Jefe de IA de Microsoft no entiende por qué la inteligencia artificial no gusta a todos: “Me deja alucinado”

Mustafa Suleyman reacciona ante la fría recepción de Copilot y la brecha entre innovación y expectativas

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Mustafa Suleyman expresó su sorpresa
Mustafa Suleyman expresó su sorpresa por la falta de entusiasmo de los usuarios ante los avances recientes en IA, como los de Microsoft.(Reuters)

Mustafa Suleyman, director ejecutivo de la división de IA de Microsoft, ha expresado su sorpresa ante la falta de entusiasmo de los usuarios por los avances en inteligencia artificial, como es el caso de Copilot, su producto estrella.

En una reciente publicación en la red social X, Suleyman manifestó su desconcierto por la reacción de la comunidad tecnológica y de los usuarios de Windows, quienes no parecen impresionados por las capacidades actuales de la IA.

El directivo, que asumió el liderazgo de la división de inteligencia artificial de Microsoft tras una reestructuración interna, señaló que le resulta difícil comprender cómo, a pesar de los progresos en la interacción con agentes de IA como Copilot, la respuesta generalizada sigue siendo de indiferencia o decepción.

Publicación de Mustafa Suleyman(X.com)
Publicación de Mustafa Suleyman(X.com)

Suleyman profundizó en su perspectiva al afirmar: “¡Vaya, hay tantos cínicos! Me parto de la risa cuando oigo a gente llamar a la IA decepcionante. ¡Crecí jugando a Snake en un teléfono Nokia! El hecho de que a la gente no le impresione que podamos mantener una conversación fluida con una IA súper inteligente que puede generar cualquier imagen o vídeo me deja alucinado”.

Estas declaraciones reflejan la distancia entre la visión optimista de la dirección de Microsoft y la percepción de los usuarios, quienes han mostrado frustración por la experiencia con Copilot y otras soluciones de IA integradas en Windows.

En las últimas semanas, la empresa ha tenido que gestionar una oleada de críticas en redes sociales y foros especializados, donde se cuestiona la utilidad y el desempeño real de Copilot. La situación se intensificó tras las declaraciones de Pavan Davuluri, presidente de Windows, sobre la evolución del sistema operativo hacia un modelo de “OS agente” controlado por inteligencia artificial.

Los usuarios y expertos han
Los usuarios y expertos han manifestado críticas constantes a Copilot, cuestionando su utilidad real y el desfase entre las expectativas y su desempeño actual. (Reuters)

Esta propuesta generó inquietud y rechazo, lo que llevó a Microsoft a desactivar las respuestas en las publicaciones relacionadas y a solicitar a Davuluri que emitiera un comunicado para tranquilizar a usuarios y clientes.

La controversia se vio alimentada por un análisis publicado en The Verge, donde se evaluaron las capacidades actuales de Copilot. El artículo concluyó que las funciones de la IA de Microsoft no cumplen con las expectativas generadas por los anuncios de la compañía, señalando que la herramienta no logra ejecutar tareas de manera fluida como se muestra en las campañas promocionales.

Esta discrepancia entre la promesa y la realidad ha reforzado la percepción de que la empresa enfrenta dificultades para materializar sus ambiciosos objetivos en inteligencia artificial.

Microsoft ha apostado de forma decidida por la integración de la IA en sus productos principales, con la intención de posicionarse a la vanguardia del sector. Sin embargo, la reputación de la marca y la aceptación de sus propuestas innovadoras siguen siendo desafíos pendientes.

Microsoft se vio obligada a
Microsoft se vio obligada a desactivar respuestas en redes sociales y a emitir comunicados oficiales, buscando frenar el descontento sobre Copilot y otras herramientas de IA. (Reuters)

Los planes para transformar Windows en un sistema operativo gestionado por múltiples agentes de IA no han logrado convencer a la mayoría de los usuarios, quienes perciben la estrategia como una obsesión por la inteligencia artificial más que como una respuesta a necesidades reales.

El futuro de la inteligencia artificial en el ecosistema de Microsoft dependerá de la capacidad de la empresa para revertir la percepción negativa y demostrar el valor tangible de sus soluciones. Por ahora, la compañía debe afrontar el reto de convencer a los usuarios y responder a las críticas, en un entorno donde la innovación tecnológica avanza más rápido que la aceptación social.