Es una tarde atípica en el estudio. Lejos del movimiento del día a día, todo está en silencio. De una punta a la otra, Oscar Mediavilla camina con su celular buscando que la empresa responsable dé una respuesta. Una obra en la calle dejó sin luz a toda la cuadra. Mientras, Patricia Sosa trata de tomárselo con calma.
“Si hubiera luz te mostraría los temones en los que estamos trabajando”, comenta el productor con algo de fastidio por la situación. La artista viene de lanzar Alquimia, el primer álbum en dueto de su carrera. La unión de la artista junto a Manuel Mijares marca un nuevo capítulo en la música latinoamericana. Ambos artistas, reconocidos por la solidez de sus trayectorias y la potencia de sus voces, se reúnen para dar vida a un álbum que toma canciones ya consagradas y dotarlas de una nueva perspectiva artística.
Mientras la cantante se prepara y se sienta para comenzar la charla, de fondo, se escucha la voz del productor. “¿Le podés decir a Oscar que se calle? O que cierre la puerta”, lanza, entre risas, dejando ver su clásico humor. Así, Patricia da pie a la entrevista, en la que repasa el proceso de este nuevo disco, su rol como referente de la música para miles de mujeres y analiza los desafíos que enfrentan las nuevas cantantes.
- Felicidades por Alquimia, tu primer álbum en dueto.
- Para mí es una sorpresa, nunca había hecho un trabajo así. Sí, había hecho dúos, pero un álbum de concepto, donde dos voces se entrelazan en diez temas... Era un trabajo difícil, un desafío lindo, quedó precioso.
- ¿Cómo nació la idea? ¿Qué pensaste en ese momento?
- Yo iba a entregar mi disco cuando Afo Verde me llama y me dice que tiene una propuesta para hacerme: “Quiero que hagas un disco dueto con Mijares”. Silencio. Yo a Manuel Mijares lo conocía de los ’90, había grabado una canción en un disco de él. “¿Un tema?”, le digo yo. “No, un disco entero de duetos”, me dice. Claro, después pensé, estamos en un momento donde todos se relacionan con todos, sobre todo las nuevas generaciones. Es muy raro encontrar que alguien grabó solo. Por supuesto que dije que sí. El problema era qué temas, porque no me mandaban a mí componer para el disco. Este disco realmente se lo puso todo sobre los hombros el productor y el arreglador, Oscar Mediavilla, Daniel Vila. Oscar dijo que deberían ser baladas que han sido número uno en Latinoamérica desde el año 1995 al 2005. Porque es donde los que tienen entre treinta y cuarenta, vivieron su adolescencia. Así que empezamos a hacer un trabajo que duró uno año, porque era muy difícil para mí grabar a la distancia. Supongo que los pibes nuevos están muy acostumbrados, pero a mí me gusta sentarme con el otro, tocar la viola, tomar unos mates y emocionarme, eso no estaba. Fue un trabajo diferente, que me sacó a mí de mi zona de confort.
- Aprendiste algo nuevo en el proceso...
- Aprendí que hay que adaptarse a las nuevas cosas sin abandonar tu esencia. Viendo el resultado, suena maravilloso. Es como si hubiéramos cantado juntos, todo el tiempo mirándonos a los ojos. Y las voces pegaron muy bien, muy buena la elección de Afo de decir “es este el cantante que debería cantar con vos”.
- Cuando cantás estos temas en tus shows, pareciera que hacés un dueto con la gente...(risas)
- En los shows es mi parte de descanso, (risas). Yo digo: “Entra en mi vida...”, chau, se acabó. Todo el público: (canta) “Te abro la puerta”. Son canciones que se las re conocen. A mí me sale una sonrisa porque digo: “Qué lindo esto”. Porque mis canciones pasan por la expresión dramática. Y estas no. Y me gusta eso, que sea todo más liviano.
- ¿Cómo fue el trabajo con “De música ligera”?.
- Es tan difícil cantar una canción que todo el mundo la tiene, que la canta en la cancha, y después hacerla propia. Sobre todo, porque si no uno la canta como en la cancha, la terminás cantando arengando y todo eso. Y la verdad que el autor no quiso decir eso.
- Existe un video viral tuyo, saliendo del Estadio de Obras en 1986, de un recital de Soda Stereo. ¿Qué recordás de ese día?
- Sí, claro. Me acuerdo que fui a ver a Soda, fui sola, porque me rompían la cabeza. Eran unos pibes que recién estaban saliendo y me agarraron justo con un micrófono. Me fui enloquecida con lo que había visto en Obras. Me parecían maravillosos, diferentes, disruptivos, que venían a contar otra cosa, que empezaba una historia diferente. No me invitó nadie, me compré la entrada y cuando salí me agarró alguien que me conocía, yo no era tan conocida tampoco. Y dije mi opinión y quedó.

- ¿Cómo te animaste a ir sola al show? Normalmente uno busca a alguien que le haga la segunda...
- Era muy difícil que a mí me hicieran la gamba para ir a un recital. A no ser que sea Oscar, pero él estaría ocupado. Era muy difícil porque mis amigas no estaban en esa cuestión. Yo me iba a donde fuera, yo escuchaba, desde Pescado Rabioso, Almendra, te estoy hablando de Spinetta al principio, me escapaba de mi casa, mentía, decía que me iba a dormir a la casa de una amiga y me iba a ver recitales, porque mi mamá me decía: “No, recitales no, hay un ambiente...”. “¡Cuidado con lo que prohíben”, le dirían a los padres. Después terminé dando los recitales yo. En esa época, las pibas de mi edad estudiaban para ser profesionales de otra cosa o se buscaban un novio y tenían hijos y eran amas de casa. Era muy difícil proyectar adentro de la música. Es más, hay mamás que no las dejaban (a las chicas) juntarse conmigo porque yo era una rockera rara. “Andá a saber con quién se junta, la droga que debe correr”, decían. Estamos hablando de fines de los setenta, ochenta. No era fácil.
- ¿Qué contradictorio, no? Nunca te gustó consumir y hasta te decían “aguafiestas” dentro del ámbito de la música, pero afuera pensaban que eras mala influencia.
- Yo era la cara de culo de todos porque me tenía que defender de muchas cosas. Me tenía que defender que yo no era la minita de los músicos. Cuando terminaban los conciertos, yo me iba al hotel. No me gustaba lo que pasaba después. A mí nunca me gustó el vértigo. Es más, yo tenía mucha más polenta y más imaginación cuando estaba sola en mi cuarto y tocaba la viola y componía. Siempre mi alma y mi cerebro sintonizó para otro lado. Todo lo contrario, muy contradictorio. Eso me llevó a vivir una época de mucha soledad. Yo estaba sola y todos pensaban que yo era un aguafiesta y tuve que ponerme la cara de culo constante para que no me avasallaran. Era la única manera que tenía de defenderme. Y sufría, porque no es de mi naturaleza. Me acostumbré a vivir así una gran parte de mi vida, hasta el día que dije: “No quiero más”. Y me fui, la banda se disolvió. Lo lamento.
- ¿Cómo ves hoy en día el rock? Las cifras de las plataformas indican que el 55% de las nuevas generaciones están escuchando rock.
- Sí, están escuchando rock, es la música que está, es la música que los jóvenes escuchan. A veces trato de adaptarme a determinadas modas, pero me revienta esa palabra. A mí me gusta la buena música y chau. Hay música urbana que barrió con todo. Se llevaron a todos los pibes y me parece buenísimo, es más que nada un movimiento social. Salieron a hablar de violencia de género, de la violencia que hay en la sociedad. Salieron a hablar del desamor, del desencuentro, de cosas que uno pensaba que no pasaban por su cabeza o sus corazones. Y de enfermedades mentales, de cuestiones psicológicas comprometidas.
- ¿Hay artistas jóvenes que te hayan impresionado?
- Ca7riel y Paco Amoroso, que me rompieron el bocho y que salen desde otro lugar. Desde la crítica, desde el humor y desde una música superlativa. Cuando ponen los coros, yo me acuerdo de los coros de Earth, Wind & Fire. Y traído más acá, me acuerdo de lo que plantea Bruno Mars. Les va como les va porque se lo merecen. Lo que hicieron con Papota me pareció divino.
-A lo largo de tu carrera superaste muchas barreras, hoy en día las artistas se enfrentan a otras cosas gracias a que fuiste abriendo puertas...
- A mí y a otras artistas nos costó mucho que las chicas de ahora no tengan ese problema. Si no, lo hubieran tenido. Nosotros fuimos un ejército groso, por ahí conmigo en la cabeza, pero un montón veníamos atrás pateando tobillos. ¿Qué íbamos a hacer, a denunciar? Codazo limpio, trompadas, agarrarte a los bollos en los bares. Me acuerdo una vez de estar tocando, creo que en San Justo, y me tuvieron que sacar por la ventana del baño, poner la culata del flete, porque si no los chabones era como que tenían derecho a agarrarte. Ellos decían...“si es una mina que está cantando rock y que tiene la pollera corta, ¿cómo no la voy a agarrar?“. También me convertí en defensora de esa gente que quería cambiar. Creo que lo mío fue una tarea también docente (risas).
- ¿Hoy en día las artistas se enfrentan a otras cosas?
- Se enfrentan a un problema muy grande que son los haters en las redes sociales. Es salud mental. El derecho a opinar, a denostarte, a mandarte por el piso, a decirte cualquier cosa, a opinar sobre tu vida privada, sobre tu físico, sobre lo que hablás u opinás. Es mucho más difícil. Antes era cuerpo a cuerpo. Ahora es desde el anonimato. Mucho más difícil, pobrecitas.
- Además de Alquimia, estuviste trabajando en un nuevo álbum propio...
- Uy, unos temones preciosos, tienen mucho de rock, pop y letras muy profundas. A mí me gusta ahondar en eso. Cuando uno va creciendo, te das cuenta que la palabra le llega al otro. Las palabras te pueden ayudar, herir, matar, te pueden tirar al piso. Me gusta escribir cosas que también presten servicio, que al otro le sirvan desde cualquier lugar, romántico o social, todos los días plantar mi semilla.
Últimas Noticias
Las fascinantes fotos de la tarde de Pampita en el Central Park con sus hijos: “Verano en Nueva York”
La conductora de Los 8 escalones disfruta de días en la “Gran Manzana” junto a Benicio y Anita. Las imágenes

Tini de Bucourt: “Tenía un diagnóstico de cáncer muy al borde, les dije a mis hijos que podía partir y arreglé todo”
La exmodelo y escritora compartió su experiencia al atravesar dos diagnósticos oncológicos en menos de un año, destacando el aprendizaje y la resiliencia como claves para superar la adversidad

La reacción de Juana Viale ante el cruce de Susana Giménez y Vero Lozano por los ganadores del Martín Fierro
En medio de su almuerzo dominical, la conductora presentó su postura sobre el conflicto que surgió luego de que la conductora de Cortá por Lozano se enojó con el galardón que obtuvo la diva a mejor labor en conducción femenina

El festejo de cumpleaños de Paula Chaves con amigos: la presencia de Gimena Accardi tras su divorcio de Nico Vázquez
La conductora y modelo vivió una velada repleta de alegría, rodeada de seres queridos y personalidades del medio, donde la diversión y el cariño fueron protagonistas hasta el amanecer

Transparencias, espalda al descubierto y delineado azul: el audaz look de Juana Viale en su programa
La conductora apostó por un conjunto de gasa estampada de Gino Bogani, completó su outfit con mangas anudadas y sumó un impactante make up que atrapó todas las miradas en la pantalla chica
