El susto que vivieron Alejandro Fantino y Coni Mosqueira con su hijo Beltrán, internado por una bronquiolitis

El conductor y su esposa contaron en sus historias de Instagram las sensaciones que atravesaron durante los días pasados con el niño de un año y tres meses

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El regreso a casa siempre tiene otro sabor después de la preocupación. Por estas horas, nadie lo sabe mejor que Alejandro Fantino y Coni Mosqueira, quienes atravesaron una de las pruebas más difíciles para cualquier familia: ver a su pequeño hijo Beltrán, de apenas un año y tres meses, luchar contra una bronquiolitis.

Este año, según el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), se registró un aumento de casos de infecciones respiratorias en Argentina en general, y en particular, de bronquiolitis en menores de dos años, con 20.804 casos en las primeras 23 semanas de este año, lo que representa casi un 23% de aumento respecto al mismo período del año pasado.

Tras varios días de internación en el recién inaugurado Sanatorio Nordelta, la pareja compartió imágenes y mensajes que son el testimonio de una batalla ganada.

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Las imágenes de Beltrán internado:
Las imágenes de Beltrán internado: en su cama, jugando, y con Kira, el labradoodle terapéutico del sanatorio (Instagram)

“Ahora más tranquilos y en casa, Beltru tuvo un cuadro de bronquiolitis y debió ser internado unos días”, escribieron sobre la primera fotografía. En ella, Beltrán, de la mano de su padre, camina hacia la puerta del sanatorio.

Para la pareja, fueron largas jornadas entre médicos, diagnósticos y esperas. En la segunda imagen que publicaron en sus historias, el bebé descansa en la cama del hospital. Una caja de fibras, un muñeco del Hombre Araña, una libreta y un pijama con dibujitos de capibaras lo acompañan. Una bigotera lleva el oxígeno hasta su nariz, como recordatorio de la fragilidad de su cuerpito, pero en sus ojos no falta la chispa ni la curiosidad. “Queremos agradecer desde el alma por cómo cuidaron a Beltru los médicos y cada uno del personal del sanatorio”, escribieron, acercándose a una verdad: a veces, el alivio llega de manos desconocidas.

No todas las horas en un hospital fueron oscuras. En la tercera imagen, Beltrán acaricia a Kira, un Labradoodle, el perro terapéutico del sanatorio. Está pensada para sacar sonrisas a los niños internados, caminando por las habitaciones como una visita muy esperada por los pequeños. “Acá con Kira el perro terapéutico que pasaba cuarto por cuarto sacándole una risa a los niños en la ansiedad de la internación”, compartió la familia.

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Beltrán con su mamá, Coni
Beltrán con su mamá, Coni

El alivio, sin embargo, también viene de cerca. En la cuarta escena, Beltrán, aún con bigotero y chupete, se funde en los brazos de Alejandro Fantino, que lo sostienen como un nido. El padre lo sostiene, y todas las palabras sobran. “Los mimos de mamá y papá lo ayudaron a ponerse bien y salir adelante”, confiesa la pareja.

Las imágenes mutan según cambiaba el clima y Beltrán se reponía de su enfermedad. El niño ya no está en la cama: calza sus zapatillas, juega, sonríe y se aferra a un globo, celebrando la vuelta a la vida cotidiana. “Días difíciles pero Beltru nuevamente enseñándonos que es un guerrerito valiente”, admiten con orgullo los padres. La valentía, a veces, tiene el tamaño de un piecito que avanza.

Otra imagen, otra emoción: Fantino, sonriente, carga en brazos a su hijo, envuelto en una mantita, con el globo siempre presente. Su agradecimiento apunta directo al lugar que fue refugio y escenario de temores: “Gracias Swissmedical Nordelta”, escribe la familia, sintetizando el alivio que lo invade todo.

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La alegría que Alejandro Fantino
La alegría que Alejandro Fantino al dejar el sanatorio con Beltrán, felizmente recuperado de la bronquiolitis

La secuencia suma aún más ternura en la séptima imagen. Es Coni quien, con Beltrán en brazos y el bigotero suave flotando, le da el pecho. Hay calma, hay descanso, hay esa conexión intransferible entre madre e hijo. “Te amo bebé de mi corazón”, confiesa ella junto a un corazón blanco. Pasa el peligro, pero siempre queda el amor.

Los videos completan el cuadro íntimo de esos días. En el primero, Beltrán se divierte con un juego de ingenio sobre la cama del hospital. Sus padres festejan sus risas, y escriben: “¡El siempre con una sonrisa! Te amamos”. En esos momentos, solo hay espacio para el cariño y la esperanza multiplicada en cada carcajada.

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La salida del Sanatorio Nordelta
La salida del Sanatorio Nordelta de Fantino junto a Beltrán. La sonrisa del padre lo dice todo

En otro video, el niño se aventura cerca de la puerta, inquieto por salir de la habitación. La travesura habla de su salud recuperada, de ganas de volver a ver el sol.

El último video es quizás el más emotivo. Fantino graba una reflexión mientras muestra una fotografía de Coni durmiendo junto a su hijo, cubiertos por una manta marrón con lunares blancos. “Por algo nunca se pudo explicar el amor, solo se siente y se entrega… pero el amor de una mamá transita un nivel cósmico, ‘cura’ y relaja el alma”.

Beltrán ya volvió a casa. Hay alivio, hay gratitud, y siempre hay aprendizaje.