Redacción deportes, 21 dic (EFE).- La estadounidense Lindsey Vonn, de 40 años, afirmó este sábado haberse sentido "muy bien" en su regreso a la competición cinco años después de su retirada, en el Supergigante de la Copa del Mundo disputado en St. Moritz (Suiza), y justificó su decimocuarto puesto en que "hoy no era el día de arriesgar".
"Fue agradable sentir de nuevo los nervios y saber que estás en el comienzo nuevamente. Tenía muchas ganas de llegar a la meta y ser sólida. No quería arriesgar demasiado. Hoy no era el día. En algunas secciones fui un poco conservadora, pero en otras fui realmente rápida y quedé cuarta y segunda. Estoy muy cerca de llegar, pero todavía no estoy del todo lista", comentó Vonn en declaraciones a Eurosport tras la carrera.
Vonn decidió volver a la competición después de que se sometiera a una operación para reconstruir su rodilla derecha el pasado mes de abril y comprobar que habían desaparecido los dolores que la obligaron a retirarse en febrero de 2019.
En la prueba, hizo un tiempo de 1:16.36, algo más de un segundo respecto a la austriaca Cornelia Huetter, quien ganó la carrera con 1:15.18.
A juicio de la veterana esquiadora, la prueba de hoy "era la más difícil" después de tanto tiempo sin competir y al sentirse "un poco agitada", pero se mostró convencida de que su rendimiento será mejor en próximas citas.
"En las carreras de esquí no hay límite a lo que puedes esforzarte, así que creo que este es un comienzo perfecto y espero poder mejorar en cada carrera. Me sentí muy bien. Tengo mucho que dar. Todo funciona tan bien que estoy volviendo a la rutina. Mañana será mejor", presagió la cuatro veces campeona de la general de la Copa del Mundo.
La esquiadora de Minnesota confesó que le agrada volver a "tener nervios y mariposas en el estómago, la adrenalina, y esforzarse: "Siempre siento que estoy sola contra la montaña y me encanta esa sensación". EFE