Convirtió una necesidad en un emprendimiento
A Tomás se le rompieron sus canilleras y no tenía plata para comprar unas nuevas. A raíz de la carencia se le ocurrió una idea innovadora: usar un balde de plástico roto que encontró en el patio de su casa.
Así nació un emprendimiento único: canilleras fabricadas con tapas de gaseosa. Hoy, esta iniciativa vende 15 mil pares al mes, da empleo a 10 personas y ha captado la atención de jugadores de fútbol profesional.
24 de noviembre de 2025, 08:24 p. m.