Jairo recordó el encuentro que cambió para siempre su carrera: “Me costó abrir puertas en Argentina”

En su visita a Infobae en Vivo, el cantante repasó el largo camino que lo llevó a triunfar en Europa antes de lograr ser profeta en su tierra

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Jairo recordó el encuentro casual que lo hizo triunfar en Argentina (Video: Infobae en Vivo)

El estudio de Infobae en vivo fue esta vez el escenario para que Jairo desplegara, con voz serena y guitarra en mano, algo más que canciones: una vida atravesada por viajes, desafíos, agradecimientos y encuentros que, hoy, le devuelven ovaciones de todas las edades. A la mañana del viernes, el autor de clásicos como “Ferroviario” o “El valle y el volcán” se sentó frente a las cámaras y, entre anécdotas, fue desgranando recuerdos que se fundieron con los mensajes y pedidos de los espectadores.

“Nací en Cruz del Eje, pero a los catorce ya estaba en Buenos Aires”, soltó con la misma naturalidad con la que después desgrana melodías. En diálogo con Gonzalo Sánchez, Cecilia Boufflet, Ramón Indart y Maru Duffaurd fue armando el rompecabezas de su carrera. "Era 1964. Tengo setenta y seis ahora. Mi primer disco lo grabé en España en 1970, donde viví casi diez años, y después dieciséis en Francia". Así, casi sin advertirlo, comenzó a recorrer esa geografía emocional que marcó el pulso de sus pasos repartido en diferentes partes del mundo.

El salto hacia la vieja Europa llegó de la mano de un gran exponente de la canción: “A mí me llevó a España Luis Aguilé, que era una suerte de mecenas: si le gustaba cómo cantabas y pensaba que podías interesar en España, apostaba todo. Me llevó a mí, llevó a los Pimpinela... Me fui a vivir a España en el ’70 y puso a mi disposición el mejor estudio, el mejor arreglador, que era César Gentili, una orquesta tremenda. Y todo para mi primer disco. Tenía veinte años. Era perfecto”, rememoró.

Aquellos años forjaron un artista con mayúsculas. “Había hecho un intento en la Argentina siendo adolescente, pero fue como una preparatoria, una experiencia bonita en Buenos Aires, cantando en el programa Escala Musical. Ahí debutamos en el año 1964, junto a gente como Sandro y Los de Fuego, o Los Gatos Salvajes, que venían de Rosario”, evocó, ubicándose entre los inicios del rock argentino.

Ese primer disco en tierras españolas no tardó en rendir frutos: en 1971 ganó el primer Premio de la Crítica y el segundo premio en el Festival de la Costa del Sol. Ese mismo año, el sello Ariola lo contrató y, en 1972, se alzó con el Festival de la canción de Alcobendas con el tema “María Serena”.

Una de las fotos más
Una de las fotos más emblemáticas de Jairo en Francia: con Astor Piazzolla y Diego Maradona, antes de un amistoso entre Boca y el PSG

Entonces llegó el tiempo de Francia. “Lo más curioso de mi carrera ha sido el tiempo que viví ahí. Porque los hispanos no iban para ese lado, no solían ir. Pero fui porque me eligieron para cantar en un espectáculo que iba a encabezar Susana Rinaldi en el Olimpia”, contextualizó. Para ese público, la música argentina era exotismo, un idioma desconocido, promesa de emociones nuevas. “Fueron dos semanas, fue muy importante el Olimpia. Fue la primera vez que actué ahí y comenzó un período increíble para mi carrera. Y tan inesperado, tan insólito: no hablaba francés, tenía veintisiete años. Pero para entonces ya había grabado cinco discos en España”.

En pleno salto, una decisión daría forma a su destino. “Con la compañía que estaba, cortamos contrato y firmé para grabar en Francia. El primer tema lo mandaron a las radios en dos versiones, francés y español, y sorprendió que eligieran la versión en castellano. Me di cuenta después: mi francés, que canté por fonética, era paupérrimo”. El relato arranca una sonrisa sincera, pero deja en claro la paradoja lingüística de los caminos del éxito. “Después grabé otro tema que también fue éxito, y no quedó otra que aprender el idioma. Ahí comenzó la carrera francesa, fue un éxito demasiado grande. Soy muy agradecido por España, pero la diferencia de Francia era muy grande.”

Jairo con Julio Cortázar y
Jairo con Julio Cortázar y María Elena Walsh. La pluma de la escritora fue decisiva para su carrera en Argentina

¿Pero cómo logró convertirse en profeta en su tierra? No resultó tan sencillo como algunos podrían imaginar. “Me costó mucho abrir puertas en la Argentina. Había editado dos discos en España con repercusión en varios países, pero en Argentina no pasaba nada. En 1972 nos conocimos con María Elena Walsh, nos hicimos muy amigos y ella acababa de componer ‘Como la cigarra’. De ahí salió ‘El Valle y el Volcán,’ con música mía y letra de María Elena, compuesta para mí“.

En casa, por fin, ese fue su primer gran éxito en la tierra que lo vio nacer. ¿Quién podría imaginar el giro de una carrera que cruzó continentes para encontrar el reconocimiento con las palabras de una amiga y la melodía de un hijo lejano? Entre saludos, aplausos y la interpretación en vivo de viejos temas, en La mañana de Infobae se plasmó una certeza: la ruta de Jairo sigue abierta, tejida de memoria, canción y gratitud.

LA ENTREVISTA COMPLETA

La entrevista completa a Jairo en Infobae en Vivo