
Árbol Blanco es un paraje rural ubicado en el departamento de Moreno, Santiago del Estero. Esta coordenada, a más de 1000 kilómetros de Buenos Aires, es el destino de los viajes frecuentes de un grupo de jóvenes que creó la Asociación Civil Una Sola Familia, presidida por Nicole Fusilier.
Esta entidad, entre otras cosas, diagrama becas, apoyo escolar, capacitación docente y proyectos de infraestructura en esta comunidad habitada por familias dedicadas a actividades agrícolas y ganaderas, principalmente. Sus pilares fundamentales son educación, salud y desarrollo comunitario. También se encuentran en Quimilí y Sachayoj, dos lugares de la región. Fusilier, que conoció la zona en 2008, dialogó con Infobae.
“Los primeros años eran actividades más recreativas. Fuimos conformando la organización hace 15 años y poniendo el foco en la educación. No hacemos un apoyo escolar propiamente dicho, buscamos que aprendan a pensar, no solo que vengan a un espacio a hacer la tarea. Nuestro principal objetivo era que pudieran tener las mismas posibilidades que nosotros alguna vez habíamos tenido. Fuimos diseñando los programas que llevamos adelante”.
Fusilier introdujo un tema latente por estos días: el viaje de estudios que se avecina y que cumple los sueños de muchos chicos de Árbol Blanco y la región: “Hace años que los chicos nos decían que querían conocer dónde vivíamos nosotros. De ahí nació el sueño de que puedan viajar. En su momento, nos decían que querían conocer el mar. Hace tres años hicimos un primer viaje de estudios con un grupo de becados que egresaban de uno de nuestros programas. Fueron a Buenos Aires y a Mar del Plata”.

Este año, el itinerario, que comenzará a mediados de marzo, tiene como destinos Buenos Aires y Bariloche: “En Buenos Aires, los chicos visitarán el colegio Moorlands, donde tendrán un intercambio con estudiantes. También irán al cine”.
Fusilier resaltó que aún quedan pendientes algunas cuestiones para concretar el viaje de 2025: “Todavía nos falta cubrir algunos almuerzos y cenas. También estamos gestionando la visitas a las canchas de Boca y de River. Queremos que este viaje sea una experiencia única para ellos” por eso continúan trabajando y sumando colaboraciones de quienes deseen acercarse.
Algunos momentos de los viajes anteriores quedaron marcados en su memoria. “Recuerdo que en Mar del Plata, cuando bajé una escalera mecánica, me di vuelta y vi que ninguno me seguía porque no sabían cómo usarlas. Son experiencias que nos hacen ver la importancia de estos viajes. Otro recuerdo fuerte es de un chico que, al volver, dijo: ‘Me bañé con agua calentita’. Algo tan cotidiano para nosotros, para él fue inolvidable. También recuerdo que en el cierre del viaje, otro chico dijo: ‘Lo que más me llevo es que no necesitás plata para tener un gesto lindo con alguien’. Eso representa los valores que queremos transmitir: respeto, compañerismo, solidaridad y esfuerzo”, contó Nicole.
Mariana tiene 17 años y creció en Árbol Blanco. Así palpita el viaje que se aproxima: “Me gustaría conocer paisajes, lugares nuevos con su historia y la Bombonera, porque soy fanática de Boca”.

En la misma línea, Bruno, otro de los chicos de la zona contó: “Conozco a Una Sola Familia desde los 6 años. Lo que aprendí con ellos es que nunca hay que rendirse, siempre para adelante. Guardo siempre en mi corazón la constancia y la disciplina de la fundación que trabaja todos los años. Mi motivación del viaje de estudio es ir a conocer la cancha de River Plate: los sueños están para cumplirse”.
Luciana, también de 17 años, sumó: “Lo que más me gusta de Una Sola Familia es el apoyo y el respeto que hay. Me gustaría ir al viaje para conocer cómo es afuera, ya que no conozco mucho la ciudad. Quiero conocer paisajes y sentir esa paz”.
Benjamín conoce a Una Sola Familia hace más de ocho años, según contó. “Siempre estuvieron para nosotros y nunca nos dejaron solos. Lo que me gustaría conocer en el viaje de Bariloche sería Colonia Suiza. Es un lugar muy lindo para ir a caminar”, valoró.
Noelia, de 16 años, precisó: “Estoy en Una Sola Familia desde muy chica. He aprendido los valores con el acompañamiento hacia mí desde muy pequeña. Lo que más me gusta es la motivación para seguir adelante y lograr nuestros sueños. Una de mis motivaciones es descubrir nuevos lugares, disfrutar de paisajes naturales, descansar y desafiar mis miedos en las alturas y en el mar. También busco aprender nuevas habilidades y, sobre todo, tener una buena convivencia con mis compañeros de viaje”.

Cómo es el trabajo de Una Sola Familia
Actualmente, Una Sola Familia trabaja, entre otros pilares, en educación primaria y secundaria, tal como planteó Fusilier: “Queremos darles las mismas herramientas que recibe un chico en Buenos Aires. Por ejemplo, usamos una plataforma virtual para aprender matemática. Para eso, instalamos antenas para que tengan una buena conectividad y puedan trabajar con esta plataforma. También aplicamos el aprendizaje basado en proyectos. En el secundario, acompañamos con distintos talleres en los primeros tres años, como por ejemplo apoyo escolar, porque a algunos chicos el cambio de primario a secundario les cuesta.
“Muchos chicos nunca habían salido del paraje o de la provincia. El pueblo más cercano al paraje es Sachayoj. Cuando llegué por primera vez, era completamente distinto a lo que es hoy. Había una escuela vieja en peligro de derrumbe, por lo que daban clases en la capilla. Después se construyó una escuela nueva. También construimos una sala médica porque la anterior tenía riesgo de derrumbe. No había jardín de infantes, así que hicimos uno. Tampoco había señal de ningún tipo, así que instalamos conectividad”, precisó Fusilier.
En el nivel secundario, la organización acompaña con talleres y brinda apoyo escolar para, entre otras cosas, evitar la deserción. “Después ofrecemos talleres de orientación ocupacional y autoconocimiento. El año pasado, los chicos que hoy están viajando participaron en talleres de red de charlas TED y dieron sus primeras charlas”. Además, llevan adelante programas de desarrollo comunitario y atención en salud. “Uno de los hitos más importantes del año pasado fue llevar una máquina potabilizadora, porque en el paraje no tienen agua potable”, añadió la líder de la ong.

Fusiler asegura que las condiciones de vida en la comunidad marcaron su experiencia: “Lo que más me impactó fue la falta de acceso a la cobertura de necesidades básicas, como el agua potable. Es algo que damos por sentado, pero ellos no tenían acceso. Antes no tenían vivienda de material, por ejemplo. También me impresionó la educación. Nos dimos cuenta de que los chicos tenían dificultades para comprender consignas o responder preguntas en juegos que armábamos. Eso nos llevó a involucrarnos más en el tema educativo”.
La organización trabaja con un enfoque integral que abarca distintas áreas, dijo: “Si sus padres no están convencidos de la importancia de la educación, el chico no seguirá estudiando. Si tiene problemas de visión y no puede ir al oftalmólogo, no podrá leer. Si no tiene aseguradas sus cuatro comidas, será difícil que pueda desarrollarse plenamente. El objetivo es que si deciden quedarse a trabajar en el campo, sea por elección y no por falta de oportunidades”.
La comunidad participa en cada decisión mediante un diseño participativo. “Hacemos reuniones de padres para evaluar logros, detectar problemas y definir objetivos. La comunidad participa en todo, incluso en la parte económica. Realizamos ferias de ropa donde se organiza la venta y se recauda fondos para los programas que vamos haciendo. Para este viaje de estudios hicieron una y juntaron 400 mil pesos. Ahora van a hacer otra para completar el dinero que falta para los pasajes de Santiago a Buenos Aires”, contó la líder de la asociación.
Una Sola Familia también otorga becas a estudiantes. “Hoy tenemos un cupo 30 becas en el secundario y se las entregamos primero a quienes egresan del paraje Árbol Blanco norte y Árbol Blanco Sur. Y después, a los chicos que egresan del programa de educación innovadora de primaria de Sachayoj, donde hacemos una inscripción y vamos evaluando historias de vida de cada uno de los chicos. Hacemos entrevistas y evaluaciones de compromiso. La propia comunidad también nos ayuda a identificar a los chicos que más las necesitan. Hay lista de espera porque los recursos son limitados, pero acompañamos a los que podemos”, añadió Nicole.

Entre los principales desafíos que enfrenta la organización, Fusilier mencionó: “El año pasado, los chicos de primaria casi no tuvieron clases. Nosotros no podemos cubrir lo que los chicos no aprenden en la escuela, sino que venimos a acompañar el proceso, y eso hace que el desafío sea aún mayor”. También destacó la necesidad de mantener la participación comunitaria y la colaboración con actores locales del sector privado y público.
Una Sola Familia trabaja en diversas áreas para mejorar la calidad de vida de comunidades rurales y urbanas en situación de vulnerabilidad. A través de su Programa de Educación Innovadora (PEI), busca ofrecer a los estudiantes de zonas rurales las herramientas necesarias para completar la secundaria y proyectar su futuro con autonomía. El programa se basa en el apoyo económico a través de becas mensuales, además de un acompañamiento cercano y directo por parte de padrinos que fomentan el vínculo con los estudiantes. La organización también lleva adelante capacitaciones y seminarios para docentes locales, con el objetivo de optimizar la calidad educativa y promover la actualización en técnicas pedagógicas innovadoras.
En el ámbito de la salud, la asociación organiza viajes periódicos a las comunidades donde realiza diagnósticos, intervenciones farmacológicas y actividades de promoción de la salud. La atención incluye talleres interactivos sobre temas como salud sexual y reproductiva, cuidados básicos de higiene y prevención de enfermedades. La organización también ofrece orientación psicológica a pacientes con patologías crónicas o terminales, coordina con agentes sanitarios locales para monitorear la salud y promueve la seguridad alimentaria mediante planes de alimentación saludable y capacitación en cocina para el personal gastronómico.

Además, Una Sola Familia impulsa proyectos de infraestructura con soluciones innovadoras para mejorar las condiciones de vida en las comunidades. Se trabaja en conjunto con las familias para identificar necesidades y diseñar soluciones adecuadas, como el acceso a agua potable, la construcción de salas médicas, la instalación de paneles solares y el mejoramiento de espacios comunitarios. En el ámbito del fortalecimiento comunitario, la asociación apoya el desarrollo de proyectos de integración social y economía social, promoviendo la participación activa de los miembros de la comunidad en la transformación de su entorno y en la generación de ingresos mediante iniciativas sustentables.
Últimas Noticias
5 mitos sobre el bullying, del patio de la escuela a las redes sociales
El acoso escolar dentro o cerca del aula parece más fácil de reconocer que el hostigamiento digital, que se expande sin límites temporales ni espaciales. Cómo cuidar a los chicos

Razas de perros: todo lo que necesitas saber sobre el Setter irlandés
Cada raza tiene personalidades distintas, por este motivo es muy importante conocer su historia y necesidades para que tenga una buena calidad de vida

Tras nueve meses desaparecida, una tortuga fugitiva fue hallada a tan sólo una milla de su hogar
A pesar de las condiciones climáticas desfavorables, el reptil regresó a casa sano y salvo luego de una larga búsqueda por parte de sus dueños

Talento senior: por qué la inclusión de la generación silver mejora las organizaciones
La socióloga Mercedes Jones dijo a Infobae en Vivo que aún existen prácticas discriminatorias que enfrentan las personas mayores de 50 años en el mercado laboral. “El primer factor de edadismo somos nosotros mismos”

Cómo criar niños que sean adultos respetuosos: con límites y educación emocional
La psicóloga y escritora Maritchu Seitún explicó en Infobae en Vivo cómo fomentar la autonomía desde la infancia, sin caer en el autoritarismo o la sobreprotección
