Cómo se hace la limpieza del tambor de la lavadora

Para limpiar adecuadamente, lo primero es usar vinagre blanco, que desinfecta, elimina olores y remueve la cal

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Para mantener la lavadora en
Para mantener la lavadora en buen estado, es clave limpiar la goma, donde se acumulan residuos y humedad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Uno de los componentes de la lavadora que suele acumular más suciedad es el tambor, ya que constantemente está en contacto con restos de detergente, suciedad de la ropa, bacterias y residuos calcáreos.

Para limpiarlo correctamente, lo primero es usar vinagre blanco, ya que elimina malos olores, desinfecta y ayuda a desincrustar la cal.

Basta con añadir media taza en el dispensador y seleccionar un ciclo de lavado normal a 30º o más. Si la suciedad persiste, puede repetirse el proceso con una taza de lejía.

Para mantener la lavadora en óptimas condiciones, es fundamental limpiar la goma, donde tienden a acumularse restos y humedad.

El tambor de la lavadora
El tambor de la lavadora acumula más suciedad al estar en contacto con detergente, ropa, bacterias y cal. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Utiliza un paño húmedo con detergente o lejía, ayudándote de un cepillo de dientes para zonas difíciles. No olvides usar guantes y retirar bien todos los residuos.

El filtro es otro punto clave, ya que ahí se concentran pelusas y residuos de detergente. Tras vaciar y desconectar la máquina, retira el filtro, limpia los restos con un paño o bajo el grifo, y vuelve a colocarlo.

Por qué el tambor acumula suciedad

El tambor de la lavadora tiende a acumular suciedad debido a la interacción constante con la ropa y los productos de limpieza utilizados en cada ciclo. Al lavar, los residuos de detergente, suavizante y blanqueadores no siempre se disuelven completamente, quedando adheridos a las paredes internas del tambor.

Además, la suciedad, grasa y restos orgánicos que desprenden las prendas se depositan tanto en la superficie metálica como en los orificios del tambor.

El tambor de la lavadora
El tambor de la lavadora acumula suciedad por su contacto continuo con la ropa y los productos de limpieza. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esta acumulación se ve agravada en zonas con agua dura, ya que los minerales, como el calcio y el magnesio, contribuyen a la formación de depósitos calcáreos que atrapan aún más residuos y bacterias.

La humedad permanente del interior de la lavadora es otro factor que favorece el desarrollo de hongos, moho y malos olores, sobre todo si se mantiene la puerta cerrada tras cada uso.

Repetidos lavados a baja temperatura dificultan la eliminación completa de estos restos, permitiendo que se incrementen con el tiempo.

Todo ello afecta tanto al funcionamiento del electrodoméstico como a la calidad del lavado, ya que la suciedad acumulada puede transferirse de nuevo a la ropa o provocar malos olores persistentes. Por este motivo, limpiar periódicamente el tambor es fundamental para garantizar la higiene y el buen estado de la lavadora.

Limpiar el tambor con regularidad
Limpiar el tambor con regularidad es esencial para mantener la higiene y el buen funcionamiento de la lavadora. (Imagen Ilustrativa)

Cómo alargar la vida útil de la lavadora

Para alargar la vida útil de la lavadora es fundamental prestar atención tanto al uso diario como al cuidado general del electrodoméstico, más allá de la limpieza.

Uno de los aspectos clave es no sobrecargar el tambor; respetar la capacidad máxima indicada por el fabricante evita el desgaste prematuro del motor, la correa y los rodamientos.

Distribuir correctamente la ropa en su interior ayuda a mantener el equilibrio durante los centrifugados y evita daños en el eje central.

Es importante utilizar siempre detergentes y productos adecuados, siguiendo la dosis recomendada y eligiendo formulaciones específicas para el tipo de máquina (ya sea de carga frontal o superior), para evitar la generación de espuma excesiva que puede afectar componentes internos.

Colocar la ropa de forma
Colocar la ropa de forma equilibrada en el tambor evita desbalances durante el centrifugado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Controlar la temperatura de los programas de lavado, alternando ciclos fríos y calientes según las prendas, contribuye a evitar el sobrecalentamiento de los sistemas electrónicos y mecánicos.

También se debe revisar periódicamente las mangueras de entrada y salida de agua, asegurándose de que no presenten fugas, grietas o estrangulamientos, y cambiarlas cada cierto tiempo si el material lo requiere.

Mantener la lavadora en una superficie nivelada y estable es imprescindible para evitar vibraciones y golpes que puedan afectar a largo plazo los elementos estructurales. Finalmente, dejar la puerta entreabierta tras cada uso favorece la correcta ventilación del interior, previniendo la acumulación de humedad y el desgaste de las juntas y componentes.