Cinco claves para alargar la vida de la batería si trabajas largas horas en tu laptop

El uso continuo de laptops por más de ocho horas diarias acelera el desgaste de la batería si no se aplican prácticas básicas de cuidado

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El cuidado de la batería
El cuidado de la batería es importante si usas la laptop durante más de 8 horas. (Shutterstock)

El uso intensivo de laptops se ha vuelto parte de la rutina laboral y académica en la región. Un estudio reciente de IDC muestra que el 72% de los usuarios en Latinoamérica permanece más de ocho horas al día frente a una laptop y que la mayoría la mantiene conectada a la corriente durante gran parte de la jornada.

Este comportamiento, aunque común, puede reducir de forma notable la vida útil de la batería si no se aplican algunas prácticas básicas de cuidado. La batería es uno de los componentes más sensibles de cualquier portátil, y su degradación es inevitable con el tiempo. Sin embargo, ciertos hábitos pueden acelerar este desgaste, sobre todo cuando el equipo se usa de manera continua para trabajar o estudiar.

Para evitarlo, especialistas recomiendan ajustes simples en la carga, la energía y la temperatura del dispositivo. A continuación, cinco claves esenciales para prolongar la duración de la batería y mantener un rendimiento estable a largo plazo.

No cargar la batería al
No cargar la batería al 100 % ayuda a conservar su duración. (Imagen Ilustrativa Infobae)

1. Evitar cargas constantes al 100%

Las baterías de ion de litio, presentes en la mayoría de laptops, sufren más desgaste cuando permanecen durante largos periodos al máximo nivel de carga. Cada ciclo completo afecta su capacidad, y mantenerla siempre al 100% acorta su vida útil. Lo ideal es trabajar dentro de un rango operativo más saludable, entre 60% y 80%, especialmente en jornadas largas. Algunos fabricantes, como ASUS, ofrecen herramientas que permiten establecer límites de carga automáticos para mantener la batería en niveles óptimos.

2. Elegir el modo de energía adecuado

Los sistemas operativos incorporan perfiles que permiten gestionar el consumo del procesador, la pantalla y otros componentes. Activar opciones como “Balanceado” o “Ahorro de energía” ayuda a reducir la demanda eléctrica sin afectar las tareas cotidianas. Estos modos ajustan de forma dinámica el rendimiento según la actividad del usuario, lo que contribuye a disminuir el calor y a prolongar la autonomía diaria.

Activar el ahorro de energía
Activar el ahorro de energía en una laptop ayuda a que consuma menos energía. (Imagen Ilustrativa Infobae)

3. Controlar la temperatura del equipo

El calor es uno de los principales factores que aceleran la degradación química de las baterías. Usar la laptop sobre superficies blandas —como camas, mantas o cojines— obstruye la ventilación y eleva la temperatura interna. La recomendación es utilizarla siempre sobre superficies firmes y permitir una correcta circulación de aire. Algunos modelos incluyen sistemas de refrigeración optimizados, como los que emplea HP, diseñados para mantener temperaturas más estables durante sesiones prolongadas.

4. Reducir la carga cuando el equipo permanece enchufado

Muchas personas trabajan con la laptop conectada todo el día. En estos casos, la batería puede entrar en microciclos de carga constantes que deterioran su vida útil. Para evitarlo, se recomienda activar configuraciones de “modo de vida útil extendida” o limitar la carga a un porcentaje fijo. Esta práctica reduce el estrés de la batería y evita la sobrecarga continua, un problema común en equipos utilizados en oficinas o estudios.

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Reducir la carga de la batería cuando la laptop está enchufada ayuda a conservar su vida útil. (Imagen Ilustrativa Infobae)

5. Gestionar periféricos y funciones adicionales

Cada dispositivo conectado —como monitores externos, discos portátiles o smartphones— incrementa el consumo energético. Lo mismo ocurre con funciones activas que a veces pasan desapercibidas, como el Bluetooth o las conexiones inalámbricas innecesarias. Desconectar periféricos que no estén en uso y desactivar servicios que no se requieran puede mejorar la autonomía hasta en un 15%. Ajustar la calidad gráfica también influye, ya que las tarjetas de video de alto rendimiento consumen más energía incluso en tareas básicas.

Aunque la degradación de la batería es inevitable, aplicar estos hábitos permite mantener una mayor capacidad con el paso del tiempo. No se trata de hacer cambios drásticos, sino de incorporar ajustes simples en la rutina diaria que reduzcan el estrés del componente y optimicen su rendimiento. Para quienes dependen de la laptop como herramienta principal de trabajo, estas prácticas pueden significar una diferencia importante en su durabilidad y eficiencia.