Consejos simples para limpiar el horno con ingredientes que ya tienes en casa

Realizar limpiezas frecuentes tras preparar comidas grasas y emplear soluciones accesibles como el bicarbonato o el vinagre ayuda a mantener el horno en óptimas condiciones

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Métodos caseros avalados por expertos
Métodos caseros avalados por expertos para conservar el horno como nuevo - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Conservar el horno limpio es posible con recursos accesibles que la mayoría tiene en su hogar. El bicarbonato de sodio, el limón, la sal y el vinagre facilitan la limpieza doméstica sin necesidad de productos industriales. Según recomendaciones de expertos en mantenimiento del hogar, estos ingredientes permiten sacar grasa y suciedad del electrodoméstico de forma segura y eficiente.

El bicarbonato como aliado en la limpieza del hogar

El bicarbonato de sodio encabeza la lista de soluciones tradicionales para el cuidado del horno. Su acción desincrustante resulta útil para despegar restos de comida quemada del interior del aparato.

Un método sencillo consiste en mezclar dos cucharadas de bicarbonato con agua dentro de un atomizador, rociar toda la superficie interna y dejar actuar la mezcla durante varias horas. Luego de este periodo, bastan una esponja y un paño húmedo para retirar residuos y finalizar el proceso con un trapo seco.

Vinagre y bicarbonato: la combinación
Vinagre y bicarbonato: la combinación definitiva para la limpieza de hornos - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Limón y sal para evitar los químicos en la cocina

Otro recurso valorado en limpieza es el limón. Este fruto, reconocido por sus propiedades antisépticas, elimina olores desagradables y facilita la remoción de grasa.

La técnica más utilizada consiste en cortar dos o tres limones en rodajas, colocarlas en una vasija e introducirlas en el horno. Se recomienda encender el aparato a una temperatura de 200 °C (392 °F) por veinte a veinticinco minutos. Posteriormente, una esponja ayuda a remover los residuos ablandados, y un paño seco concluye la operación.

La sal también representa una alternativa eficaz para mantener el horno limpio y desinfectado. Basta con disolver 250 gramos de sal en 500 mililitros de agua y limpiar las paredes interiores con un paño húmedo en la solución.

Tras dejar actuar la mezcla entre veinte y treinta minutos, el enjuague con una esponja permite eliminar la suciedad acumulada y, finalmente, un trapo seco devuelve el brillo al electrodoméstico.

Limón y sal: el secreto
Limón y sal: el secreto doméstico para un horno limpio y desinfectado - (Imagen Ilustrativa Infobae).

El vinagre, conocido por sus cualidades desinfectantes, completa este listado de ingredientes domésticos útiles para limpiar hornos. Los expertos consultados proponen mezclar vinagre con bicarbonato de sodio y añadir cinco gotas de limón en un atomizador.

Después de pulverizar la solución sobre las paredes y rejillas, debe activarse el horno a 120 °C (248 °F) durante diez minutos. Luego, el procedimiento concluye con una pasada de esponja y un secado final, una combinación avalada por expertos en mantenimiento de cocina.

Por qué funcionan los métodos caseros para la limpieza de la cocina

La efectividad de estos métodos caseros radica tanto en la acción química de los ingredientes como en la facilidad de su aplicación. El bicarbonato destaca por contribuir a desprender restos pegados y neutralizar olores sin corrosión para el metal interior.

El limón aporta propiedades desodorizantes y desinfectantes. La sal, bien dosificada, ayuda a eliminar residuos grasos y actúa como desodorizante natural de bajo costo. El vinagre, por su parte, incrementa el poder limpiador al combinarse con bicarbonato y limón al atacar la suciedad más resistente.

Aplicar una mezcla de bicarbonato
Aplicar una mezcla de bicarbonato y agua ayuda a desincrustar restos quemados y neutralizar malos olores en el electrodoméstico, facilitando su mantenimiento constante sin dañar el interior - (Imágen Ilustrativa Infobae)

Además de estas cuatro alternativas, los especialistas aconsejan seguir rutinas simples y periódicas de limpieza. Expertos recomiendan no esperar a que la suciedad se acumule durante meses para aplicar estos métodos. Lavar el horno tras el uso frecuente, especialmente después de preparar alimentos grasos o dulces, facilita la conservación y el rendimiento del aparato durante más tiempo.

En todos los casos, el uso de paños suaves y esponjas no abrasivas garantiza que las superficies metálicas o esmaltadas del horno permanezcan en buen estado. El riego de productos líquidos debe combinarse siempre con un buen secado para evitar manchas de agua o humedad en el interior.

A la hora de elegir el método más conveniente, conviene tener en cuenta factores como la frecuencia de uso, el tipo de residuos acumulados y la disponibilidad de los ingredientes. En conjunto, bicarbonato, limón, sal y vinagre ofrecen soluciones prácticas, económicas.