Abel Pintos, nuevo Padrino del Hospital de Niños: una voz solidaria que impulsa grandes cambios

El cantante fue distinguido junto a su manager, Marcelo González, durante un emotivo concierto a beneficio

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Abel Pintos declarado padrino del Hospital de Niños

El auditorio del Palacio Libertad vibró con una noticia que va más allá de la música: Abel Pintos fue nombrado Padrino del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, en un acto cargado de emoción y solidaridad que marcó el cierre de un año histórico para la institución. ¿Qué significa este gesto para una comunidad que desde hace siglo y medio lucha por la salud de la infancia argentina?

La jornada se inició con el inconfundible murmullo de expectativas propias de los grandes acontecimientos. Cada asiento ocupado, cada rostro atento. La Cooperadora del Hospital, en colaboración con la productora Plan Divino, organizó un evento que tenía un doble fin: celebrar los 150 años del emblemático hospital pediátrico y reunir voluntades para una de las obras más ambiciosas de su historia.

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Abel Pintos y Marcelo González, manager y socio, fueron nombrados padrinos del Hospital de Niños (Prensa)

Sobre el escenario se encontraba nada menos que Abel Pintos, referente indiscutido de la música local, quien se entregó en cuerpo y alma a un show tan íntimo como generoso. Las canciones, despojadas de artificios, cobraron una densidad especial en ese espacio repleto de personal de la salud, representantes de empresas solidarias, figuras del espectáculo y familias enteras. ¿Puede una voz, una sola, canalizar la esperanza de miles?

Pero fue antes de los primeros acordes cuando el nudo se hizo en la garganta de muchos. A minutos de subir al escenario, Abel Pintos y Marcelo González, manager y socio, recibieron la invitación formal de parte del Dr. Pablo Neira –director médico– y de Alicia Garré, presidente de la Cooperadora, para asumir el honorable rol de Padrinos del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. Las emociones desbordaron.

González no dudó en destacar que “la vocacion y el compromiso que nosotros encontramos en el Hospital Gutierrez es digno de admiración y respeto para todos los argentinos. Así que en nombre mío y de Abel, muchas gracias”. Instante en que los aplausos se multiplicaron en la sala.

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Abel Pintos además presentó un show que quedará en la memoria de todos

Por su parte, el cantante expresó: “Gracias por la confianza, yo soy un hombre de fe, procuro tener fe en Dios y en cada uno de mis hermanos, considero que la confianza es un don de fe muy grande, y cada vez que alguien tiene ese gesto conmigo, con nosotros, con quienes son mi familia, lo valoro mucho y significa mucho para mí”.

En ese instante, el compromiso se selló también con la entrega de sendas placas de reconocimiento: un agradecimiento por su apoyo incondicional a la causa y su constante cercanía.

La conducción del encuentro quedó en manos de Guillermo Lobo y María Belén Ludueña, quienes no ocultaron el orgullo de acompañar un momento que fue mucho más que protocolar. La cita tenía un motivo urgente: profundizar el respaldo a la remodelación integral del Pabellón Gómez. El proyecto, llevado adelante junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, planea transformar más de 3.200 m2 y mejorar la calidad de internación para el 40% de los pacientes del hospital.

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Abel Pintos y Marcelo Gonzálezal momento derecibir sus placas, acompañados por el ministro de Salud porteño, Fernán Quirés, Alicia Garré –Presidente de la Coperadora– y el Dr Pablo Neira –Director Médico-.

La noche mostró, de principio a fin, la potencia de la red solidaria. En la platea, autoridades del hospital, líderes de empresas, invitados del mundo de la cultura, el periodismo y la salud dieron testimonio del alcance y la transversalidad de la causa. Cada aplauso, cada foto compartida, reforzó el sentido comunitario de la misión.

Detrás del acto, un trabajo invisible y constante: la Cooperadora del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, dedicada desde hace casi 70 años a mejorar la atención y la vida de miles de niñas y niños. Obras, equipamiento de última generación, programas de asistencia. Todo para dignificar el paso de cada familia por el hospital público pediátrico más simbólico del país.

¿Puede la música transformar hospitales? ¿Es posible que un gesto, en una sola noche, sume tanto como cien manos tendidas? En el Palacio Libertad, la respuesta pareció sencilla y contundente. En la mirada de Abel Pintos. En el aplauso de quien agradece, profundamente, que nadie olvide a las infancias que esperan.