La suplantación de identidad afecta las plataformas de domicilios en Latinoamérica: hay un mercado negro de perfiles y cuentas robadas

La venta de perfiles, documentos manipulados y el acceso de conductores no verificados disparan la sofisticación del fraude digital en el sector de entregas a domicilio

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Hay un mercado negro de
Hay un mercado negro de cuentas de repartidores de domicilio en Latinoamérica - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El sector de plataformas de domicilios y última milla en América Latina atraviesa uno de sus mayores desafíos operativos: la suplantación de identidad. El fenómeno, que compromete tanto la reputación como la seguridad de empresas y usuarios, se intensifica a medida que el sector crece y transforma los modos de entrega en la región.

Desde gigantes como Rappi, iFood, Uber Eats o Didi hasta startups locales, ningún actor está exento de los riesgos que supone un ecosistema digital en el que proliferan cuentas falsas, identidades manipuladas digitalmente y un mercado negro de perfiles.

Lo que empezó como un problema administrativo (el uso de cuentas prestadas o compartidas por repartidores y conductores) evolucionó hacia un escenario mucho más complejo.

El mercado de domiciliarios está
El mercado de domiciliarios está enfrentando un desafío en ciberseguridad - (Imagen ilustrativa Infobae)

Cuál es el conflicto con las cuentas y perfiles de apps domiciliarias

Investigaciones recientes en Colombia han puesto en evidencia la existencia de un mercado negro de perfiles de repartidores de Rappi, que pueden venderse por hasta 160 dólares según la antigüedad y el historial de la cuenta. Esta práctica, lejos de estar acotada a un solo país, afecta a toda la región.

En Chile, investigaciones de medios locales evidenciaron una red internacional dedicada a la venta y arriendo de cuentas activas de Uber Eats, PedidosYa y Rappi, con precios que varían entre 22 y 128 dólares.

Esta actividad facilita la entrada de personas no verificadas y alimenta un circuito informal que complica la trazabilidad y control de cada pedido.

En Estados Unidos, el Tech Transparency Project encontró más de 800.000 cuentas ilegales de conductores activos de Uber y DoorDash circulando en redes sociales, lo que da cuenta de la dimensión global del problema.

Investigaciones señalan que antiguas cuentas
Investigaciones señalan que antiguas cuentas de repartidores están siendo comercializadas en un mercado negro - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son los peligros de las cuentas y perfiles del mercado negro

Actualmente se identifican casos de documentos falsificados digitalmente, suplantación activa de identidades reales, toma de cuentas por terceros y utilización de deepfakes para sortear controles automatizados.

La sofisticación de las maniobras para perpetrar fraudes crece en un ambiente donde las herramientas digitales son cada vez más accesibles. En Colombia y Chile se han documentado bandas que emplean documentación digital falsificada para tomar el control de cuentas o infiltrarse en las aplicaciones.

La situación coloca en jaque no solo la reputación de las plataformas, sino la integridad y confianza de los clientes que las utilizan a diario.

David Rojas, CEO de Intexus, ha advertido que no solo está en juego la eficiencia logística, sino la confianza de los usuarios. “Basta un caso viral de suplantación para afectar la reputación, atraer la atención regulatoria y provocar la fuga de usuarios”, sostiene.

El auge de identidades falsas
El auge de identidades falsas pone a prueba la seguridad de Rappi, Uber Eats y Didi - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Medidas para reforzar la seguridad en aplicaciones de repartidores

El ejecutivo comentó que en la actualidad, las plataformas más avanzadas comenzaron a combinar técnicas tradicionales de detección de fraude con modelos de inteligencia artificial generativa, lo que permite crear reglas dinámicas y respuestas automáticas frente a riesgos emergentes.

A esto se suman mecanismos de seguimiento y perfilamiento continuo, así como escenarios preventivos frente a amenazas como el SIM swapping, reforzando el ecosistema de manera proactiva.

La respuesta sectorial apunta a la adopción de modelos de verificación de identidad en tiempo real que van más allá del chequeo inicial.

Entre las medidas emergentes se incluyen validaciones documentales contra múltiples bases confiables, biometría facial y de voz con detección de vida, algoritmos de machine learning que analizan rutas e identifican comportamientos inusuales y herramientas de autenticación adaptativa que se activan ante desvíos del patrón habitual del usuario.

El objetivo no es frenar la operación, sino elevar el costo operativo del fraude hasta hacerlo inviable. En este contexto, el verdadero diferencial de las plataformas de última milla dejará de ser la rapidez de la entrega: pasará a ser la capacidad de demostrar con evidencia real y en tiempo real quién está detrás de cada pedido.