Eduardo y Elina Costantini compartieron el primer chapuzón de su hija Kahlo desde Cerdeña: “Los ojos del papá”

El matrimonio, de vacaciones en la paradisíaca isla italiana, también respondió preguntas de sus seguidores sobre economía, vida cotidiana y el Malba en un vivo que grabaron en la piscina del hotel donde paran

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Elina y Eduardo Costantini mostraron el primer baño en una piscina de su hija Kahlo durante sus vacaciones en Cerdeña

La familia Costantini se encuentra disfrutando unos días de vacaciones en la isla de Cerdeña, Italia. El entorno paradisíaco se convirtió en escenario de la primera experiencia en el agua de Kahlo Milagro, la hija de Elina y Eduardo. El entrañable momento fue transmitido en un vivo que duró alrededor de 15 minutos a través de la cuenta de Instagram del papá. La pareja interactuó con sus seguidores mientras compartían detalles de la rutina familiar y respondían a una ronda de preguntas de sus seguidores.

Durante la transmisión, Elina relató que era la segunda vez que Kahlo se ponía su malla enteriza, pero la primera ocasión en la que toda la familia compartía la piscina. Eduardo, entusiasmado, mostraba a la pequeña en el agua que, según Elina, parecía “como climatizada”, mientras cuidaban, entre ambos, que Kahlo no sumergiera la cabeza ni los oídos en el agua y celebraron cada pequeño movimiento de la beba, quien lucía una malla rosa y blanca.

Los comentarios surgían de parte de ambos. Eduardo aclaró desde el principio la ubicación: “Estamos en Cerdeña, porque alguien pregunta dónde estamos”. El ambiente del hotel fue visible durante el vivo y Elina mencionó que se trataba dey decidieron aprovecharla “para descansar un poco”.

A lo largo del vivo, Elina y Eduardo intercambiaron el rol de sujetar a Kahlo en el agua y al celular para filmar, que no debía moverse de determinado lugar para no perder la señal. Los orgullosos papás elogiaron cada gracia de su hija. “Le encanta mover las piernas. Está acostumbrada porque lo hace cuando la bañamos”, contó Eduardo, mientras Elina recordaba las ecografías y la actividad de su hija en el vientre materno, que era similar. Y comparaba “los ojos del papá, los ojos de la hija. Idénticos”.

En un ambiente distendido, la pareja permitió que los seguidores participaran con sus preguntas en un ping pong espontáneo. Algunas consultas apuntaron a la intimidad de la pareja, como cuando alguien inquirió sobre si conversaban de sexo y Elina cortó la chance de responder diciendo que estaban junto a su hija. El resto fueron curiosidades sobre su día a día, mientras otras se dirigieron hacia las perspectivas personales y filosóficas de Eduardo.

Elina Costantini en la piscina
Elina Costantini en la piscina jugando con Kahlo (Instagram)

Una de las primeras preguntas fue “¿Sos feliz, Eduardo?”. A lo que él respondió: “Muy feliz. ¿Y cómo no voy a estar feliz?”. Consultado por su libro favorito, mencionó uno Nietzsche “sobre la tragedia”: “Es re positivo. Por eso es optimista. Justamente, lo que dice es que el cristianismo siempre te pone las culpas y que el hombre se puede superar a sí mismo y llegar a buen puerto”, resumió.

Cuando preguntaron por la relación de pareja, consultaron cuánto tiempo llevaban casados y Eduardo solo señaló: “Año tras año y muy feliz”. En cuanto a la crianza, abordaron la pregunta acerca de si sumergirían a Kahlo para enseñarle a nadar. Ambos coincidieron en que por ahora no, “por los oídos”, y que evaluarían la posibilidad a los seis meses.

La relación de Eduardo con el arte también estuvo presente cuando le preguntaron qué siente al ver sus obras ingresar al museo. Lo definió como una felicidad y relató un rito familiar en la reserva técnica cada vez que incorporan nuevas obras, algunas de las cuales demandan meses de espera hasta su exhibición.

Sobre su asignatura pendiente, el empresario respondió “Quizás ahora no tanto, hacer un edificio en New York”. Pero fue más enfático al responder sobre una eventual vocación que dejó de lado: “Si hubiera algo, diría ser arquitecto”. También rememoraron el nacimiento de Kahlo y Eduardo compartió la emoción de ese día: “No es lo que dije, sino la emoción. No podía creerlo”.

No faltaron las referencias a la actualidad económica, y, consultado sobre Bitcoin, Eduardo expresó: “Es muy riesgoso. Yo creo que va a seguir subiendo, pero es muy volátil. Si compras Bitcoin tienes que comprar un porcentaje muy chiquito. Yo tengo algo, pero chiquito. Tres, cuatro, cinco por ciento como mucho”.

Eduardo Costantini junto a Kahlo
Eduardo Costantini junto a Kahlo en su primer chapuzón en Cerdeña (Instagram)

En el ámbito familiar, revelaron la rutina de Kahlo: “Desde los dos meses y medio duerme 12 horas”, contó Elina, aunque Eduardo aclaró que ahora un poco menos. Mencionaron también los lazos con los hermanos de la niña y familiares. Según Elina, todos los hermanos ya la conocieron, salvo una hermana que espera en Buenos Aires.

Cuando preguntaron por la música preferida, Eduardo optó por la clásica: “Nos encanta el piano. No por la moderna, pop, electrónica”. Sobre las canciones para Kahlo, Elina añadió que le canta “Hakuna Matata” durante el día y “Para siempre”, de Benjamín Amadeo, para dormir.

Otra de las preguntas apuntó a cuál sería la frase que quisiera que su hija recordara de él. Aquí Eduardo se puso un poco melancólico: “Que me recuerde con amor. Nada más. Que recuerde que tuvo un padre presente hasta que estuvo vivo”.

En un cierre distendido, bromearon con la audiencia sobre la vitalidad de Eduardo (“Ceci dice que rejuveneciste 100 años gracias a Kahlo”, leyó Elina, a lo que él respondió que también por la mamá, que es “alegre, festiva y muy joven”) y aseguraron que viajar les gusta, aun cuando no lo hacen tan seguido como quisieran.

Sobre proyectos futuros en arte, aclararon que no hay una Bienal Malba para artistas argentinos en carpeta, aunque continuarán mostrando obras locales, como una exhibición de Liliana Portela. Anticiparon, además, un próximo anuncio vinculado a la Semana de la Alta Costura junto al Malba para antes de fin de año.

La transmisión concluyó entre agradecimientos, promesas de responder otras preguntas y la decisión de cortar porque “Eduardo tiene una reunión”, sellando así otro instante íntimo de la familia en pleno contacto con sus seguidores.