Problemas en el desarrollo del robot humanoide de Tesla obligan a pausar su fabricación

Tesla detuvo temporalmente la fabricación de su robot Optimus tras detectar fallas en el diseño de las manos, un componente clave para su funcionamiento

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Optimus de Tesla aún no
Optimus de Tesla aún no ha sido fabricado en masa.

Tesla enfrenta un nuevo revés en el desarrollo de su robot humanoide Optimus, luego de que una filtración interna revelara que el proyecto se encuentra detenido por problemas técnicos en el diseño de las manos. Los ingenieros no habrían logrado resolver los fallos en la movilidad y precisión de los dedos, lo que podría retrasar la producción prevista hasta 2026.

El robot, presentado por Elon Musk en 2021 como un avance destinado a transformar el trabajo físico y la asistencia doméstica, debía entrar en fase de fabricación masiva a finales de 2025. Sin embargo, según reporta The Information, los cuerpos de Optimus sin manos ni antebrazos se acumulan en los almacenes de Tesla, a la espera de una solución técnica.

Aunque la empresa no ha ofrecido un comunicado oficial, el propio Musk reconoció el retraso en una entrevista reciente, sin precisar nuevas fechas para su lanzamiento comercial. La detención temporal pone en duda la capacidad de Tesla para cumplir con su ambicioso calendario de innovación robótica.

La fabricación de Optimus de
La fabricación de Optimus de Telsa se encuentra detenida. REUTERS/Benoit Tessier

Los ingenieros no logran replicar la agilidad humana

De acuerdo con la información publicada, los equipos de desarrollo de Optimus enfrentan dificultades para reproducir la flexibilidad y sensibilidad necesarias en las manos del robot. Las versiones actuales no consiguen realizar movimientos precisos ni sostener objetos delicados, un desafío clave para cualquier robot que pretenda interactuar con personas o manipular herramientas.

El objetivo de Tesla era fabricar 5.000 unidades de Optimus antes de 2026, aunque los propios ingenieros consideraron esa meta poco realista. La cifra se redujo luego a 2.000, pero incluso esa previsión parece difícil de cumplir ante la complejidad del problema.

Las pruebas iniciales han mostrado que las manos del robot no alcanzan el nivel de control necesario para realizar tareas básicas, lo que ha forzado una pausa en la línea de producción hasta que se rediseñen los componentes implicados.

Falta de sensibilidad y otros
Falta de sensibilidad y otros problemas en las manos de Optimus.

Un obstáculo conocido en la robótica humanoide

El reto que enfrenta Tesla no es exclusivo. Rodney Brooks, fundador de iRobot y una de las figuras más influyentes en el desarrollo de robots domésticos, señaló en declaraciones recientes que “los humanos tienen alrededor de 17.000 receptores sensoriales en las manos, y los robots humanoides están aún muy lejos de alcanzar esa complejidad”.

Brooks también advirtió sobre los riesgos de convivencia con máquinas de gran tamaño y potencia: “No trabajaría ni viviría cerca de un robot de este tipo si se acerca a menos de tres metros”. Sus comentarios, recogidos por diversos medios especializados, subrayan que la robótica humanoide aún enfrenta enormes desafíos de seguridad y diseño.

Tesla busca superar esos límites mediante el uso de sensores avanzados y algoritmos de aprendizaje automático, pero la compañía no ha dado detalles sobre los progresos concretos en esta área.

Optimus aún no pude ser
Optimus aún no pude ser comercializado. (Tesla)

Optimus, una promesa aún en desarrollo

Elon Musk presentó por primera vez a Optimus en 2021, con la visión de crear un asistente robótico capaz de asumir tareas domésticas y laborales. Desde entonces, Tesla ha mostrado prototipos cada vez más sofisticados, con mejoras en la movilidad y el equilibrio. No obstante, el salto hacia un modelo funcional y seguro todavía parece distante.

Incluso si la empresa logra resolver el fallo mecánico en los próximos meses, el robot deberá superar un largo proceso de certificaciones y pruebas de seguridad antes de ser comercializado. Por tratarse de un dispositivo de casi dos metros de altura, cualquier error de cálculo o fallo en los sistemas de control podría representar un riesgo para los usuarios.

El retraso en la producción de Optimus refleja las dificultades de convertir una visión futurista en una tecnología práctica y fiable. Mientras tanto, el mercado observa con cautela los próximos pasos de Tesla, consciente de que el camino hacia la robótica humanoide doméstica sigue siendo más complejo de lo que prometen las demostraciones.