle, que señaló que aprobarla sería "cortar la conversación" con todos los ciudadanos que votan a la AfD por preocupaciones "legítimas", algo que los partidos demócratas no se pueden permitir.

Una segunda moción presentada por 43 diputados verdes pide al Bundestag que encargue un peritaje sobre las perspectivas de éxito que podría tener un procedimiento de ilegalización, antes de instar al Constitucional a tomar cartas en el asunto.

El Constitucional puede en teoría ilegalizar partidos a instancias del Ejecutivo o del Legislativo -si un 5 % de los diputados, 37, en este caso, respaldan la moción- en caso de que aquellos persigan objetivos contrarios a la Constitución y a la existencia de la República Federal Alemana.

No obstante, los requisitos para ello son muy elevados, como demostró el proceso de tres años contra el partido neonazi NPD, que concluyó en 2017 sin la ilegalización de este grupúsculo por no poseer, según el tribunal, la capacidad de implementar en la práctica sus metas.

Tras el debate de este jueves, las iniciativas para ilegalizar la AfD irán a parar a la Comisión del Interior, pero es poco probable que la posterior votación en el pleno pueda producirse antes de la disolución de la Cámara de cara a las elecciones del 23 de febrero en Alemania.

El plan ha provocado aún así un debate sobre la legimitidad de una hipotética ilegalización, que la mayoría de los diputados cuestionan debido a sus implicaciones democráticas y que también ha sido rechazada en el pasado por el propio canciller Scholz.

Precisamente este miércoles el bloque conservador favorito en las elecciones aceptó recibir los votos de AfD para aprobar una moción migratoria, en lo que fue condenado por socialdemócratas y verdes como la "ruptura de un tabú", en virtud del cordón sanitario erigido contra la ultraderecha.

Según los sondeos, los conservadores ganarán los comicios con los apoyos de entre un 29 y un 30 % de los electores, con la AfD en segundo lugar (20-23 %) y los socialdemócratas de Scholz terceros (15-16 %). EFE