Karina La Princesita apoyó a L-Gante tras el escándalo con Maxi El Brother: “A mí también me pasó”

La cantante dio su opinión sobre el reclamo económico que el músico le hizo a su exrepresentante. “Se aprovechan de nuestra ignorancia”, afirmó

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Karina habló de los problemas con representantes

El ambiente de la música urbana argentina se sacudió cuando L-Gante rompió su relación laboral con Maxi El Brother, acusándolo de estafarlo como representante. No tardaron en llover las reacciones y las palabras de solidaridad entre pares. Una voz que se sumó, llena de matices y memorias propias, fue la de Karina La Princesita. Frente a las cámaras de Puro Show, la cantante arrancó sin rodeos: “Suele pasar, a mí me pasó, a todos nos pasa alguna vez. Más que nada cuando somos artistas que por ahí nos metemos en este mundo siendo ignorantes en algunos temas”.

Con ese arranque, la intérprete no solo apuntó a la coyuntura del momento: abría la puerta a una experiencia tan común como dolorosa. Admitió —mirando al pasado y al futuro— cómo “muchos los primeros contratos los firmamos sin abogados de por medio”. Esa revelación resonó como un eco entre quienes alguna vez sintieron esa mezcla de ilusión y temor al dar sus primeros pasos. ¿Cuánto pesa la ingenuidad sobre los sueños de los jóvenes artistas?

Karinafue aún más lejos, al señalar el desequilibrio de fuerzas: “Porque también existe ignorancia, falta de conocimiento, falta de experiencia y muchas veces manipulación por parte de quien tiene más poder o del que sabe un poco más”. La crudeza de sus palabras se sintió dura y necesaria. Recordó cómo en un intento de protegerse —en ese entonces, al renovar un contrato— se animó a preguntar si podía llevar un abogado. El resultado: “Me hicieron sentir que era una mierda, que cómo era posible con la confianza que había, y yo me fui llorando diciendo qué mal que estuve pidiendo un abogado”. A su propio juicio, también fue falta de experiencia. “Siempre hay responsabilidades de ambas partes”, concluyó, sin esconder ni justificar nada.

L-Gante aseguró que quiere libertad artística tras su separación con Maxi el Brother

Del otro lado, L-Gante atraviesa una tormenta. El anuncio de la separación de caminos con su representante más emblemático, derivó en una intensa batalla legal. El músico eligió a Agustín Rodríguez —el abogado de la China Suárez— para que lo acompañe en este desafío. En medio del torbellino, buscó comunicar su estado. A través de un mensaje a Mujeres Argentinas (El Trece), dirigido a Valentina Salezzi, agradeció el apoyo: “Ahí estoy, retomando el control. Gracias por la buena onda”.

Salezzi lo invitó a contar su versión “cuando quisiera”. Él, prudente, fue claro: “Primero me quiero nutrir de todo el tema y esperar a obtener una resolución para encarar con más firmeza todos los temas con total claridad”.

Poco después, otra voz, ahora en audio y para Ignacio Rivarola, cronista de Puro Show: “Esto es todo tema de oficina, estoy todos los días ocupándome del tema, hasta el momento que no tenga al menos una resolución, una respuesta que vaya juntando, no estoy dispuesto a hablar del tema, ni a provocar, ni nada”. El mensaje de L-Gante, casi un mantra repetido, se concentraba en no escalar el conflicto: “Yo lo único que quiero es resolver, si hay voluntad, que de mi parte la hay y espero que de la otra parte también, se puede solucionar fácilmente, es cuestión de solucionar como se debe: de manera legal”.

L-Gante habló a 48 horas de su pelea con Maxi el Brother

Sus expectativas, puestas en el proceso judicial, eran tan llanas como humanas: “Con el fin de obtener un poco de control, tanto en lo artístico como en lo personal, y libertad en lo laboral, yo soy feliz. Con eso para mí y mi familia estamos”. Sabía que el tiempo sería su juez. “Los procesos llevan tiempo y ya lo sabemos, pero esperamos que todo se resuelva de la mejor manera posible”, recalcó.

La primera vez que el artista se refirió públicamente al tema fue en DDM (América TV). Compartió su estado anímico: “Estoy en una situación de tomar el mayor control que pueda de mis cosas, tanto en el trabajo como en mi vida. En una circunstancia, no lo vi tan así y perdí el control de bastantes cosas”. Entre sus confesiones apareció la desilusión: “A mi punto de vista, se han dejado pasar bastantes cosas y algunas se fueron de las manos. Otras, quizás, hasta las vi pasar a propósito, y al que perjudica siempre es a mí y a mi familia”.

“Me gustaría ser el culpable yo de si algo malo me pasa”, deslizó L-Gante, en el deseo de que su destino sea fruto de sus propios actos, no de traiciones ajenas.

Maxi el Brother habló de la situación legal con L-Gante

Sobre su presente económico admitió el proceso en el que está involucrado: “Con dedicarme una semana a esto ya me siento bastante en paz, bastante ordenado, y creo que va a ser aún mejor a medida que pase el tiempo”. Se ilusionaba con otra etapa profesional: “Al fin quiero obtener mi propiedad, que creo que me la merezco, y quedarme con todo lo que he construido yo”.

Mariana Fabbiani, conductora del ciclo, no dejó pasar la oportunidad de resaltar el temple de L-Gante. Le preguntó directamente si se había sentido estafado. La respuesta del cantante: “Desilusionado, decepcionado, un poco”. Pese a sus palabras, evitó la polémica: “Siempre espero algo bueno de una persona en la que confié”.

En esta historia, marcada por el ruido de los contratos y las emociones cruzadas, artistas como L-Gante y Karina La Princesita exponen una verdad latente: en la industria musical, el desconocimiento y la confianza pueden volverse armas de doble filo. ¿Cuánto cuesta aprender en carne propia el precio de la experiencia?