La Fuerza Armada venezolana retuvo a un buque “pintado de gris” que buscaba barcos hundidos de la Segunda Guerra Mundial

El buque Guaiquerí N35 “pintado de gris”, con bandera de Panamá, que la Armada venezolana tiene en custodia luego que lo detectó hace tres semanas, realizando labores que el jefe de la REDI catalogó de consistente con “un estudio de investigación científica y operación marina y submarina”. El ministro de la Defensa, GJ (Ej) Vladimir Padrino López, calificó al buque de “sospechoso”, alegando la importancia de la soberanía marítima y la protección de los recursos nacionales.

El almirante José Rafael Hernández Abchi, comandante de la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) Marítima e Insular, quien aportó detalle de lo ocurrido desde que, el 28 de mayo de 2025, detectaron la presencia del buque “pintado de gris”, asegura que fue “mediante labores de patrullaje marítimo y empleo táctico de los medios de vigilancia de exploración y control de los espacios acuáticos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”.

Explicó el almirante que el buque N35, con bandera Panamá, se encontraba “navegando en la zona Económica Exclusiva, con proyección hacia el estado Delta Amacuro”.

Le realizan una evaluación y seguimiento permanente del caso; “después de 12 días de observación y evaluación se determinó que estaba ejecutando un patrón de navegación consistente con labores de exploración, búsqueda y observación propio, en un estudio de investigación científica y operación marina y submarina”.

Es por ello que cumpliendo con “el derecho y la doctrina operacional del Sistema Defensivo Territorial, a través de fuerza y medio de combate, apoyo de combate y apoyo de servicio de combate de la Fuerza Armada Nacional” realizaron la aproximación, abordaje de visita e inspección al buque “pintado de gris”.

Para el jefe de la REDI Marítima e Insular, el N35 se encontraba “en las aguas jurisdiccionales de nuestra fachada atlántica”. Agregó que el 11 de junio de 2025 en la mañana, la nave se encontraba en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela con la proyección del estado Delta Amacuro, a unas “44 millas náuticas de la línea de base recta”, dijo Hernández Abchi.

Detalló el almirante cómo un patrullero venezolano, que se encontraba efectuando labores de patrullaje, “procedió a realizar aproximación a dicho buque y cumplir con el procedimiento de preabordaje, interdicción, siendo posteriormente abordado por el grupo de visita y registro, que estuvo comandado por el jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Marítima Insular Atlántica".

Se aseguró el almirante de decir que todo se hizo “conforme a lo establecido en el Derecho Internacional Marítimo y demás ordenamiento legal nacional vigente”, aseverando que el jefe de escena del grupo de visita y registro, designado por la REDI Marítima e Insular, en representación del Estado venezolano, “expresó al capitán del buque N35 la duda lógica y razonable sobre las verdaderas intenciones de estos estudios científicos”.

Destacó que ante las acciones acometidas en la ZEE le dijeron al capitán del N35 que “la República Bolivariana de Venezuela posee el derecho soberano de ejercer la autoridad en estos espacios acuáticos, por lo que se le informó que el buque, junto a su tripulación, tienen custodia preventiva”.

Es así como le ordenaron al buque “pintado de gris” alistar para dirigirse al puerto de Guamache en la isla de Margarita “con el objeto de realizar las inspecciones pertinentes de ley y que se determinen las respectivas responsabilidades del caso”, dijo Hernández, a la vez que informó que el 15 de junio arribó a ese puerto.

Al día siguiente, 16 de junio, en el estado Nueva Esparta “se efectuó una reunión de coordinación, en la sede del puerto Guamache, con todos los entes involucrados en la visita de ley, a los fines de garantizar el cumplimiento de la legislación internacional nacional y determinar la responsabilidad del caso”.

Igualmente, manifestó que se dio inicio a la “inspección de rigor con la participación” de organismos del Estado, entre los que mencionó al Instituto de Salud (Insalud), Antidrogas, Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (INEA), Seniat, Migración, Guardacostas y el Servicio de Hidrografía y Navegación.

Mientras el almirante jefe de la REDI Marítima Insular dio detalles de lo ocurrido, el ministro para la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, dijo se había interceptado en aguas venezolanas, a 50 millas del Delta del Orinoco, un buque extranjero que generó sospechas por su comportamiento y características.

“El hecho resultó sospechoso, ya que sucedió en un agua incontrovertiblemente venezolana, un buque pintado de gris y con una nomenclatura militar, cuando el mismo no es militar”, dijo Padrino.

Mencionó que el buque “pintado de gris” realizaba investigaciones científicas en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Venezuela, asombrándose que ni siquiera pidieron permiso. “¿Vamos a permitir que una embarcación llegue a las bocas del Orinoco sin nuestro permiso? No lo permitiremos”.

En una visita con el canal Telesur, el alto jefe de la Armada insistió en decir que estaba pintado como buque de guerra y que “las siglas son de un buque de guerra”.

Cuando la Armada venezolana intercepta al Guaiquerí N35, desde el buque “pintado de gris” respondieron: “Solo estamos rastreando una ruta para encontrar un barco de la II Guerra Mundial, que es muy antiguo, no es de Venezuela, no está en aguas venezolanas, no es territorio venezolano”.

El oficial de la Armada venezolana le precisa que no es así, que ellos están en territorio perteneciente a la ZEE de Venezuela, y que “no está autorizado, no está permitido por Venezuela”.

Cuando le preguntaron cuál fue su último puerto desde el que viajaron, la respuesta fue: “Desde las islas Canarias, España, para buscar barcos de la II Guerra Mundial hundidos”.

La carta de navegación del buque daría cuenta que estaban en Guyana, el territorio en reclamación entre Venezuela y Guyana. Desde el N35 preguntaron a qué distancia de la costa está Venezuela, agregando que “aquí ni siquiera es Venezuela, aquí es Guayana, aquí es Trinidad y Tobago, no creo que sea territorio venezolano”.

El hombre, con marcado acento extranjero, reflexionó en que “esto es muy extraño”, a la vez que solicitó el número y los datos de con quién se estaba comunicando, y agregó: “Quiero pelear esto en la corte”.

No hay mayores datos de qué exactamente sucedió, pero finalmente la tripulación del buque fue trasladada a la Isla de Margarita, incluyendo el capitán que sería holandés, de cuya nacionalidad hay otra persona también, tres de Honduras, uno de Panamá, uno de Hungría, uno de España y uno de Indonesia.

Desde la Armada venezolana consideran que en el buque se estaba realizando un “estudio de alta precisión”, asegurando que los del buque reconocen la “magnitud e importancia” de la información que estaban recopilando, pero asegurando que no la van a vender, no la usarían para fines estratégicos ni para dársela a otro gobierno. “¿Cómo garantizan eso?”, se pregunta Díaz, un oficial de la Armada venezolana.