Sabrina Rojas criticó el look de Pampita sin saber que estaba al aire: “¿Se puede decir eso?"

La conductora de Pasó en América lanzó una observación sobre la modelo y se sorprendió al notar que su micrófono estaba abierto

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La humorada de Sabrina Rojas contra Pampita (Video: Pasó en América. América)

El micrófono permanecía encendido, la señal no avisaba peligro, y aun así estalló la chispa. La noche se transformó, por unos segundos, en el epicentro de una crítica inesperada. Sabrina Rojas, dueña de un humor afilado y de una sinceridad desarmante, soltó al aire lo que muchos tal vez solo pensaban en voz baja.

En el estudio de Pasó en América, las imágenes brillaban en pantalla. Pampita, radiante, contaba en una nota con LAM cada detalle de su atuendo: “Todo me lo enviaron desde Nueva York, de Carolina Herrera: las sandalias, el vestido, el clutch, la pulsera, los aritos… ¡Y también me mandaron el makeup y el perfume! Soy como una Cenicienta moderna. Es muy lindo el vestido, estilo años 50”. Los detalles, de pies a cabeza, dibujaban un look cuidado, pensado para una noche de brillo inolvidable en la tradicional gala de los personajes del año de la revista Gente.

El clima en el piso era de distensión, hasta que la voz de Sabrina Rojas emergió clara, filosa, sincera. Sabía —o creyó saber— que su comentario era privado, una broma de pasillo. ¿Cuántas veces habrá reaccionado igual al ver a una celebridad atravesar la famosa alfombra roja? Pero el micrófono estaba abierto. “Está hermosa, pero está como pálida de cara. Como que Carolina Herrera no le pegó con el número de base”, disparó, lo que genero la risa inmediata de los presentes. “Ay, ¿estoy abierta?”, bromeó enseguida, para salir de la situación.

Sabrina Rojas disparó sin filtros
Sabrina Rojas disparó sin filtros sobre Pampita

En ese instante, la complicidad se apoderó del estudio. Su compañero Augusto Tartúfoli, entre risas, lanzó la frase tan temida: “Salió al aire”. La tensión no caló. Al contrario, Sabrina redobló la apuesta: “Menos mal que dije una boludez. Es algo que se puede decir al aire, como que no le pegó. Es hermosa siempre, pero está medio vampira”. En esos segundos, la conductora desnudaba sin filtros lo que la pantalla a veces oculta: el margen de diferencia entre la intención y el resultado.

Atenta a los matices de la imagen televisiva, intervino la panelista Natalie Weber: “Puede ser la luz, porque Ángel también está re blanco”. Eso, sí: la defensa ante lo inevitable, la posibilidad de que sea cuestión de iluminaciones y no de tonos equivocados. Sabrina Rojas asintió, aunque mantuvo su mirada crítica.

El análisis cerró con una frase tan breve como contundente: “El vestido es precioso, pero no es espectacular”. ¿Cuántas veces una estrella depende de ese pequeño “pero” para diferenciar la admiración del deslumbramiento? Pampita, figura habitual en las portadas y eje de las miradas, había sido elegida una vez más entre los nombres del año. Sin embargo, para Sabrina Rojas, 2025 fue “el año más tranquilo” de la modelo, una elección que, a su juicio, no resultó del todo acertada.

Sabrina Rojas fulminó a Benjamín Vicuña (Video: Pasó en América. América)

Al margen del micrófono abierto o cerrado, Sabrina siempre fue una mujer de expresarse sin filtros, como lo sucedido hace unos días cuando habló de Benjamín Vicuña.

En su programa señaló que, a pesar del tono afectuoso y la elocuencia con la que Vicuña suele expresarse en entrevistas, su trayectoria amorosa estuvo marcada por episodios de infidelidad. “No nos olvidemos que Benjamín siempre habla de manera tan amorosa, para y da la nota, escribe muy bien, pero es un tipo que les ha faltado el respeto a sus mujeres”, afirmó, poniendo en duda la autenticidad del discurso público del actor.

Pero no quedó allí, ya que fue aún más contundente al asegurar: “Les ha metido los cuernos hasta cansarse con compañeras de trabajo. Las ha enloquecido. Que ahora esté todo bien, es otra cosa”, recapituló. Con estas palabras, la conductora subrayó que las infidelidades de Vicuña no serían unos simples hechos aislados, sino una constante en sus relaciones, especialmente con colegas del ámbito artístico.