Marta Fort mostró las primeras pertenencias que llegaron a su nuevo departamento

La hija del empresario y artista, que ya tiene 21 años, se mudó del piso de Belgrano donde convivía con su hermano Felipe a una vivienda en el barrio de Palermo

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El look de Marta Fort
El look de Marta Fort para un evento esta semana

Marta Fort dio un paso importante en su vida al mudarse a un departamento propio en el barrio de Palermo, ubicado a pocos metros de la avenida del Libertador. Esta mudanza marca la primera vez que decide vivir sola, tras haber compartido durante años el piso familiar de la calle Sucre en Belgrano, un hogar que contaba con tres dormitorios y donde creció junto a su hermano mellizo Felipe.

El nuevo espacio habitacional representa un cambio significativo y un deseo largamente esperado para Fort, quien a sus 21 años logra materializar el sueño de la independencia residencial. El traslado estuvo acompañado por la llegada de las primeras pertenencias, entre las que destacan una lámpara de estilo moderno, una alfombra de pelo largo, un aparador negro y un smart tv de grandes dimensiones. Estas primeras adquisiciones reflejan parte de la personalidad y el gusto de la joven, así como su interés en crear un ambiente propio y funcional.

Las primeras pertenencias que llevó
Las primeras pertenencias que llevó Marta Fort a su nuevo departamento

El anuncio de la adquisición y mudanza fue realizado por la propia Marta a través de una serie de videos publicados en sus redes sociales, donde se mostró visiblemente emocionada y compartió su felicidad con sus seguidores. En las imágenes difundidas, la influencer aparece sonriente y sostiene un ramo de flores en lo que ahora considera su nuevo hogar. Aunque se ha reservado la mayor parte de los detalles arquitectónicos del departamento, sí se perciben desde sus publicaciones ciertos elementos del lugar: un ambiente amplio, un ventanal generoso y una notable luminosidad que permite vistas directas hacia la ciudad.

El proceso de mudanza de Marta Fort estuvo cargado de emociones y simbolismos que ella misma volcó en su comunicación dirigida a sus seguidores. Tras firmar el contrato de su primer departamento, compartió su alegría de manera pública a través de videos en los que dejó ver no solo el paso concreto de instalarse sola, sino también la carga emocional que acompaña este nuevo inicio. “No pude evitar emocionarme entre la combinación de emociones por la alegría y la tristeza que me genera dejar ciertos temas atrás, pero que valen la pena. Se viene una nueva etapa”, señaló.

Marta Fort en su nuevo
Marta Fort en su nuevo departamento

Marta expresó con claridad cuánto tiempo había anhelado este momento, señalando que mudarse era un objetivo importante y largamente esperado. Resaltó que, para ella, alcanzar este hito personal tiene un significado profundo y es motivo de mucha felicidad. En sus palabras, manifestó el compromiso de ir mostrando los avances y cambios a medida que refaccione y equipe su nueva vivienda, invitando a sus seguidores a acompañarla en cada etapa del proceso.

La joven agradeció los numerosos mensajes de apoyo recibidos tras dar a conocer la noticia. Subrayó que, quienes la conocen, entienden la relevancia y el simbolismo que reviste para ella todo lo vinculado a la mudanza. En uno de los videos, mostró el piso a cuadros negros y blancos del palier, ilustrando un fragmento del entorno que la rodea en esta nueva etapa.

La novedad llega luego de un periplo europeo en el que Marta pasó del sol de las playas mediterráneas al hormigueo urbano de París.En su paso por la capital francesa combinó recorridos urbanos, gastronomía y moda.Visitó barrios históricos y avenidas centrales, adaptándose al ritmo cotidiano de la ciudad y mostrando una perspectiva marcada por la autenticidad y la conexión con una nueva generación.

La gastronomía ocupó un lugar destacado. Probó pastelería y desayunos tradicionales en cafés emblemáticos, degustó brunchs con la Torre Eiffel como fondo y almorzó en terrazas reconocidas de la ciudad, donde predominaban las vistas y los toldos a rayas.La elección de sus looks acompañó cada momento: un top negro y una falda plisada blanca para el brunch, junto a accesorios en tonos aqua. En cafés y confiterías, se integró al ambiente animado de la vida parisina, entre mesas al aire libre y mozos uniformados.